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EL PASO HACIA EL PARAÍSO: Descripción Del Largo De La Camisa, De La Manga, De La Túnica, Del Turbante, Etc. Prohibición De Arrastrar La Ropa En Señal De Ostentación; Y Su Desaprobación Aunque Sea Sin El Ánimo De Arrogancia

EL PASO HACIA EL PARAÍSO
Dichos De Muhammad El Enviado De Dios
El-Imam Al-Nawawi
CAPÍTULO 106
Descripción Del Largo De La Camisa, De La Manga, De La Túnica, Del Turbante, Etc. Prohibición De Arrastrar La Ropa En Señal De Ostentación; Y Su Desaprobación Aunque Sea Sin El Ánimo De Arrogancia

EL LIBRO DEL VESTIR

433. Asmaá Bint Yazid, de los ánsares, (que Dios esté complacido de ella) narró: La manga de la camisa del Enviado de Dios (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) le alcanzaba, tan sólo, hasta el muñón de la mano.

434. Abu Huraira (que Dios esté complacido de él) narró que el Profeta (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) dijo: "Toda parte del cuerpo, por debajo de los talones, que ha sido cubierta por una túnica, estará en el Fuego".

435. Abu Dhar (que Dios esté complacido de él) narró que el Profeta (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) dijo: "Dios, en el Ultimo Día no dirigirá palabra o mirada alguna, ni purificará a tres clases de personas quienes, además, sufrirán un doloroso tormento", y lo repitió tres veces. Dije: ¡pues esa gente, ciertamente, ha sido condenada al fracaso. Pero, ¡Oh Enviado de Dios! ¿Quiénes son?.
Dijo: Son; aquél que deja arrastrar su túnica, y aquél que echa en cara la caridad que entrega y aquél que consigue vender sus productos mediante falsos juramentos".

436. Yaber Ibn Sulaim (que Dios esté complacido de él) narró: En cierta ocasión, vi a un hombre que siempre que daba alguna orden, la gente se apresuraba a cumplirla. Así que pregunté quién era aquel hombre y me respondieron: Es el Enviado de Dios (la paz y las bendiciones de Dios sean con él).
Me acerqué y le saludé: "¡Para ti sea la paz! ¡Oh Enviado de Dios!", -dos veces-. Pero él me replicó: "No digas, para ti sea la paz. Pues ese es el saludo a los muertos. Más bien di: la paz sea contigo” Le pregunté: ¿Eres tú el Enviado de Dios?.
Respondió: "¡sí! soy el Enviado de Dios, Quién, si te ocurriera alguna desgracia y le suplicaras, te la hará desaparecer. Y, si sufrieras un año de sequía y le imploraras, hará que tu tierra proliferara. Y, si te encontraras en una tierra desértica y perdieras tu montura, y le suplicaras, Él te la devolverá".
Dije: ¡Aconséjame!
Dijo: "Nunca insultes a nadie".
Yaber Ibn Sa'd añadió: Después de aquellas palabras, no he vuelto a insultar a ningún hombre, esclavo, camello ni oveja) Y, el Enviado de Dios (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) prosiguió: "No menosprecies el hacer cualquier acto de bien, aunque sea el escuchar, con cara alegre, las palabras de un hermano; pues eso también es un acto de bien.
Así mismo, que tu túnica no sea tan larga más allí de la mitad de tus piernas o como mucho hasta los tobillos. Y, no arrastres nunca tu túnica, porque es signo de jactancia y, Dios no ama la jactancia.
Además, si un hombre te insulta y te ofende por algo que sepa sobre ti, no le ofendas por algo que sepas sobre él. Pues, él se cargará con las faltas como consecuencia de sus ofensas".

Selección y Prologo: Prof. Dr. M.M Al-Azami
Traducción de texto: Ahmed M. Safi
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