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EL PASO HACIA EL PARAÍSO: Lo Que Se Debe Recitar En Las Oraciones Fúnebres

EL PASO HACIA EL PARAÍSO
Dichos De Muhammad El Enviado De Dios
El-Imam Al-Nawawi
CAPÍTULO 137
Lo Que Se Debe Recitar En Las Oraciones Fúnebres

517. A'uf Ibn Malek (que Dios esté complacido de él) narró: En cierta ocasión, el Enviado de Dios (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) encabezó una oración fúnebre y, de él, aprendí las súplicas que decía:
"¡Dios mío! ¡Perdónale y ten misericordia de él!.
¡Absuélvelo y se indulgente con él y eleva su puesto en el Paraíso!
¡Haz que su tumba se le haga amplia, y lávalo con agua, nieve y granizo!
¡Purifícalo de los pecados tal y como se aclara la ropa blanca de las manchas! ¡Retribúyelo con una casa mejor que su propia casa y, con una familia mejor que su propia familia, y con una esposa mejor que su propia esposa!
¡Hazle entrar en el Paraíso y sálvalo de los tormentos de la tumba y del Fuego”.
A'uf Ibn Malek añadió: ¡Al escuchar estas súplicas, he deseado que el muerto hubiera sido yo mismo!.

518. Abu Huraira, Abu Qatada y, Abu Ibrahim Al Achhali, transmitiendo de su padre (que Dios esté complacido de todos ellos) narraron que el Enviado de Dios (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) encabezó una oración fúnebre y, al elevar sus súplicas a Dios por el difunto, dijo. "¡Dios mío! Perdónanos tanto a nuestros vivientes como a nuestros difuntos, así como a nuestros pequeños y mayores, a nuestros varones y nuestras hembras, a los presentes y a los ausentes”.
¡Dios mío! Aquel de nosotros que le hagas vivir, hazlo vivir como musulmán, y aquel de nosotros que le hagas morir, hazlo morir como creyente.
¡Dios mío! No nos prives de su recompensa, ni nos dejes caer, después de su muerte, en la tentación”.

519. Abu Huraira (que Dios esté complacido de él) narró: He oído al Enviado de Dios (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) que decía: "¡Cuando asistáis a la oración fúnebre por un difunto, sed sinceros al suplicar por él".

520. Abu Huraira (que Dios esté complacido de él) narró que el Enviado de Dios (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) decía en sus súplicas, durante la oración fúnebre: "¡Dios mío! ¡Tu eres su Señor; Tu fuiste su Creador y Quien le guió hacia el Islam; tú fuiste Quien cobró su vida y Quien mejor conoce sus secretos y sus apariencias ¡Y nosotros Te suplicamos como intercesores por él, así que ¡perdónale!".

521. Wazila Ibn Al Azqa' (que Dios esté complacido de él) narró: En cierta ocasión, el Enviado de Dios (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) nos encabezó en la oración fúnebre por un difunto musulmán y, le he oído decir: "¡Dios mío! Este es fulanito, el hijo de fulanito, que se queda bajo Tu custodia y con los lazos de Tu protección. ¡Salvaguárdalo de la sedición de la sepultura y del tormento del Fuego; pues eres tú Quien responde a la lealtad y a las alabanzas. ¡Dios mío! Perdónale y ten misericordia del él; pues Tu eres el Indulgente, el Misericordioso".

522. Abdulah Ibn Abu Aufa (que Dios esté complacido de ambos) encabezó, en cierta ocasión, la oración en el funeral de una hija suya. Para ello proclamó por cuatro veces: "¡Dios es el Supremo!"
Después de la cuarta proclamación, se mantuvo de pie implorando por ella y suplicando a Dios durante el tiempo que separaba a dos proclamaciones. Luego, dijo: Así lo hacía el Enviado de Dios (la paz y las bendiciones de Dios sean con él)

Selección y Prologo: Prof. Dr. M.M Al-Azami
Traducción de texto: Ahmed M. Safi
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