EL PASO HACIA EL PARAÍSO: Las Súplicas Recomendadas Por Un Enfermo

498. A'icha (que Dios esté complacido de ella) narró que, cuando alguna persona que padecía enfermedad o sufría de una llaga o herida venía para quejarse ante el Profeta (la paz y las bendiciones de Dios sean con él), éste indicaba con el dedo índice hacia la tierra hasta tocarla luego lo levantaba y decía: "¡En el nombre de Dios! Este es el polvo de nuestra tierra, mezclado con nuestra propia saliva; y con ella, que sea sanado nuestro enfermo, con la orden de nuestro Señor".

499. U'zman Ibn Abu Al A'ass (que Dios esté complacido de él) narró que, en cierta ocasión, se quejó de unos dolores, ante el Enviado de Dios (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) quien le dijo: "Pon tu mano en donde te duele de tu cuerpo, y di tres veces: ¡En el nombre de Dios! y, siete veces: ¡Me refugio en la gloria y en el poder de Dios, de todo el mal que me aflige y me preocupa!".

500. Ibn Abbás (que Dios esté complacido de ambos) narró que, en cierta ocasión, el Profeta (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) entró a visitar a un beduino enfermo. Y, tenía la costumbre, cuando visitaba algún enfermo, de decir: "¡Que no sea nada malo! Y, si Dios quiere, la enfermedad será para ti una purificación y una penitencia".

501. Abu Sa'id Al Judrí y Abu Huraira (que Dios esté complacido de ambos) narraron que fueron testigos de cuando el Enviado de Dios (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) dijo: "Aquel que dijera: ¡No hay otra divinidad salvo Dios! ¡Dios es el Supremo!; Dios le reconfirmará: ¡No hay otra divinidad salvo Yo y Yo soy el Supremo. Y si dijera: ¡No hay otra divinidad salvo Dios, el Único sin copartícipe alguno!, Dios dirá: ¡No hay otra divinidad salvo Yo tan sólo, No tengo copartícipe alguno! Y, si dijera: ¡No hay otra divinidad salvo Dios! ¡Suyo es el Reino y Suyas son todas las alabanzas! Dios dirá: ¡No hay otra divinidad salvo Yo! ¡Mío es el Reino y Mías son todas las alabanzas! Y, si dijera: ¡No hay otra divinidad salvo Dios! ¡No hay auxilio ni poder sino en Dios!, Dios dirá: ¡No hay otra divinidad salvo Yo! ¡No hay auxilio ni poder sino en mí!". Y, el Enviado de Dios (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) añadió: "Quien dijera estas palabras durante su enfermedad, luego muriera el Fuego no le tocará".