La Torá Hace Alusión A Asuntos Que Acontecerían Al Profeta Muhammad
Los textos mencionan la expansión del Mensaje islámico y algunos de los hechos que sucedieron al Mensajero de Allah . En el tercer capítulo del Libro de habaqûq dice: “Dios viene de Tîmân, y el Santo de la Montaña Fârân. Su majestad cubre los cielos y sus alabanzas llenan la tierra. Su esplendor fue como la luz; brotan rayos de sus manos, y allí está el secreto de su fuerza. Delante de él termina la peste y la fiebre desaparecerá. El se detiene y hace vacilar la tierra; mira y hace estremencer a las naciones. ¡Se desmoronan las montañas eternas, se unden las colinas antiguas, sus caminos de siempre!” (Habaqûq 3: 3-6)
Ésta es una predicción de la gran victoria que el Mensajero de Allah y sus seguidores lograrían en la difusión del mensaje del Islam, y de cómo este se extendería por toda la tierra. Las montañas eternas alude a las poderosas naciones que sucumbirían y las colinas antiguas son las naciones de menor poderío. Todo eso iba a suceder. Esto también se refiere a dos temas que serán entendidos por aquellos que tienen conocimiento de la biografía del Profeta: los rayos de luz que emanan de su mano y la peste que desaparecería.
Los rayos y la luz que emanaron de su mano
El texto dice “Su esplendor era como la salida del sol; los rayos emanaban de su mano donde se encuentra el secreto de su fuerza.” Luego dice: “Él se detiene y hace vacilar la tierra; mira y hace estremecer a las naciones.” Aquí pareciera que se está haciendo mención de un incidente específico. Esto es lo que sucedió al Profeta , cuando los Sahâbah fueron incapaces de quebrar una gran piedra cuando estaban excavando la fosa (de la batalla Al Jandq). El Mensajero la golpeó con fuerza, y un tercio de ella se rompió y salió una luz. Sus compañeros dijeron: ¡Allahu akbar! Luego esto se repitió una y otra vez. El Mensajero dijo que con la primera luz vio los palacios de Siria, con la segunda luz divisó los palacios de Persia y con la tercera luz vio las puertas de San‘â' (Yemen).
Al Nasâ'i y Ahmad narraron con un isnâd hasan que Al Bara' ibn ‘Âzib dijo: “El Mensajero de Allah nos ordenó excavar la fosa. En una parte de la excavación nos encontramos con una piedra que ninguno de nosotros pudo partir. Entonces nos quejamos de ello al Profeta que vino y tomó un pico, luego dijo: “Bismillah” le dio un golpe y partió un tercio de la piedra. Luego dijo: “Allahu akbar, se me ha dado las llaves de Siria. Por Allah, puedo ver sus rojos palacios ahora mismo. Luego la golpeó por segunda vez y el segundo tercio se rompió; y dijo: “Allahu akbar, se me ha dado las llaves de Persia. Por Allah, puedo ver el palacio blanco de Al Madâ'in”. Luego la golpeó por tercera vez, y dijo: “Bismillah”. Y se separó el resto de la piedra, y dijo: “Allahu akbar. Se me han concedido las llaves del Yemen. Por Allah, puedo ver las puertas de San‘â' desde donde me encuentro.” [1]
Según un relato narrado por Al Tabarâni: “Golpeó la piedra y salió de ella un relámpago. Él y los musulmanes dijeron: “Allahu akbar” (El Profeta dijo:) “El primer relámpago iluminó los palacios de Siria, y el ángel Gabriel me dijo que mi nación los vencería... ”[2]
Observemos nuevamente el texto que citamos anteriormente: “Su esplendor fue como la luz; brotan rayos de sus manos, y allí está el secreto de su fuerza. Delante de él termina la peste y la fiebre desaparecerá. El se detiene y hace vacilar la tierra; mira y hace estremencer a las naciones.”
Entonces pensemos sobre los ahâdîz que hemos citado. ¿Acaso no es este suceso una señal de la profecía?
La fiebre desaparecerá
Esta profecía dice: “La peste desaparecerá” Esto es una Profecía clara, ya que antes de la llegada del Mensajero de Allah a Madinah esta ciudad era conocida por una fiebre que solía azotarla. En un hadîz narrado por Ibn ‘Abbâs , cuando el Mensajero y sus compañeros fueron a Makkah para realizar la pregrinación menor (‘umrah) los idólatras dijeron: ‘Ha venido un grupo debilitado por la fiebre de Iazrib (antiguo nombre de la ciudad de Madînah).’ Registrado por Al Bujâri [3].
Esta fiebre afectó a los compañeros del Mensajero de Allah cuando llegaron por primera vez a Madînah, y el Mensajero de Allah suplicó a su Señor para que la fiebre cese.
Fue narrado que ‘Â'ishah dijo: ‘Cuando el Mensajero de Allah llegó a Madînah, Abu Bakr y Bilâl se enfermaron. Ingresé donde estaban[4] y les dije: ‘¡Padre mío! ¿Cómo te sientes? ¡Bilal! ¿Cómo te sientes?’ Cuando la fiebre tomó a Abu Bakr dijo: ‘Cada hombre se despierta entre su familia, pero la muerte está más cerca de él que el cordón de su sandalia.’ Cuando la fiebre afectó a Bilâl, este dijo: ‘Cómo me gustaría pasar la noche en el valle (de Makkah) rodeado de idhjir y yalîl (dos tipos de hierba). ¿Acaso podré algún día beber el agua de Miyannah? ¿ Podré volver a ver (las colinas de) Shâmah y Tafîl?’
‘Â'ishah dijo: ‘Fui ante el Mensajero de Allah y le comenté lo que estaba pasando, y él dijo: “¡Oh Allah! Haz de Madinah un lugar tan estimado para nosotros como Makkah, o aún más, y hazla saludable. Bendice sus pesos y medidas para nosotros, y llévate su fiebre a al Yuhfah”. Registrado por Al Bujâri[5].
Iazrib estaba afectada con esta fiebre, y quienes la atravesaban caían víctimas de la peste.
Pero Allah respondió la súplica de Su Mensajero , y alejó la fiebre de la ciudad, haciéndola un lugar saludable, cumpliéndose la profecía mencionada en la Torá.
Otras Profecías
En algunos casos, las profecías son generales y mencionan las cualidades del Mensajero y la revelación que Allah iba a enviarle, así como características de su nación, y la ayuda celestial que recibiría, como su ascensión al cielo (al Mi'rây) y otros.
Un ejemplo de esto son las albricias de Daniel.
Daniel[6] dijo, advirtiendo a los judíos y describiéndoles la nación de Muhammad : “Allah los hará prevalecer sobre vosotros; les enviará un Profeta y les revelará un Libro. Él les dará autoridad sobre las naciones, y ellos dominarán y humillarán con la verdad. Los hombres de Qîdâr surgirán entre las naciones, acompañados por los ángeles en corceles blancos. Dominarán a los incrédulos cuyo destino será el Fuego. Nos refugiamos en Allah del Fuego.”
También dijo Daniel: “Le pregunté a Allah y le pedí que me mostrase lo que le pasaría al pueblo de Israel y si Él los perdonaría y concedería el reino y les enviaría Profetas, o todo ello sería concedido a otros? Un ángel apareció con la forma de un joven con rostro hermoso, y dijo: “La Paz sea contigo, ¡Oh, Daniel! Allah dice: El pueblo de Israel me han encolerizado y se han rebelado contra mí. Han rendido culto a falsas divinidades en lugar de Mí. Han pasado del conocimiento a la ignorancia, de la verdad a la falsedad. Por lo que envié Nabucodonosor contra ellos, mató a sus hombres, destruyó sus lugares de culto y quemó sus libros. Aquellos que vinieron luego de él hicieron lo mismo con ellos. Estoy disgustado con ellos y no los ayudaré cuando enfrenten adversidades. Permanecerán sujetos a Mi ira hasta que Yo envíe al Mesías, el hijo de la virgen, y concluiré esto con maldiciones e ira sobre ellos. Permanecerán malditos y humillados, hasta que envíe al Profeta de los Hijos de Ismael con quien albricié a Hâyar, cuando le envié mis ángeles. Enviaré la revelación a ese Profeta, y le enseñará los nombres. Lo engalanaré con la piedad y haré de la bondad su sentimiento y la piedad será su conciencia. Haré que sus palabras siempre sean la verdad y su naturaleza la confiabilidad, la justicia y la guía. Le daré un Libro que confirmará los Libros que fueron revelados anteriormente, abrogando sólo algunas cosas que contienen. Lo transportaré de noche a Mí en un viaje, y lo haré ascender de un cielo a otro, ascendiendo hasta traerlo cerca de Mí y lo saludaré con la paz, y le revelaré. Luego lo enviaré a Mis siervos con alegría y felicidad, cuidando lo que se le confía, memorizando cuanto le inspiro. Él invitará a las personas a que Me adoren sólo a Mi con un discurso amable y una bella exhortación, carente de la aspereza y gritos que se utilizan en los mercados. Él será amable con sus amigos y misericordioso con sus enemigos, llamando a su pueblo a que Me adoren y contándoles Mis señales. Pero ellos lo rechazarán y lo perseguirán”.
Ibn Taimîiah dijo: “Luego Daniel mencionó la historia del Mensajero de Allah como la había escuchado del ángel, finalizando con el soplido de la Trompeta y el fin del mundo.”
Luego dijo: “Esta profecía todavía existe entre los judíos y cristianos. La leen pero dicen que esta persona no ha aparecido todavía”.