EL PASO HACIA EL PARAÍSO: El Mérito Y La Virtud De Acudir A Las Mezquitas

EL LIBRO DE LAS VIRTUDES

583. Abu Huraira (que Dios esté complacido de él) narró que el Profeta (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) dijo: "Aquel que, a menudo, acude a la mezquita o regresa de la misma; Dios le preparará un festín por cada vez que acude o regresa".

584. Abu Huraira (que Dios esté complacido de él) narró que el Profeta (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) dijo: "Quien hiciera correctamente su ablución en su casa, luego acude a una de las Casas de Dios para llevar una de las oraciones obligatorias, por cada paso que diera le será perdonada una falta o será elevado en un grado”.

585. Ubay Ibn Ka'b (que Dios esté complacido de él) narró: Había un hombre de los Ansares que nadie vivía tan lejos de la mezquita que él, pero nunca se ausentaba de las oraciones. Alguien le dijo: ¿Por qué no te compras un burro para montarlo por la noche y en los días de mucho calor?
Respondió: ¡A mí no me hace feliz que yo tuviera mi casa junto a la mezquita. Lo que deseo es que se anotaran mis pasos hacia la mezquita y durante mi regreso con mi familia. El Enviado de Dios (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) dijo: "Pues Dios te lo ha juntado todo".

586. Yaber (que Dios esté complacido de él) narró: Había un solar que quedé disponible alrededor de la mezquita. Por ello, los banu Salama deseaban trasladarse allí para estar cerca de la mezquita.
La noticia llegó al Profeta (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) y les dijo: "¡He tenido conocimiento de que queréis trasladaros cerca de la mezquita!"
Dijeron: ¡Oh Enviado de Dios! sí, eso es lo que queríamos.
Entonces, les dijo: "¡Oh Banu Salama! ¡Vuestro barrio anotará vuestras huellas! ¡sí, vuestro barrio anotará vuestras huellas!"
Más tarde, los banu Salama dijeron: En nada nos habría complacido que nos hubiéramos trasladado.

587. Abu Huraira (que Dios esté complacido de él) narró que el Profeta (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) dijo: "¿Queréis que os indique algo con lo que Dios perdonara vuestras faltas, y vuestra posición será más elevada?". Los Compañeros dijeron: "Dinos, oh Enviado de Dios". Él dijo: Realizar las abluciones adecuadamente y con abundante agua, incluso en circunstancias difíciles; ir a rezar a la mezquita con frecuencia; y esperar la siguiente oración una vez terminada la que estéis rezando, ésta es vuestra vigilancia y defensa permanente por la causa de Dios.