El Testimonio de la Mujer en el Islam
¿Por que Disminuir el Valor del Testimonio de la Mujer?
1- El Islam hizo que, en un determinado caso, el testimonio de un hombre equivalga al de dos mujeres. Por otra parte, hay muchos casos en los que no se acepta en absoluto el testimonio del hombre. En efecto, en todos los asuntos femeninos de los cuales el hombre no puede enterarse, sólo se acepta el testimonio de la mujer, y esto nos indica que la cuestión del testimonio se basa en la experiencia y el saber y no en el género.
2- El caso específico en que el testimonio del hombre equivale al de dos mujeres es el que se refiere a la testificación en las deudas. Según el verso 282 de la sura 2, se requieren, para dar por probada una deuda, los testimonios de un par de hombres o de un hombre y dos mujeres. En el mismo Libro Sagrado, se da una explicación a esta regla: que si una de las dos mujeres se olvida de algún detalle, la otra podrá recordárselo, supliendo su testimonio. No obstante, esto no quiere decir que las mujeres son olvidadizas por naturaleza, pues los hombres también pueden incurrir en el fallo de la memoria. La razón principal, según el pensador reformista Muhammad 'Abduh, es que la mujer en esos tiempos antiguos no solía tratar de negocios y asuntos financieros. La poca experiencia de las mujeres en estos asuntos fue la razón de equiparar el testimonio de un hombre al de dos mujeres, pero sólo en el caso de las deudas. En nuestra sociedad moderna, donde la mujer ha adquirido experiencia en la administración financiera, en contabilidad y en regentar negocios de máxima responsabilidad, esa regla ya no se aplica. En los demás casos de testificación, la misma legislación islámica reconoce la validez del testimonio de la mujer y su equivalencia al del hombre.