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Relaciones Sociales (Primera Parte)

Las relaciones entre los miembros de la sociedad islámica están basadas en dos principios fundamentales:  primero, la consciencia del fuerte lazo de hermandad que liga a un individuo con otro; segundo, la protección de los derechos del individuo y lo sagrado de su vida, su honor y su propiedad, tal como lo garantiza la Sharía Islámica.

            Cualquier palabra, acción o conducta que contravenga o amenace estos dos principios esta prohibida por el Islam;  el nivel de la prohibición depende de la magnitud del daño moral o material que pueda resultar de la misma.  En las siguientes aleyas encontramos algunos ejemplos de los actos prohibidos que son perjudiciales para la hermandad y la santidad de los seres humanos.  Allah el Altísimo dice: 

"Los creyentes son, en verdad, hermanos. ¡Reconciliad, pues, a vuestros hermanos y temed a Allah!  Quizás, así se os tenga piedad".

"¡Creyentes!  ¡No os burléis unos de otros! Podría ser que los burlados fueran mejores que los que se burlan.  Ni las mujeres unas de otras. Podría ser que las burladas fueran mejores que las que se burlen.  ¡No os critiquéis ni os llaméis con motes ofensivos! ¡Mala cosa es ser llamado 'perverso' después de haber recibido la fe!  Los que no se arrepienten, ésos son los impíos.

¡Creyentes!  ¡Evitad conjeturar demasiado! Algunas conjeturas son pecado. ¡No espiéis! ¡No calumniéis! ¿Os gustaría comer la carne de un hermano muerto?  Os causaría  horror ... ¡Temed a Allah!  Allah es indulgente, misericordioso". (49:10-12). 

Aquí, Allah proclama que los creyentes son de hecho hermanos unos con otros, unidos por la hermandad del Islam además de la hermandad de la humanidad.  Esta relación implica que traten de conocerse unos a otros y que no se eviten, que traten de establecer lazos y no romperlos, que se amen y que no se odien, que sean sinceros y no superficiales, que se unan en vez de separarse.  El Profeta (B y P) dice:  "No os envidiéis unos a otros, no habléis mal unos de otros ni os odiéis.  Hacéos hermanos en el servicio de Allah" [1]. 

ES ILÍCITO ROMPER LOS LAZOS CON OTRO MUSULMAN

            Es un pecado para el musulmán rehuir a su hermano musulmán, romper toda relación con él, o alejarse de él.  Si dos musulmanes disputan entre ellos, tienen permitido un periodo de tres días para calmar los ánimos;  después, deben buscar los medios para la reconciliación y la paz, superando su orgullo, su enojo y su odio.  Una de las características de los creyentes elogiados en el Corán es que son "humildes hacia los creyentes".

            El Profeta (B y P) dijo:  "No es permitido que un musulmán se aparte de su hermano por más de tres días.  Si pasan estos tres días, el debe encontrarlo y saludarlo;  y si (el otro) le responde el saludo, ambos compartirán la recompensa.  Y si no le responde, cargará con su pecado mientras que el musulmán (que inició el saludo) será liberado del pecado de estar alejado"  [2].

            La prohibición de cortar los lazos es aún mas severa en el caso de los parientes consanguíneos.  El Islam impone a los musulmanes fortalecer los lazos de consanguinidad, considerándolos sagrados.  Allah dice:   

"¡Hombres! ¡Temed a vuestro Señor, Que os ha creado de una sola persona, de la que ha creado a su cónyuge, y de los que ha diseminado a un gran número de hombres y de mujeres! ¡Temed a Allah, en Cuyo nombre os pedís cosas, y respetad la consanguinidad!  Allah siempre os observa". (4:1). 

            Usando un lenguaje pintoresco, el Profeta (B y P) enfatizó sobre el valor de esta relación ante Allah de esta manera:  "El seno materno está atado al trono (de Allah)  y dice: 'Allah estará con quien  me mantiene unido; pero no estará con quien me rompa"[3].

            También dijo:  "Aquel  que corta no entrará en el Paraíso"[4]. Los juristas explican este hadiz como refiriéndose a quien "corta las relaciones familiares", otros dicen que se refiere a quien "corta los caminos", es decir, los asaltantes de los caminos.  Este hadiz nos muestra que ambos están en la misma categoría.

            Reforzar los lazos de familia no significa solo pagar una visita con otra o un favor con otro, pues esto es lo natural y lo que se espera que suceda;  significa que se debe mantener las relaciones amistosas aún con aquellos familiares que te esquivan.  El Profeta (B y P) dijo:  'El que mantiene los lazos de consanguinidad no es el que retribuye a sus familiares; es quien sigue manteniendo las buenas relaciones aunque sean dañadas por otros"[5].

            Esto se aplica siempre que el abandono o el alejamiento no sea por la causa de Allah, pues si son por la causa de Allah y de la justicia, las consideraciones anteriores no tienen validez.  El más fuerte lazo entre los creyentes está en el amor por la causa de Allah y el odio por la causa de Allah.

            Por cincuenta días el Profeta (B y P) y sus sahabis evitaron todo contacto con tres hombres que se habían rezagado y habían faltado a la batalla de Tabuk.  Este, por así decirlo, boicot fue tan completo que los tres no supieron que hacer o adónde ir; y sintieron que la tierra, a pesar de ser vasta, se había convertido en prisión para ellos.  Nadie los visitaba, ni les hablaba ni les saludaba.  Este "boicot" duró hasta que Allah aceptó su arrepentimiento y reveló al Profeta (B y P) que los había perdonado [6].  En otra ocasión, el Profeta (B y P) estuvo apartado de sus esposas por cuarenta días.

            Abdallah bin Omar se apartó de uno de sus hijos por el resto de su vida porque su hijo no se rigió por el hadiz del Profeta que le relató su padre, donde el Mensajero de Allah (B y P) prohibe a los hombres evitar que sus mujeres vayan a la mezquita [7].

            El alejamiento y la enemistad entre musulmanes nunca debe ser por una razón mundanal, pues ante Allah y el musulmán, el mundo tiene tan poco valor que no vale la pena romper y abandonar la relación con un hermano musulmán por su causa.  Y no podía ser de otra manera, pues el castigo a tal rencor sería la privación del perdón y la misericordia divina.  El Profeta (B y P) dijo:  "Las puertas del Paraíso abren los lunes y los jueves; y Allah perdona a toda persona que no asocia nada con Alalh excepto al hombre que mantiene una enemistad con su hermano.  Tres veces se ordenará:  'Dejad a los dos hasta que reconcilien'"[8].

            La persona agraviada debe contentarse con que su hermano venga a él y le pida disculpas; debe entonces aceptar los disculpas y reconciliarse.

            Es un pecado desairar a su hermano rechazando sus disculpas.  El Profeta (B y P) nos advirtió de no hacerlo diciendo que quien hace así no lo encontrará en la Fuente del Paraíso el Día de la Resurrección  [9]

SOLUCIONANDO DISPUTAS

            Incumbe a las personas en disputa solucionar sus diferencias en una manera fraterna;  pero también la comunidad musulmana tiene responsabilidades en este sentido.  Como la sociedad musulmana está basada en la cooperación y la ayuda mutua, no puede quedarse pasivamente viendo como sus miembros disputan y pelean, permitiendo que el conflicto crezca.  Es responsabilidad de los que detentan el respeto y la autoridad en la comunidad acudir para solucionar el conflicto, con absoluta imparcialidad y sin permitirse el apego emocional hacia uno de los lados o el otro.  Allah dice: 

"Los creyentes son, en verdad, hermanos. ¡Reconciliad, pues, a vuestros hermanos y temed a Allah!  Quizás, así se os tenga piedad". (49:10) 

            El Profeta (B y P), explicó el mérito de tal mediación y el peligro del conflicto y la hostilidad, de la siguiente manera:  "¿Os informo de algo mejor (en grados) que ayunar, dar caridad y orar?".  Al recibir la respuesta dijo:  "Ciertamente, es arreglar las cosas entre la gente, pues incitar a la gente  a las disputas es como una navaja.  Y no quiero decir que rasura el cabello sino que corta en pedazos la religión" [10].           

"NO OS BURLEIS UNOS DE OTROS"

            En los versos 49:10-12 del Sagrado Corán, Allah prescribió varias acciones relacionadas con la preservación de la hermandad y lo que ésta implica en relación a lo que debe tenerse como sagrado entre los seres humanos.  La primera de estas prescripciones es la prohibición de burlarse, denigrar y mofarse de los otros.  El Creyente que teme a Allah y desea obtener el Paraíso no debe burlarse de ninguna persona ni convertir a la gente en blanco de sus bromas, burlas, sarcasmos o mofa, por que esto no es más que orgullo, arrogancia y menosprecio por los demás, además de ignorancia sobre la escala con la que Allah mide la bondad. Allah dice:  

"¡Creyentes!  ¡No os burléis unos de otros! Podría ser que los burlados fueran mejores que los que se burlan.  Ni las mujeres unas de otra. Podría ser que las burladas fueran mejores que las que se burlen.  ¡No os critiquéis ni os llaméis con motes ofensivos! ¡Mala cosa es ser llamado 'perverso' después de haber recibido la fe!  Los que no se arrepienten, ésos son los impíos". (49:11) 

            En la escala d Allah, la bondad se mide por la fe, la sinceridad y el nivel de relacionamiento con Allah, no por la apariencia física, no por la fortuna ni por el poder.  El Profeta (B y P) dijo:  "Allah no mira a vuestra apariencia ni a vuestros bienes, pero mira vuestros corazones y vuestras obras" [11].

            ¿Como, pues, podrá ser permitido que una persona se burle de los defectos físicos, la deformidad o la pobreza de alguien? 

Se menciona que Abdallah bin Mas'ud tenía piernas muy delgadas y débiles.  Cierta vez, al ver sus piernas descubiertas, algunos se rieron; en ese momento, el Profeta (B y P) dijo:  "¿Os reís de la fragilidad de sus piernas?   Por aquel que tiene mi alma en Su mano;  en la escala de Allah pesan más que el monte Uhud" [12].

            El Corán relata como los idólatras criminales solían burlarse de los musulmanes creyentes, especialmente de los débiles y los oprimidos como Bilal y Ammar;  también nos relata como se volcarán los papeles el Día del Juicio, cuando los burladores serán burlados:  

"Los pecadores se reían de los creyentes.   Cuando  pasaban  junto a ellos, se  guiñaban el ojo; cuando regresaban a los suyos,  regresaban burlándose; cuando les veían  decían  "¡Sí  están extraviados!".  Pero  no han sido  enviados  para velar  por ellos.   Ese día, los creyentes se reirán de los infieles ..." (83:29-34). 

            A pesar de haber sido implicado en la primera parte de la aleya 49:11, la misma aleya aún añade explícitamente que las mujeres no deben burlarse de otras mujeres.  Este énfasis tal vez se deba al hecho de que burlarse de los demás es algo muy común entre las mujeres. 

"NO OS CRITIQUEIS"

            La segunda de estas prohibiciones es contra el "lamz", que literalmente significa "Lancear o apuñalar".  Aquí significa hallar defectos, pues la persona que encuentra defectos en los demás está haciendo algo similar a clavarles una espada o un puñal - y tal vez la herida causada por la lengua es más duradera. Un poeta dijo:  "Las  heridas causadas por el filo del arma sanan algún día.  ¿Pero las heridas de la lengua? Tal vez nunca".

            La forma de prohibición expresada en este verso es muy sutil, pues dice:  "no os critiquéis", es decir uno al otro.  Por que el Corán considera la comunidad musulmana como un sólo cuerpo en sus problemas y responsabilidades comunes, de manera que quien critica a su hermano se critica a sí mismo. 

"NO OS PONGAIS APODOS"

            Una forma de criticar es llamar a los demás con sobrenombres denigrantes del tipo que denota algún defecto y se usa para burlarse de una persona y denigrarla.  Un musulmán no debe llamar a su hermano con un nombre que le sea ofensivo, causándole dolor y así destruyendo los sentimientos de hermandad Islámica. 

SOSPECHAS

            El Islam apunta a establecer su sociedad sobre la pureza de conciencia y la confianza mutua.  No sobre dudas, sospechas, acusaciones y desconfianza.  De esta manera, la aleya menciona la cuarta prohibición que viene a salvaguardar lo que debe ser sagrado entre la gente:  

"¡Creyentes!  ¡Evitad conjeturar demasiado! Algunas conjeturas son pecado. ¡No espiéis! ¡No calumniéis! ¿Os gustaría comer la carne de un hermano muerto?  Os causaría  horror ... ¡Temed a Allah!  Allah es indulgente, misericordioso". (49:12). 

            El tipo de sospecha que se convierte en un pecado es el atribuir intenciones malignas, y no es permitido que un musulmán impute tales intenciones a su hermano musulmán sin justificativos y clara evidencia.  Porque la suposición básica sobre la gente es que son inocentes, y una mera suposición no debe resultar en la acusación de una persona inocente.  El Profeta (B y P) dijo al respecto:  "Evitad las conjeturas, pues la sospecha pregonada es la más engañosa forma de hablar [13].

            La debilidad humana es tal que nadie está libre de sospechas y malos pensamientos especialmente de aquellos con quienes no se tiene buenas relaciones.  Sin embargo, nosotros no debemos entregarnos a tales pensamientos ni pasar de ellos a la acción, como dice un hadiz:  "Si tienes una sospecha, no la sigas "[14]. 

ESPIANDO

            Interiormente, la desconfianza hacia los demás produce pensamientos malignos en la mente, mientras que exteriormente compele a al persona a espiar.  Pero el Islam establece su sociedad en la pureza de ambos, del interior y del exterior.  Así como espiar sigue a la sospecha, la prohibición de espiar viene inmediatamente después de la de sospechar.

            Entrometerse en los asuntos privados de la gente y espiar sus secretos no es permitido, aunque estén pecando, siempre que lo hagan en privado y no públicamente.  Abu Haitham, escribano de Uqba bin Amir, un sahabi del Profeta (B y P), narró lo siguiente:  "Dije a Uqba bin Amir:  'algunos de nuestros vecinos beben vino y yo voy a llamar a la policía para que los arresten'.  Uqba dijo:  'no hagas eso, sino aconséjales y adviérteles'.  Yo dije:  'Les dije que no lo hagan pero ellos no me escuchan.  Informaré, pues, a la policía y los haré arrestar'  Uqba dijo entonces: '¡Ay de ti! No hagas eso, pues yo oí al Mensajero de Allah decir:  'Si alguien oculta los asuntos privados, es como si reviviera de su tumba a una niña enterrada viva' " [15].

            El Profeta (B y P) describió a esos que andan buscando las faltas de los demás como hipócritas, pues proclaman su fe con sus lenguas a la vez que sus corazones no confirman lo que ellos dicen.  El denunció públicamente a tales personas.  Ibn Omar relató que el Profeta (B y P) subió al púlpito y clamó en voz alta:  "Oh vosotros, los que clamáis ser musulmanes con vuestras lenguas pero cuyos corazones aún no han sido alcanzados por la fe, no molestéis a los musulmanes ni busquéis sus faltas, porque quien busca las faltas de sus hermanos verá sus faltas procuradas por Allah y cuando Allah procura las faltas de alguien, las expone, aunque estén en el interior de su casa" [16].

            A fin de proteger la privacidad de la gente, el Profeta (B y P) prohibió estrictamente que cualquiera mire dentro de las casas de los demás sin su permiso.  Y absolvió a los residentes de cualquier herida que puedan causar a quien está fisgoneando en sus hogares.  Dijo:   "Si alguien fisgonéa  dentro  de  la casa de alguien  más sin su permiso, es permitido que el dueño le saque un ojo" [17].

            Así también, prohibió escuchar clandestinamente la conversación de las personas sin su conocimientos o aprobación, dijo:  "Aquel que escucha clandestinamente la conversación de las otras personas contra su voluntad tendrá plomo derretido entrando en sus oídos el Día de la Resurrección" [18].

            Allah el Altísimo mando que una persona no entre en la casa de nadie hasta que se le dé permiso y haya saludado a sus habitantes:  

"¡Creyentes! No entréis en casa ajena sin daros a conocer y saludar a sus moradores.  Es mejor para vosotros.  Quizás, así os dejéis amonestar. Si no encontráis en ella a nadie, no entréis sin que se os dé permiso.   Si se os dice que os vayáis, ¡idos!  Es más correcto. Allah sabe bien lo que hacéis". (24:2728). 

            El Profeta (B y P) dijo:  'Aquel que abre la cortina y mira en una casa antes que se haya dado permiso de entrar, comete una ofensa' [19].

            Los textos que prohiben espiar e investigar las faltas de la gente se aplican igualmente al gobierno como a los individuos. Mu'auia mencionó que el Profeta (B y P) dijo:  "Si procuras las faltas de la gente los corromperás, o los harás llegar cerca de la corrupción" [20].

            Abu Imama mencionó que el Profeta (B y P) dijo:  "El gobernante que teje sospechas entre la gente la está corrompiendo" [21]. 

HABLANDO MAL DE LOS DEMAS

            La sexta acción prohibida  en las aleyas citadas anteriormente es el hablar mal de los ausentes (ghiba): 

"¡Creyentes!  ¡Evitad conjeturar demasiado! Algunas conjeturas son pecado. ¡No espiéis! ¡No calumniéis! ¿Os gustaría comer la carne de un hermano muerto?  Os causaría  horror ... ¡Temed a Allah!  Allah es indulgente, misericordioso". (49:12). 

            El Profeta (B y P) quiso aclarar el significado de "hablar mal" a sus sahabis a través de preguntas y respuesta.  El les preguntó:  "¿Saben lo que es hablar la Ghiba?"  Ellos respondieron:  "Allah y su Mensajero saben mejor".  El dijo:  "Es decir algo sobre tu hermano que a él le pueda disgustar".  Alguien preguntó:  "¿Y qué sucede si yo digo algo sobre mi hermano y es verdad?".  El Profeta (B y P) respondió:  "Si lo que dices de él es verdad, pues es ghiba; y si no es verdad, pues es una calumnia"[22].

            Cuando una persona no gusta de otra, tiende a encontrar defectos en su apariencia, conducta, linaje y cualquier otra cosa que esté relacionada con ella.

            Aisha narró que dijo al Profeta (B y P): "¿Ves que Safía (otra esposa del Profeta) esa así y así?".  Implicando que era de corta estatura.  El Profeta (B y P) le respondió: "Las palabras que has dicho son tales, que si se mezclan con las aguas del océano, las obscurecerán" [23].

            La ghiba (el hablar mal de los ausentes) no es más que un deseo de empequeñecer a la gente, de dañar su honor y desdeñar sus logros en su ausencia. Y  ya que es un puñalada por la espalda, pues es una señal de ceguera y cobardía.  La ghiba es un atributo negativo; y sólo los que no han logrado nada se dedican a ella.  Es un arma de destrucción, pues quien es aficionado a ella no deja a nadie sin lanzarle sus dardos y herirlo.

            No debemos sorprendernos, pues, que el Corán presente una imagen tan repulsiva de tan vil costumbre que hace a la gente estremecerse de horror: 

"¡Creyentes!  ¡Evitad conjeturar demasiado! Algunas conjeturas son pecado. ¡No espiéis! ¡No calumniéis! ¿Os gustaría comer la carne de un hermano muerto?  Os causaría  horror ... ¡Temed a Allah!  Allah es indulgente, misericordioso". (49:12). 

            Si pensar solamente en comer carne humana ya causa malestar, ¡Cuán repulsivo es pensar en comer la carne del propio hermano muerto!

            En toda oportunidad, el Profeta (B y P) mencionaba esta alegoría coránica para imprimirla en los corazones y mentes de la gente.  Ibn Mas'ud relató:  "Estabamos sentados con el Profeta (B y P) cuando un hombre se paró y se marchó.  En ese momento otro habló mal de él.  El Profeta (B y P) dijo:  'Límpiate los dientes'.  El hombre dijo: '¿Porque? No he comido carne'.  El Profeta (B y P) le respondió: 'Acabas de comer la carne de tu hermano" [24].

            Yábir narró:  "Mientras estabamos sentados con el Profeta (B y P), el viento trajo un olor fétido en nuestra dirección, en este momento, el Profeta (B y P) dijo:  '¿Sabéis que olor es éste?  Es el olor de aquellos que hablan mal de los creyentes'" [25].

            Todos estos textos y citas demuestran la santidad y dignidad que la persona disfruta en el Islam.  Sin embargo, algunos eruditos han mencionado algunas excepciones, necesariamente limitadas a ciertas circunstancias, cuando hablar sobre una persona en su ausencia es permitido.  Entre esta excepciones esta la de una persona que ha sido oprimida y se está quejando de su opresor.  Aunque deba entonces hablar sobre lo que al opresor disgusta, es su derecho hacerlo a fin de garantizar la justicia; en consecuencia, se le da permiso para describir el mal que se le ha causado.  Allah dice:  

"A Allah no le gusta la maledicencia en vos alta, a no ser que quien lo haga haya sido tratado injustamente.  Allah todo lo oye, todo lo sabe". (4:148). 

            Si alguien desea investigar el carácter o la idoneidad de una persona con la que desea entrar en sociedad, o que le ha pedido su hija en matrimonio, o que le está pidiendo trabajo, está permitido que aquellos que son consultados den su opinión franca y honesta.  Aquí se presenta un conflicto entre dos obligaciones:  una, dar buen asesoramiento a quien busca información; y dos, proteger el honor de la persona sobre la cual se pide una opinión. Pero la primera obligación tiene precedencia sobre la segunda, pues es más importante y sagrada.  Fátima bint Qais consultó al Profeta (B y P) sobre dos hombres que la habían pedido en matrimonio. El Profeta (B y P) le dijo sobre uno de ellos:  "Es un bueno para nada y no tiene propiedades". Y sobre el otro, "nunca baja su bastón del hombro", queriendo decir que frecuentemente golpeaba a las mujeres en sus casa.

            También es permitido hablar sobre una persona sin su conocimiento si se requiere una opinión legal o un veredicto (Fatua)  sobre la misma o si se necesita ayuda para combatir el mal que estuviera causando, o referirse a él por un nombre, un título o una característica que el no guste pero sin el cual no se la puede identificar, como por ejemplo,  "el hombre cojo", "el tuerto";  así también, cuestionar a un testigo o criticar a un relator de hadices o noticias es permitido. [26]

            La regla general sobre la permisibilidad de hablar sobre alguien en su ausencia está regida por dos consideraciones:  la necesidad y la intención.

1.  La necesidad:  Cuando no hay una necesidad urgente de mencionar a la tercera persona de una forma que le disguste, debemos abstenernos de violar la santidad de su personalidad y su honor.  Si hay necesidad de mencionarlo pero ésta se puede satisfacer con una referencia indirecta, no debemos ser explícitos.  Si una discusión general basta, se debe evitar mencionar personas específicas.  Por ejemplo, cuando se procura una opinión legal (fatua), se puede hacer así la pregunta:  "¿Cuál es su opinión de alguien que hace esto y aquello?".  Finalmente, si se debe mencionar a la persona, se debe mencionar sólo lo que es verdad, pues atribuirle algo falso es haram.

2.  La Intención:  En cualquier caso, la intención es un factor decisivo.  El que habla conoce sus motivos mejor que nadie - si es que constituyen un justo reclamo contra una injusticia o mero rencor, si es una investigación objetiva o una calumnia, criticismo académico o simple habladuría (ghiba), un buen consejo o la difusión de un rumor.  Al respecto podemos decir que el creyente es el juez más exigente consigo mismo;  más que un tirano o un socio ambicioso.

            El Islam decreta que el oyente sea partidario del ausente, y que debe defender a su hermano ausente repudiando la calumnia que se lanza sobre él.

            El Profeta (B y P) dice,  "si alguien defiende a su hermano que es calumniado en su ausencia, su recompensa será que Allah lo libre del Fuego". [27]  También dijo:  "Si Alguien defiende la honra de su hermano en esta vida, Allah protegerá su rostro del fuego en el Día de la Resurrección" [28].

            Si una persona no tiene el coraje de hablar en defensa de su hermano contra las lenguas maliciosas, lo menos que puede hacer es salir de ese círculo hasta que cambien de tema; de otra manera el verso (4: 140) se aplicará: 

"Él os ha revelado en la Escritura:  "Cuando oigáis que las aleyas de Allah no son creídas y son objeto de  burla, no os sentéis con ellos mientras no cambien de tema de conversación; si no, os haréis como ellos".  Allah reunirá a los hipócritas y a los infieles, todos juntos, en la gehena".(4:140). 

DIFUNDIENDO CHISMES (AL NAMIMA)

            Otro mal hábito, que acostumbra acompañar a la ghiba y que es también estrictamente prohibido en el Islam, es el de contar chismes.  Esto significa contar a otros lo que tu oíste de alguien, de tal manera que cause disensión entre la gente, agrie su relaciones o aumente la antipatía ya existente entre ambos.

            Desde sus primeras revelaciones en la Meca, el Corán condenó esta hábito diciendo:  

"¡Nos obedezcas, pues, a los chismosos!" (68:10). 

Y el Profeta (B y P) dijo:  "El que difunde los chismes que ha oído por ahí no entrará al Paraíso" [29] Y "Los más malvados entre los siervos de Allah son aquellos que andan difundiendo chismes, dividiendo a los que se aman y tratando de difamar a los que son inocentes"[30].

            Para alentar las paz y la conciliación, el Islam permite que un mediador esconda las malas cosas que una persona pueda decir de otra y le permite aumentar algunas cosas buenas que, de hecho, ninguno de ellos ha dicho.

            Esto no se considera mentir, porque el Profeta (B y P) dijo:  "No miente quien, al conciliar entre dos personas, dice algo bueno o adiciona algo bueno (a las palabras de los que están en disputa) "[31].

            El ataque del Islam está particularmente dirigido contra esa gente que tan pronto como oyen algo malo, se apresuran a contarlo para conseguir un favor o por el simple gusto de causar problemas y conflicto.  De hecho, muchos de esta clase no se conforman con simplemente repetir lo que han oído sino que añaden algo o se inventan algo.  Como un poeta dijo:

                        Si escuchan una buena palabra, la ocultan;

                        Si escuchan un mala palabra, la gritan

                        Y si nada escuchan, inventan una mentira.

            Un hombre fue ante Omar bin Abdul 'Aziz y le contó algo acerca de otro hombre que al mencionado no le hubiese gustado que se diga.  Entonces, Omar le dijo:  "Examinemos tu caso:  si estás mintiendo, eres uno de esos mencionados en la aleya que dice:  "¡Creyentes! Si un malvado os trae una noticia, examinadla bien, no sea que lastiméis a gente por ignorancia y tengáis que arrepentiros de lo que habéis hecho". (49:6). Y si estás diciendo la verdad eres uno de los mencionados en la aleya que dice : " ... al pertinaz difamador, que va sembrando chismes..." (68:11) Pero si quieres te podemos perdonar".  El hombre dijo:  "Por favor perdóname, Emir de los creyentes.  Nunca volveré a hacerlo". 

EL HONOR ES SAGRADO

            Ya hemos notado que las enseñanzas islámicas salvaguardan la dignidad y el honor del ser humano, considerándolos, de hecho, inviolables y sagrados.

            Cierta vez, mientras miraba hacia la Ka'ba,  Abdallah bin Omar dijo:  "¡Qué grande y Sagrada eres!  Pero la santidad del creyente es mayor que la tuya".  Y la santidad del musulmán incluye la santidad de su vida, su honor y su propiedad.

            Durante la peregrinación de despedida, el Profeta (B y P) se dirigió a la multitud diciendo:  "Vuestras vidas, vuestro honor y vuestra propiedad son tan sagradas entre vosotros como la santidad de este día, en este mes y en esta ciudad" [32].

            El Islam protege la honra de un persona contra las malas lenguas (la Ghiba) incluso si lo que se dice es verdad.  ¿Cuán horrible será, pues, si lo que se dice es falso y mentira?  Esta es una clara maldad y un gran pecado.  El Profeta (B y P)  dijo:  "Si alguien dice algo falso sobre una persona  para difamarla, Allah lo confinará en el fuego del Infierno hasta que este extingan sus palabras" [33].

            Aisha relató que el Profeta (B y P) dijo a sus sahabis:  "¿Sabéis cuál es la peor forma de  usura ante Allah?" Ellos dijeron:  "Allah y su Mensajero saben mejor"  El Profeta (B y P) respondió:  "La peor forma de usura es la violación de la honra personal del musulmán".  Luego les recitó:"Los que molestan a los creyentes y a las creyentes, sin haberlo éstos merecido, son culpables de infamia y de pecado manifiesto" [34].

            El más vil ataque a la honra de la persona consiste en acusar a una mujer creyente y virtuosa de inmoralidad.  Tal acusación no solo arruina su reputación y la de su familia, destruyendo su futuro, sino que difunde el escándalo dentro de la sociedad islámica.  Por esto es que el Profeta (B y P) citó esta acción entre los siete pecados capitales y el Corán amenazó a quienes cometen este pecado con castigos directos:  

"Malditos sean en la vida de acá y en la otra quienes difamen a las mujeres honestas, incautas pero creyentes.  Tendrán un castigo terrible el día que sus lenguas, manos y pies atestigüen contra ellos por las obras que cometieron"

"  Ese día, Allah le retribuirá en su justa medida y sabrán que Allah es la Verdad manifiesta". (24:23-25) 

"Quienes deseen que se extienda la indecencia entre los creyentes, tendrán un castigo doloroso en la vida de acá y en la otra.  Allah sabe, mientras que vosotros no sabéis".(24:19)


[1] Citado por Al Bujari y otros.
[2] Citado por Abu Daud.
[3] Citado por Al Bujari y Muslim.
[4] Citado por Al Bujari.
[5] Citado por Al Bujari.
[6] Citado por Al Bujari y Muslim.
[7] Citado por Ahmad. Al Suiuti  escribió un tratado llamado "Castigo por alejamiento" en el cual lo justifica basándose en varios hadices y relatos de los sahabis.
[8] Citado por Muslim.
[9] Citado por Al Tabarani.
[10] Citado por Al Tabarani y otros.
[11] Citado por Muslim.
[12] Citado por Al Tialisi y Ahmad.
[13] Citado por Al Bujari y otros.
[14] Citado por Al Tabarani.
[15] Citado por Aabu Daud, Al Nasái, Ibn Hibbán en su "Sahih" y por Al Hakim.
[16] Citado por Al Tirmidhi, Ibn Maya ha mencionado algo similar.
[17] Citado por Al Bujari y Muslim.
[18] Citado por Al Bujari y Muslim.
[19] Citado por Ahmad y Al Tirmidhi.
[20] Citado por Abu Daud e Ibn Hibbán en su "Sahih".
[21] Citado por Abu Daud.
[22] Citado por Muslim, Abu Daud , Al Tirmidhi y Al Nasái.
[23] Citado por Muslim, Abu Daud, Al Tirmidhi y Al Nasái.
[24] Citado por Ahmad de una fuente confiable.
[25] Citado por Ahmad de una fuente confiable.
[26] Ver la discusión de Al Ghazzali sobre los usos y abusos de las palabras en su "Ihiá ...", también el comentario de Al Nauaui al Sahih de Muslim y el tratado de Al Shaukani sobre lo lícito y lo ilícito al hablar de los demás en su ausencia.
[27] Citado por Ahmad de buena fuente.
[28] Citado por Al Tirmidhi de buena fuente.
[29] Citado por Al Bujari y Muslim.
[30] Citado por Ahmad.
[31] Citado por Al Bujari y Muslim.
[32] Citado por Muslim.
[33] Citado por Al Tabarani.
[34] Citado por Ibn Abu Hátim, Ibn Mardawai y Al Baihaqi.
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