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No Os Envidiéis, No Os Engañéis, No Os Odiéis, No Os Deis La Espalda Y No …

 
Abú Hurairah narró que el Profeta dijo: "No os envidiéis, no os engañéis, no os odiéis, no os deis la espalda y no revendáis un bien que ya fue vendido a otro musulmán. Sed todos siervos de Allah y buenos hermanos. El musulmán es hermano del musulmán, no es injusto con él, no lo decepciona, no le miente ni lo desprecia. La piedad se encuentra aquí (y señaló su pecho tres veces). Suficiente maldad comete el musulmán que desprecia a su hermano musulmán. Todo musulmán es sagrado para otro musulmán: su sangre, sus bienes y su honor".[1]
 
La envidia es una condición innata del hombre, la cual implica detestar ser superado por otros. Existen varias categorías de envidia:

Algunos desean que desaparezcan las mercedes que Allah ha concedido a otros, y trabajan (mediante actos y palabras) para este fin. Éste es el peor tipo de envidia. El mejor ejemplo de ello se encuentra en la historia entre Adán y Satanás en el Paraíso. Satanás supo que Allah lo había preferido a Adán por encima de los ángeles, pues lo creó con Sus propias manos, le ordenó a los ángeles que hicieran un saludo reverencial ante él, le enseñó el nombre de todas las cosas y le hizo vivir en Su proximidad en el Paraíso. Por todas estas mercedes que Allah le otorgó a Adán Satanás le tuvo envidia y se esforzó para que fuera expulsado del Paraíso, y tuvo éxito. Ibn 'Umar narró que el Mensajero de Allah dijo:

"Satanás le dijo a Noé: Dos sentimientos destruirán la humanidad: La envidia, la cual fue motivo para que fuese maldecido por Allah y así me con­vertí en Satanás el maldito, y la codicia, a través de la cual logré que Adán desobedeciera a Allah (y comiera del árbol prohibido, a pesar de que todo en el Paraíso se le había permitido excepto comer de aquel árbol)".

Allah ha mencionado en varios pasajes del Sagrado Corán que los judíos sienten envidia por los musulmanes, dice : (Muchos de la Gente del Libro quisieran que renegaseis de vuestra fe y volvieseis a ser incrédulos por envidia hacia vosotros, después de habérseles evidenciado la verdad...) (2:109) (¿Envidian a la gente por el favor que Allah les ha dispensado?...) (4:54)

Abu Hurairah narró que el Profeta dijo: "Tened cuidado con la envidia porque devora las buenas obras al igual que el fuego consume la madera".[2]

Algunos sienten envidia por otros, pero no actúan de acuerdo a su sentimiento y no agreden a la persona que envidian con palabras ni con acciones.

Otros, en cambio, no desean que las mercedes con las que han sido agraciados los demás desaparezcan, pero sí desean obtener beneficios similares y parecerse a tales personas. Si lo que se desea es entregarse en exceso a los placeres mundanales, entonces no hay ningún bien en ello; Allah dice: (Y se presentó [Qárun un día) ante su pueblo con todo su lujo, y quienes amaban la vida mundanal exclamaron: ¡Ojalá tuviéramos lo mismo que Qárun!...) (28:79)

En cambio, si lo que se desea son virtudes de carácter religioso, entonces es un sentimiento bueno. El Mensajero de Allah deseaba morir como mártir luchando por la causa de Allah. Al Bujári y Muslim registraron que el Profeta dijo: "No está permitido envidiar a nadie, salvo en dos casos: A quien Allah agració con bienes y hace caridades noche y día, y a quien Allah le permitió memorizar el Corán y lo pone en práctica día y noche".[3]

También existen algunos que cuando sienten que envidian a otros, se esfuerzan para limpiar sus corazones de tales sentimientos tratando bien a esas personas, rogando por ellas y difundiendo sus virtudes, hasta que logran cambiar dicho sentimiento por amor hacia las personas envidiadas. Éstos son los verdaderos creyentes que desean para sus hermanos (en el Islam) lo mismo que desean para sí mismos.

"...no os engañéis..." Es una orden para los musulmanes de no engañar en sus transacciones y relaciones. Un ejemplo de esto es vender un producto en mal estado sin que el otro lo perciba y crea que lo compra en perfecto estado, pagando por ello el precio correspondiente. El engaño en su sentido más general puede incluir toda conducta dañina y perjudicial de la vida cotidiana. Allah nos informa sobre el castigo que recaerá sobre tales personas: (Pero las confabulaciones recaen sobre ellos mismos...) (35:43)

Solamente está permitido el engaño en situación de guerra, como dijo el Profeta : "La guerra es engaño".[4]

"...no os odiéis..." Les ordena a los musulmanes que en lugar de odiarse se amen mutuamente. El Profeta dijo: "Juro por Aquel que tiene mi alma en Sus manos que no entraréis al Paraíso hasta que alcancéis verdaderamente la fe, y no lograréis esto hasta que os améis unos a otros ¿No queréis que os indique algo que si lo hacéis os amaréis? Extended el saludo entre vosotros".[5]

Allah ha prohibido que los creyentes se odien: (Satanás sólo pretende sembrar entre vosotros la enemistad y el odio valiéndose de los embriagantes y de los juegos de azar, y apartaros del recuerdo de Allah y la oración. ¿Acaso no vais a absteneros?) (5:91)

Allah exhorta a los musulmanes a unir sus corazones diciendo: (Recordad la gracia de Allah al hermanaros uniendo vuestros corazones después de haber sido enemigos unos de otros...) (3:103) (Él es Quien te ha fortalecido [¡Oh, Muhammad!] con Su auxilio y con los creyentes. Él es Quien unió vuestros corazones, y tú no habrías podido hacerlo aunque hubieras gastado todo lo que hay en la Tierra, pero Allah los unió [y reconcilió a los grupos divididos]...) (8:62-63)

Allah ha prohibido las habladurías, puesto que ellas indisponen a unos contra otros y generan una fuerte enemistad entre los hermanos. Él exhorta a que se procure siempre la reconciliación, dice : (En muchas de las conversaciones secretas no hay ningún bien, salvo que sean para realizar una caridad, una buena acción o reconciliar a los hombres. Quien haga esto anhelando complacer a Allah, le agraciaremos con una recompensa grandiosa.) (4: 114) (Temed a Allah, afianzad vuestra hermandad…) (8:1)

Sin embargo, odiar a quien contradice lo establecido por Allah no está prohibido, ya que ello es parte de la verdadera fe arraigada en el corazón.

Lamentablemente existen grandes diferencias en la actualidad entre los distintos grupos de musulmanes respecto a diversos asuntos religiosos. Cada grupo cree estar en el camino correcto y manifiesta odiar a los otros por la causa de Allah. Esto es muy peligroso y ha sido prohibido, ya que muchas personas pueden estar haciéndolo sólo porque siguen sus pasiones o sus propias conjeturas, o porque no se preocuparon de investigar cuál era el camino correcto. Por ello es un deber de los musulmanes tener mucho cuidado sobre este tema tan delicado y preocuparse de no caer en asuntos dudosos que pudieren generar dicho odio. También deben apartarse de seguir ciegamente alguna opinión que pudiere estar equivocada.

"...no os deis la espalda..." Le ordena a los musulmanes que no corten las relaciones entre ellos. Abú Aiiúb narró que el Profeta dijo: "Está prohibido que un musulmán deje de dirigirle la palabra a su hermano musulmán por más de tres días, y que al encontrarse se den la espalda. Sabed que el mejor de ambos es aquel que saluda primero".[6]

"...y no revendáis un bien que ya fue vendido a otro musulmán..." Le prohíbe a los musulmanes vender alguna mercadería a una persona y luego revendérsela a otra, anulando la primera transacción. Existen numerosos ahadiz que mencionan dicha prohibición. Abú Hurairah narró que el Profeta dijo: "Un musulmán no debe vender algo ya vendido a otro musulmán, ni debe comprometerse con la prometida de su hermano, salvo que éste rompa su compromiso".[7]

"Sed todos siervos de Allah y buenos hermanos." Significa que al abstenerse de envidiar, engañar, odiar, darse la espalda y de revender un bien que ya estaba vendido a otro, nos convertimos en verdaderos hermanos en la fe.

"El musulmán es hermano del musulmán, no es injusto con él, no lo decepciona, no le miente ni lo desprecia" Quiere decir que los musulmanes son todos hermanos entre sí, por ello deben procurar el bienestar y no perjudicarse mutuamente. Es un perjuicio enorme que un musulmán oprima a otro, pues Allah prohibió cometer injusticias con los demás, sean o no musulmanes.

Además, exhorta a los musulmanes a ayudarse mutuamente. Anas narró que el Mensajero de Allah dijo: "Ayuda a tu hermano ya sea él un opresor o un oprimido". Una persona dijo: ¡Oh, Mensajero de Allah! Sé cómo ayudar a alguien cuando es un oprimido pero ¿cómo puedo ayudarlo cuando es un opresor? El Mensajero de Allah le dijo: "Ayudarlo es evitar que siga cometiendo injusticias".[8]

Este Hadiz ordena a los musulmanes a no defraudar a sus hermanos. Abú Talhah Al Ansári y Yábir Ibn 'Abdullah narraron que el Profeta dijo: "Si un musulmán abandona a otro musulmán en una situación donde la vida privada y el honor de este último están siendo violados, Allah lo abandona­rá en una situación donde él necesite Su ayuda. En cambio, si lo socorre en tal situación, Allah lo socorrerá cuando necesite Su auxilio".[9]

También les ordena que sean sinceros y que no mientan. An Nauuás Ibn Sam'án narró que el Profeta dijo: "Es una enorme traición decirle algo a tu hermano (en el Islam) que él cree que es verdad mientras que tú le estás mintiendo".[10]

Despreciar a los demás es una señal de arrogancia. Narró Ibn Mas'úd que el Profeta dijo: "La arrogancia es despreciar la verdad y desdeñar a la gente".

Allah dice: (¡Oh, creyentes! No os burléis de vuestros hermanos, pues es posible que sean mejores que vosotros. Que las mujeres no se burlen de otras mujeres, pues es posible que sean mejo­res que ellas...) (49: 11)

El soberbio siempre se considera superior a los demás, por ello mira con desprecio a sus semejantes. También cree que los demás no se mere­cen que él cumpla con ellos, ni acepta la verdad cuando proveniente de otros.

"La piedad se encuentra aquí (y señaló su pecho tres veces)" "aquí" significa en el corazón.

Es muy importante saber que el criterio de Allah no es el mismo que el de la gente. Las mejores personas para Allah son los creyentes piadosos. La gente puede despreciar a una persona débil, desafortunada en este mundo, pero puede que dicha persona goce de un alto rango ante Allah. Los seres humanos varían ante Allah según sea la piedad que tengan en sus corazones. Allah dice: (En verdad, el más honrado de vosotros ante Allah es el más piadoso…) (49:13)

Dado que la piedad se encuentra en el corazón de la persona, nadie excepto Allah la conoce. El Profeta dijo: "Allah no observa vuestras figuras ni vuestros bienes, pero sí observa vuestros corazones y vuestras acciones".[11]

Abú Hurairah narró que el Profeta dijo: "El Paraíso y el Infierno disputaron entre sí. El Infierno dijo orgulloso: Yo fui escogido para las personas arrogantes y tiranas. El Paraíso dijo con orgullo: Las personas débiles y pobres entrarán en mi vastedad. Entonces, Allah le dijo al Paraíso: Tú eres Mi misericordia la cual concedo a quien quiero de Mis siervos. Y le dijo al Infierno: Tú eres Mi tormento con el que castigo a quien quiero de Mis siervos".[12]

Sahl Ibn Sa'd relató que un hombre pasó frente al Profeta , entonces él le preguntó a uno de sus compañeros: "¿Qué opinas de este hombre que pasó?" Respondió: Es uno de los más nobles. Por Allah que si pidiere casarse con una mujer, sería aceptada su propuesta, si intercediere en algún asunto, su intercesión sería reconocida, y si hablase, las personas lo escucharían. El Mensajero de Allah guardó silencio. Luego otro hombre pasó y el Profeta le preguntó al mismo compañero: "¿Qué opinas del hombre que acaba de pasar?" Le dijo: Es uno de los musulmanes más pobres. Por Allah que si pidiere casarse con alguna mujer, su petición no sería aceptada, si intercediera en un asunto, su intercesión sería rechazada, y si hablase, las personas no lo escucharían". El Mensajero de Allah dijo: "El último es mejor que toda la Tierra llena de gente como el primero".[13]

"Todo musulmán es sagrado para otro musulmán: su sangre, sus bienes y su honor" Significa que es ilícito para un musulmán dañar a otro musulmán (ya sea mediante palabras o acciones) sin que exista algún derecho legal para ello. Allah dice: (Y quienes ofenden a los creyentes y a las creyentes sin tener motivo, he aquí que cometen un pecado evidente.) (33:58)

También ordena a los musulmanes que sean amables y compasivos entre ellos. An Nu'mán lbn Bashir narró que el Profeta dijo: "El ejemplo de los musulmanes en su afecto y clemencia entre sí se asemeja al cuerpo humano, si uno de los órganos sufre una dolencia, el cuerpo entero res­ponde con fiebre e insomnio".

Abú Músa narró que el Profeta dijo: "Los creyentes son como los ladrillos de una construcción que se fortifican entre sí".[14]

Iahia lbn Mu'ádh dijo: "Un musulmán debe hacerle a su hermano (en el Islam) tres favores: Si no puede beneficiarlo no debe dañarlo; si no pue­de causarle felicidad no debe causarle tristeza; y si no puede elogiarlo no debe menospreciarlo".


[1] Muslim (2564), Ahmad 2/277 y 360, Ibn Máyah (3933).
[2] Abú Dáud (4903).
[3] Al Bujári (5025) (7529), Muslim (815), Ahmad 2/36 y 88.
[4] Ahmad 3/397 Y 308, Al Bujári (3030), Muslim (1739).
[5] Muslim (54), Abú Dáud (5193), At Tirmidhi (2688).
[6] Al Bujári (6077) (6237), Muslim (2560), Ahmad 5/416.
[7] Al Bujári (2140) (2160), Muslim (1515).
[8] Al Bujári (2443) (6952), Ahmad 3/99 y 201.
[9] Abú Dáud (4884), Ahmad 4/30.
[10] Ahmad 4/183.
[11] Ahmad 2/539, Muslim (2564).
[12] Al Bujári (4850), Muslim (2846).
[13] Al Bujári (5091) (6447), Ibn Máyah (4120).
[14] Al Bujari (481) (6027), Muslim (2585).
Ibn Rayab Al Hanbali
Traducción: Sirhan Ali Sanchez
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