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Las Profecías Del Evangelio

En el Evangelio de Mateo dice: “Y si desean aceptarlo, él es aquel Ilîa (Elías) que vendrá. Quien tenga oídos, que oiga.” (Mateo 11:14-15)

El Mensajero de Allah  nos dijo que no hubo ningún Profeta entre Jesús y él. Así el “Ilîa” de quien Jesús habló tiene que ser Muhammad .

En el Evangelio de Juan dice: “Si me amas, obedecerás lo que yo ordeno. Y le preguntaré al Padre, y te dará otro Paráclito para que permanezca siempre con vosotros.” (Juan 14:15-16)

En otros idiomas, dice: “Y les concederá el paráclito para que permanezca siempre con vosotros”. El significado literal de la palabra paráclito en griego es Ahmad que es uno de los nombres del Mensajero de Allah Muhammad .[1]

En el Evangelio de Juan dice: “Cuando venga el Paráclito, que yo les enviaré desde el Padre, el Espíritu de la verdad que proviene del Padre, él dará testimonio de mí.” (Juan 15:26)

“Él dará testimonio de mí” porque el Profeta Muhammad  fue testigo de que el Mesías era Profeta y Mensajero de Allah. El espíritu de la verdad es una metáfora que alude al Profeta Muhammad . El significado indicado en esta traducción moderna no es preciso, porque el griego original -el idioma del que estos Evangelios fueron traducidos- dice fîrakletos. En la traducción árabe publicada en 1821, 1831 y 1844 en Londres, dice “faraqlit” que es más cercana a la palabra griega mencionada en el original[2]. Pero la traducción de esta palabra utilizada en las traducciones modernas es Al mu'azzi (consejero) que es un tipo de adulteración por la cual Allah condenó a la Gente del Libro: (Algunos de los judíos cambian el sentido de las palabras.) (4:46)

También debe notarse que hay una frase perdida antes de la mencionada en el versículo 26 de este capítulo que se omite en las traducciones modernas pero que es mencionada en las ediciones más antiguas del Evangelio. Esta frase dice: “Si munahmana quien Allah envió viene a ustedes.” El significado literal de munahmana en Siríaco es Muhammad[3].

Otras profecías del Evangelio [4]

En el vigésimo primer capítulo del Evangelio de Mateo dice: “Jesús agregó: ¿No han leído cierta Escritura? Dice así: La piedra que los constructores desecharon llegó a ser la piedra principal del edificio; ésa fue la obra del Señor y nos dejó maravillados. Ahora yo les digo a ustedes: Se les quitará el Reino de los Cielos, y será entregado a un pueblo que le hará producir sus frutos.” (Mateo 21:42-44)

Esta piedra es nuestro Profeta Muhammad . Fue registrado en Sahîh Al Bujâri y Sahîh Muslim de Abu Hurairah y de Yâbir ibn ‘Abdillah que el Mensajero de Allah  dijo: “El ejemplo de los Profetas que me precedieron y yo, es como un hombre que construyó una casa muy hermosa y la decoró, pero dejó sin colocar un ladrillo en un rincón de la misma. Las personas comenzaron a recorrerla con admiración, pero decían: ¿Por qué no fue colocado este ladrillo aquí?” Y agregó: “Yo soy ese ladrillo y el sello de los Profetas.”

Ibn al Qaiim [5] dijo: “Reflexiona sobre las palabras del Mesías en la profecía: ‘La piedra que los constructores desecharon llegó a ser la piedra principal del edificio’,  y de cómo esto coincide con las palabras del Profeta : “Mi ejemplo y el de los Profetas que me precedieron es como el de un hombre que construyó un hogar cuidando cada detalle, pero dejó sin colocar un ladrillo en un rincón. Las personas comenzaron a recorrerla con admiración y decían: ¿Por qué no se ha colocado este ladrillo aquí? Yo soy ese ladrillo y el sello de los Profetas”.

Reflexiona lo que el Mesías dijo en esta profecía: “Ahora yo os digo a vosotros: Se os quitará el Reino de los Cielos, y será entregado a un pueblo que le hará producir sus frutos.” Esto concuerda con las palabras de Allah: (Ciertamente mencionamos en los Libros revelados anteriormente, y en la Tabla Protegida, que el Paraíso será heredado por Mis siervos justos.) (21:105), y (Allah prometió hacer prevalecer en la Tierra a quienes crean de vosotros y obren correctamente.) (24:55).”

Un texto similar aparece en el octavo capítulo del Libro de Mateo: “Yo se lo digo: vendrán muchos del oriente y del occidente para sentarse a la mesa con Abrahán, Isaac y Jacob en el Reino de los Cielos, mientras que los que debían entrar al reino serán echados a las tinieblas de afuera: allí será el llorar y rechinar de dientes.” (Mateo 8:11,12)

Esta profecía se refiere a la victoria de la nación del Islam, que viene del este y el oeste y que obtendrá la complacencia de Allah junto con aquellos a quienes Allah ha bendecido, es decir los Profetas, los veraces, los mártires y los virtuosos.

Aparece escrito en Al Fâriq: “¡Oh, cristianos! Si me consideráis justo, aceptaréis que aquellos que vienen del este y del oeste pertenecen a la nación de Muhammad. Vosotros estabais allí presentes cuando el Mesías os habló, la paz sea con él, habló de unas personas que vendrían en el futuro y los excluiría a vosotros cuando él dijo: “Pero los asuntos del reino…[6]”.

En otro pasaje del cuarto capítulo del Evangelio de Juan, Jesús le dice: “Créame ¡Oh, mujer! Un tiempo vendrá en el cual no adorarán a Allah ni en esta montaña ni en Jerusalén”. (Juan 4:20-24)

Este texto apunta al surgimiento de una nueva religión, cuyo centro se movería de Jerusalén, e indica que la dirección de culto cambiaría a la Ka'bah, la dirección en la que oran los seguidores de la nueva religión. Esto está confirmado en la aleya: (Vemos que vuelves tu rostro hacia el cielo. Te orientaremos a una dirección [Qiblah] que te agrade; oriéntate, pues, hacia la Mezquita Sagrada [La Meca]. Y doquiera estéis, orientaos hacia ella. La Gente del Libro sabe que es la verdad de su Señor. Y Allah no está desatento de lo que hacen.) (2:144)

En un principio los musulmanes se dirigían hacia Jerusalén cuando realizaban sus oraciones, luego esta aleya fue revelada, ordenándoles que se dirigieran hacia la Sagrada Casa de Allah en Makkah.


[1] Muhammad Nabi al Islam, p. 36
[2] Muhammad Nabi al Islam, p. 36
[3] El Sheij al Islam Ibn Taimîiah mencionó todos los relatos donde Jesús predijo la aparición del Profeta Muhammad (B y P). Ver Al Yauâb al Sahih, 4/6
[4] Extraido del libro Nubûuah Muhammad min al Shakk ila al Iaqîn, pág. 297
[5] Hidâiah al Haiâra, 381-382
[6] Al Fâriq, 54
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