El Verdadero Musulmán Y Sus Parientes
Al Arĥâm
La bondad, el respeto y el buen trato del musulmán no están limitados sólo a sus padres, esposa e hijos, sino que se extiende a todos sus parientes. En el Corán, la palabra usada es Arĥâm (literalmente ‘vientres’) que se refiere a aquellos vinculados a una persona por relación consanguínea, ya sean que hereden de él o no.
El punto de vista islámico respecto a la relación con los parientes
El Islam ha reconocido los lazos de parentesco de una manera que no tiene parangón en otras religiones o ‘ismos’. Ordena a los musulmanes mantener los lazos de parentesco, y condena al que corta ese vínculo.
No hay mejor prueba del gran énfasis puesto por el Islam en los lazos de parentesco que el viviente cuadro que detalló el Profeta (B y P), quién describió al parentesco (Raĥim) como estando de pie en la inmensa arena de la creación y buscando el refugio en Allah de ser cortado. Allah contestó su ruego, protegiendo a aquellos que mantienen los lazos de parentesco, y cortando Su relación con aquellos que rompen esos vínculos. Esto se ve claramente en el Ĥadîz Saĥîĥ narrado por Abû Hurairah (R), quien dijo:
El Profeta (B y P) dijo: "Allah creó el universo, y cuando finalizó, el parentesco (Raĥim) se puso de pie y dijo: Éste es el lugar de aquel que busca Tu protección de estar cortado. Allah dijo: ‘Sí ¿Te complace saber que Yo cuidaré de aquellos que cuidan de ti y cortaré Mi relación con aquellos que se desvinculan de ti?’ Exclamó: Por supuesto. Allah dijo: ‘Entonces tu ruego ha sido concedido’" Luego el Profeta (B y P) dijo: "Recitad, si queréis: {Si no obedecéis corromperéis la Tierra y cortaréis los lazos familiares. ¿Acaso esto os agrada? Éstos son a quienes Allah ha maldecido haciendo que se comporten como sordos y ciegos.}" [47:22-23][1]
Muchos versículos del Corán reiteran y afirman la posición del Arĥâm en el Islam, alentando a las personas a mantener los lazos de parentesco, e inculcando la importancia de reconocer los derechos del parentesco, evitando el abandono de esos derechos, y advirtiendo contra el abuso de ellos. Uno de esos versículos es:
{Temed a Allah, en Cuyo nombre os reclamáis vuestros derechos, y respetad los lazos de parentesco…} [4:1]
Este versículo ordena al hombre que tema a Allah por encima de todo, luego ubica el respeto por el Arĥâm en segundo lugar para dar énfasis a su importancia.
Para el verdadero musulmán, el hecho de que el Raĥim se menciona a menudo junto con la creencia en Allah y el buen trato a los padres, es suficiente para confirmar su importancia:
{Tu Señor ha ordenado que no adoréis sino a Él y que seáis benévolos con vuestros padres...} [17:23]
{Ayuda a los parientes, también al pobre y al viajero insolvente, pero sin ser pródigo.} [17:26]
{Adorad a Allah y no Le asociéis nada. Sed benevolentes con vuestros padres, parientes, con los huérfanos, pobres, vecinos parientes y no parientes, el compañero, el viajero insolvente…} [4:36]
Como vemos el trato amable a los parientes viene un grado debajo del trato amable a los padres, en la escala de las relaciones humanas como son definidas por el Corán; de allí, la bondad y el respeto abarcan a todos los miembros necesitados de la familia humana mayor. Esto satisface la naturaleza humana que se inclina por el trato amable a los parientes cercanos; también está en armonía con el sistema islámico global de organización social y la responsabilidad mutua que empiezan con la familia y luego se extiende a los parientes y después a la sociedad, en un espíritu de misericordia y amistad que hacen la vida más agradable y hermosa a la humanidad.
Respetar los lazos de parentesco es uno de los mayores principios que el Islam ha promovido desde el primer día que el Profeta (B y P) empezó a predicar su Mensaje. Es uno de los rasgos más característicos de la ley islámica. Esto se ve reflejado en la extensa conversación entre Abû Sufiân y Heráclito. Cuando el emperador le preguntó a Abû Sufiân: ¿Qué os ha ordenado este hombre? Él le contestó: Él nos dice: "Adorad solamente a Allah y no Le asociéis nada. Abandonad la religión de vuestros antepasados". Además nos dice que recemos, hagamos caridad, seamos sinceros y respetemos los lazos de parentesco.[2]
Respetar los lazos de parentesco se cuenta como una de las características más importantes de esta religión, junto con la pura creencia en el monoteísmo de Allah, el cumplimiento de la oración, la sinceridad y la castidad.
En el largo Ĥadîz de ‘Amr Ibn ‘Anbasah (R) que incluye muchas enseñanzas básicas del Islam, él comentó:
El Mensajero de Allah (B y P) se ocultaba, ya que su gente le hostigaba, y con una actitud amigable (hacia los habitantes de la Makkah) me las arreglé para llegar hasta él, le pregunté: ¿Quién eres tú? Dijo: "Soy un Profeta". Dije: ¿Cómo profeta? Dijo: "He sido enviado por Allah". Dije: ¿Y con qué cosa te ha enviado? Dijo: "He sido enviado para unir los lazos de parentesco, destruir los ídolos y proclamar la unicidad de Allah para que no se Le asocie nada".[3]
En este resumen de los principios más importantes del Islam, el Profeta (B y P) claramente dio énfasis a la unión de los lazos de parentesco y lo mencionó entre las principales características de la fe. Esto es indicativo de su elevado rango en el conjunto de normas de esta religión, la cual Allah ha revelado como una misericordia para todo el universo.
Las fuentes del Islam animan y estimulan a mantener unidos los lazos de parentesco, y advierte a los que lo cortan. Abû Aiiûb Al Ansâri (R) dijo:
Un hombre se presentó ante el Profeta (B y P) y le dijo: Indícame una acción que me acerque al Paraíso y me aleje del Fuego. Y él respondió: "Adora a Allah y no Le asocies nada, cumple con la oración, paga el Zakâh y haz el bien a tus parientes".[4]
La unión de los lazos de parentesco aparece en el mismo contexto con la adoración de Allah, la creencia en Su unidad absoluta, el establecimiento de la oración y el pago del Zakâh. De hecho es uno de los mejores actos virtuosos que garantizan el Paraíso y salvan del Infierno.
Anas (R) dijo:
El Profeta (B y P) dijo: "Quienquiera que desee que su Rizq (sustento) sea aumentado y su vida prolongada, que mantenga los lazos de parentesco".[5]
Hay una bendición para el que mantiene los lazos de parentesco en su Rizq (sustento) y su vida. Por ello sus riquezas aumentarán y vivirá una vida más prolongada y feliz.
Ibn ‘Umar decía: Quienquiera que tema a su Señor y mantenga los lazos de parentesco, su vida se verá extendida, sus riquezas aumentarán, y su familia lo amará más.[6]
Como hemos visto, mantener los lazos de parentesco trae la bendición en el Rizq del hombre y en su vida, la misericordia de Allah en este mundo y en el próximo, y hace que las personas lo amen y lo elogien. Contrariamente, cortar esos lazos le traerá desastre y miseria, se ganará la ira de Allah y de las personas, y se mantendrá lejos del Paraíso el Día del Juicio. Es suficiente con escuchar las palabras pronunciadas por el Profeta (B y P):
"La persona que rompe los lazos de parentesco no entrará al Paraíso".[7]
También su presencia puede privar de la misericordia a sus compañeros, como lo encontramos en el Ĥadîz citado por Al Baihaqi en Shu‘ab Al Îmân:
"La misericordia no descenderá sobre las personas si entre ellos hay quien rompe los lazos de parentesco".
Por este motivo el honorable Saĥâbi Abû Hurairah (R) nunca quería suplicarle a Allah en una reunión en la que se encontrase una persona que había roto los lazos de parentesco, porque se verían privados del descenso de la misericordia, y su Du‘â' (ruego) no sería contestado. En una reunión de un día jueves por la noche, él dijo: Le pido a aquel que haya cortado los lazos de parentesco que se marche. Ninguno lo hizo hasta que lo repitió tres veces. Entonces un joven se levantó y fue a ver a una tía (paterna), a quien había dejado de ver durante dos años. Cuando entró, ella dijo: ¡Oh, sobrino mío! ¿Qué te trae por aquí? Él dijo: Las palabras de Abû Hurairah que dicen tal y tal cosa. Ella le dijo: Regresa a él y pregúntale por qué dijo eso. Abû Hurairah dijo: Escuché al Profeta (B y P) decir: "Las acciones de los hijos de Adán son presentadas a Allah por la tarde de todos los días jueves, antes del Yumu‘ah, y las buenas acciones de quien corta los lazos de parentesco no son aceptadas".[8] 1
El musulmán sensible que anhela obtener la complacencia de su Señor y lograr la salvación en el Día del Juicio se verá muy conmovido por las noticias que hay en estos textos, que dicen que aquel que rompe los lazos de parentesco se verá privado de la misericordia y que su Du‘â' (súplica) no será contestado. Será una gran perdición estar en tal posición, sus acciones no serán de ningún provecho, y buscará la misericordia de su Señor y no la recibirá. Es impensable que un verdadero musulmán rompa los lazos de parentesco.
Desvincularse de los parientes es un pecado que el musulmán cuyo corazón está lleno de la verdadera guía y desea obedecer a Allah y obtener Su complacencia nunca lo hará, porque ha dicho que será castigado. De hecho, es uno de los pecados más graves que Allah castiga en este mundo y en el próximo, como se declara en el siguiente Ĥadîz:
"No hay pecado que más haga que Allah acelere el castigo de quien lo cometió en este mundo, además de lo que le espera en la otra vida, que romper los lazos de parentesco y oprimir a otros".[9]
Los dos actos, es decir romper los lazos de parentesco y oprimir a otros son muy parecidos entre sí, por eso el Profeta (B y P) los mencionó juntos en este Ĥadîz. Debido a que romper los vínculos de parentesco es un tipo de Dhulm (injusticia, opresión), y ¿qué peor injusticia que romper las relaciones con los propios parientes y destruir los lazos de amor y de afecto?
El Profeta (B y P) describió la injusticia que ocurre cuando se cortan los lazos familiares:
"El lazo de parentesco (Raĥim) es una relación unida que viene de Allah, el más Misericordioso (Ar Raĥmân)[10]. Dice: ¡Oh, Señor mío! He sido oprimido ¡Oh, Señor mío! He sido cortado. Y Él responde: ¿Estarás satisfecho si Yo corto Mi relación con quien corta su relación contigo y cuido del que te cuida?"[11]
Allah elevó el estado del lazo de parentesco y lo honró haciendo que su nombre, ‘Raĥim’, derive del Suyo, ‘Ar Raĥmâm’. Allah dijo:
"Yo Soy Ar Raĥmân (el más Misericordioso), y Yo he creado el Raĥim y lo he derivado de Mi nombre. Quienquiera que cuide de él, Yo cuidaré de él, y quienquiera que lo corte, Yo lo desampararé".[12]
Esto le indica al musulmán sensible que el que mantiene unidos los lazos de parentesco adecuadamente disfrutará de estar cobijado bajo la sombra fresca de la misericordia de su Señor, y se le negará al que rompe esos lazos, quedando desamparado y abandonado.