EL PASO HACIA EL PARAÍSO: El Libro De La Peregrinación

EL LIBRO DE LA PEREGRINACION

Dios - alabado sea - dice:
"La peregrinación a la Casa es una obediencia a Dios que deben cumplir aquellos que disponen de medios. Mas, recuérdale a aquél que no cree ni tiene fe que Dios puede prescindir de todas las criaturas". EL Sagrado Corán (3:97)

697. Abdula Ibn Umar (que Dios esté complacido de ambos) narró que el Profeta (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) dijo: "El Islam se asienta sobre columnas. Dar testimonio de que no existe otra divinidad salvo Dios, y que Muhammad (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) es Su Enviado; Practicar las oraciones; Pagar el impuesto social (zakat); Peregrinar a la Casa de Dios (en La Meca) y observar el Ayuno de Ramadán".

698. Abu Huraira (que Dios esté complacido de él) narró: "En cierta ocasión, el Profeta (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) pronunció un sermón y, dirigiéndose a nosotros, dijo: ¡Oh, gentes! Dios ha impuesto la obligación de que llevéis a cabo el Hayy (la Peregrinación) y debéis cumplirlo'. Una persona preguntó: ¡Oh, Enviado de Dios! ¿Debemos realizar el Hayy todos los años? El Profeta (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) guardó silencio hasta que el hombre hubo repetido la pregunta tres veces. Al cabo, el Profeta (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) dijo: 'Si hubiese dicho «sí», este Hayy se hubiese en una obligación anual, algo que quizás no estuviese a vuestro alcance. El Profeta (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) añadió: Dejadme en paz cuando yo omita algo, (es decir) no me acoséis con tales preguntas cuando yo no os imponga algo. Algunas personas que vivieron antes que vosotros solían formular demasiadas preguntas innecesarias, y estaban en desacuerdo con sus profetas. Por ello es que fueron destruidas. Por ello, cuando yo os inste a hacer algo, debéis obedecer y cumplir mis instrucciones dentro de la medida de vuestras capacidades, y cuando os prohíba hacer algo, debéis absteneros de hacerlo”.

699. Abu Huraira (que Dios esté complacido de él) narró que oyó decir al Profeta (la paz y las bendiciones de Dios sean con él): "Una persona que cumple el peregrinaje, y durante el mismo se abstiene de la lujuria y de los abu­sos, esa persona retornará (del per­egrinaje debidamente purificada) como si hubiese sido parida por su madre ese mismo día".

700. También narró Abu Huraira (que Dios esté complacido de él) que el Profeta (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) dijo: "Una Umra seguida de otra Umra expía las faltas cometidas entre las dos. La recompensa por un peregrinaje (libre de vicios) es nada menos que el Paraíso".

701. A'icha (que Dios esté complacido de ella) narró: "En cierta ocasión pregunté al Profeta (la paz y las bendiciones de Dios sean con él): ¡Oh, Enviado de Dios! Nosotras (las mujeres) consideramos que el Yihad (lucha) por la causa de Dios es la mejor de las acciones. Entonces, ¿no deberíamos salir a luchar por la causa de Dios?, él (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) dijo: La mejor forma de Yihad por la causa de Dios en vuestro caso es el peregrinaje, libre de todo vicio y defecto".

702. A'icha (que Dios esté complacido de ella) narró que el Profeta (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) dijo: "No existe otro día en que Dios libera al mayor número de sus siervos del fuego del Infierno que no sea el Día de Arafat".

703. Ibn Abbas (que Dios esté complacido de ambos) narró que el Profeta (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) dijo: "La Umra efectuada durante el mes de Ramadán es equivalente a un peregrinaje, o es similar al peregrinaje efectuado en compañía".

704. Ibn Abbas (que Dios esté complacido de ambos) narró: "Una mujer preguntó al Profeta (la paz y las bendiciones de Dios sean con él): "¡Oh, Enviado de Dios! Dios ha hecho un deber obligatorio para sus siervos el peregrinaje en una época en que mi padre ha llevado a la vejez, y no tiene fuerzas para montar un animal. ¿Puedo yo realizar el peregrinaje en su nombre?’, él (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) respondió: '¡sí!'".

705. Laqit Ibn 'Aamir (que Dios esté complacido de él) narró que en una ocasión visitó al Profeta (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) y le preguntó: "Mi padre se ha hecho muy anciano y no tiene fuerzas suficientes para emprender el viaje y cumplir el peregrinaje o Umra". El Profeta (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) dijo: "tú cumplirás el Hayy y la Umra en nombre de tu padre".

706. Saih Ibn Yazid (que Dios esté complacido de él) narró: "Yo tenía siete años y acompañé al Profeta (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) en su último peregrinaje".

707. Ibn Abbas (que Dios esté complacido de ambos) narró que el Profeta (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) se cruzó con un grupo de jinetes en Rauja, y que les preguntó quiénes eran. Ellos dijeron que eran musulmanes, y preguntaron quién era él. él respondió: "El Enviado de Dios". Una mujer de entre ellos se adelantó, le presentó un niño y le preguntó: "¿Puede él ir al Hayy?". El Profeta (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) repuso: "sí, y tendrá la recompensa del Hayy".

708. Ibn Abbas (que Dios esté complacido de ambos) narró: "Ukaz Mayinna y Zul Mayaz eran mercados (lugares de mercado de temporada) durante los días de la Yahilía (días pre-islámicos). Luego del advenimiento del Islam, algunas personas pensaban que podía ser pecaminoso continuar el tráfico y el comercio en estos mercados durante la temporada del peregrinaje. Sobre esto, se reveló el siguiente versículo:
'No hacéis mal si buscáis favor de vuestro Señor (comerciando en la época de la Peregrinación)’ (2: 198)”.