El Verdadero Musulmán Trata A Sus Vecinos De La Mejor Manera Posible
El musulmán que entiende las enseñanzas de su religión se apresura para tratar a su vecino de la mejor manera posible. Nada es insignificante cuando se trata de respetar al vecino, como piensan algunas personas ignorantes. Ellos pueden pensar en algo que es demasiado pequeño para regalar, y por eso se privan de hacerlo, privándose así de mucha bondad. El Profeta (B y P) se dirigió en particular a las mujeres, debido a que muchas de ellas pueden sentir demasiada timidez para ofrecer un regalo pequeño a un vecino:
"¡Oh, mujeres musulmanas! No penséis que cualquier regalo es demasiado insignificante para dar a un vecino. Dad para comer aunque sea la pata de una oveja".[1]
La pata de una oveja es algo de poco valor, pero es mejor que nada, y ninguna mujer debe sentirse avergonzada por darle cualquier regalo de poco valor a un vecino. Allah dice:
{Quien haya realizado una obra de bien, por pequeña que fuere, verá su recompensa.} [99:7]
Y el Profeta (B y P) dijo:
"Guardaos del Fuego aunque sea dando un dátil como caridad".[2]
Pero también puede tomarse este Ĥadîz en términos generales para significar que el destinatario no debe mirar hacia abajo cuando le es dado el regalo. El significado es entonces: Ninguna vecina debe despreciar el regalo dado a ella por otra vecina, aunque sea la pata de una oveja. Más bien, ella debe agradecerle, porque la gratitud genera la amistad entre los vecinos, y anima al apoyo mutuo y a la solidaridad. Esto además está de acuerdo con el agradecimiento por los favores que es un rasgo islámico básico que el Profeta (B y P) aclaró:
"Aquel que no le agradece a las personas no Le agradece a Allah".[3]