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EL PASO HACIA EL PARAÍSO: Lo Que El Viajero Debe Suplicar A Dios Cuando Esté En Su Montura

EL PASO HACIA EL PARAÍSO
Dichos De Muhammad El Enviado De Dios
El-Imam Al-Nawawi
CAPÍTULO 147
Lo Que El Viajero Debe Suplicar A Dios Cuando Esté En Su Montura

EL LIBRO DE LOS BUENOS MODALES DURANTE LOS VIAJES

Dios -alabado sea- dice:
"Quien ha creado todas las parejas y dispuso para vosotros naves y ganados que podáis montar. Para que os asentéis en sus lomos y, luego, una vez asentados, recordéis el favor de vuestro Señor y digáis: "¡Ensalzado sea Quien sometió todo esto a nuestro servicio! ¡Solos, no lo hubiéramos logra­do! ¡Ciertamente, retornaremos a nuestro Señor!". El Sagrado Corán (43:12-14)

539. Ibn U'mar (que Dios esté complacido de ambos) narró: Cuando el Enviado de Dios (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) terminaba de montar en su camello con la intención de salir de viaje, proclamaba por tres veces: "¡Dios es el Supremo!".
Luego decía: ¡Alabado sea Aquel que dispuso, a nuestro servicio, este animal, pues no seríamos capaces de hacerlo sin Su ayuda; y, a nuestro Señor será nuestro retorno. ¡Dios mío! Te imploramos, durante nuestro viaje, que conservemos el buen carácter y el temor de Ti y la piedad, así como las buenas obras. ¡Dios mío! haz que este viaje nos sea confortable y, que se nos haga más corta la distancia. ¡Dios mío! tú eres el mejor compañero de viaje y el mejor guardián para nuestras familias durante nuestra ausencia. ¡Dios mío! Busco la ayuda de Ti en las dificultades del viaje y en las depresiones, por presenciar situaciones desagradables; y en todo mal que pueda ocurrir a nuestros bienes y familias".
Cuando regresaba de viaje repetía estas súplicas y añadía: "Regresamos con nuestro arrepentimiento y adoración hacia Dios, dándole nuestras alabanzas".

540. Alí Ibn Rabi'a dijo: En cierta ocasión, me encontraba presente cuando Alí Ibn Abu Taleb (que Dios esté complacido de él) iba a montar un camello. Así, y cuando puso su pie en el estribo, dijo: "En el nombre de Dios", y cuando se encontró ya en el lomo del camello dijo: "Alabado sea Dios, Quien nos dispuso a nuestro servicio esta montura, pues no seríamos capaces de hacerlo sin Su ayuda. Y, a Dios será nuestro retorno". Luego proclamó, por tres veces: "¡Alabado sea Dios!", y por otras tres veces: "¡Dios es el Supremo!" para añadir, a continuación: "¡Dios mío! Alabado y ensalzado seas. He sido injusto conmigo mismo; así que perdóname. Nadie perdonará, salvo tú, las faltas".
Acto seguido, se rió. Entonces le pregunté: ¡Oh comendador de los creyentes! ¿De qué te reías?
Dijo: En cierta ocasión, vi al Profeta (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) que hacía lo que acabo de hacer luego se reía. Entonces, le pregunté: ¡Oh Enviado de Dios! ¿De qué te reías?
Dijo: "¡tú Señor; Alabado y ensalzado sea! está complacido de Su siervo cuando le implora: ¡Perdóname mis faltas! y, dice: ¡Mi siervo sabe que nadie, salvo Yo, perdona las faltas".

Selección y Prologo: Prof. Dr. M.M Al-Azami
Traducción de texto: Ahmed M. Safi
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