EL PASO HACIA EL PARAÍSO: La Aprobación De Reclinarse Poniendo Una Pierna Sobre La Otra Si No Existe Aprehensión De Que Las Partes Pudendas Queden Al Descubierto

447. Yaber Ibn Sámura (que Dios esté complacido de él) narró: Cuando el Enviado de Dios (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) terminaba la oración de la madrugada, se sentaba con las piernas cruzadas, hasta que salía el sol y se aclaraba.

448. Ibn U'mar (que Dios esté complacido de ambos) narró: "En cierta ocasión, vi al Enviado de Dios (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) sentado en el patio de la Ka'ba, agarrando sus rodillas con ambas manos”

449. Qailah Bint Majrama (que Dios esté complacido de ella) narró: En cierta ocasión, vi al Enviado de Dios (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) sentado, con las piernas cruzadas y apoyado en ambas manos. Estaba tan absorto en su meditación que me hizo temblar de tanto respeto hacia él.

450. AI Chadid Ibn Suaid (que Dios esté complacido de él) narró: En cierta ocasión, el Enviado de Dios (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) pasó junto a mí mientras estaba sentado, apoyándome en la palma de mi mano que había colocado detrás de mi espalda. Me dijo: "¿Acaso, quieres sentarte como aquellos que concitan la ira de Dios?".