Este hadiz prohíbe a los musulmanes perjudicar a una persona sin legítimo derecho.
Existen básicamente dos formas de causar daño:
1- Perjudicar a una persona con el único objetivo de hacerle un daño. Esto es, sin duda alguna, un acto ilícito y reprochable.
Allah dice en el versículo referido al legado: (...Luego de cumplir con los legados y deudas sin perjudicar a nadie...) (4:12)
Abú Hurairah narró que el Profeta dijo: "Una persona puede haber vivido obedeciendo a Allah durante sesenta años, pero si antes de morir perjudica a sus herederos entrará en el Infierno".
Luego recitó los siguientes versículos: (Estos son los dictámenes de Allah. Quien obedezca a Allah y a Su Mensajero, Él le introducirá en jardines donde corren los ríos, y donde vivirán eternamente. Éste es el éxito grandioso. Pero quien desobedezca a Allah y a Su Mensajero y no cumpla con Sus dictámenes, Él le introducirá en el Fuego donde permanecerá eternamente y sufrirá un castigo humillante.) (4: 13-14)[2]
Dejar a uno de los herederos más dinero de lo que Allah ha establecido para él de la herencia es una forma de perjudicar al resto de los herederos legítimos.
El Profeta dijo: "Allah ha dado a cada uno su derecho en la herencia, por ello no se debe dejar ningún legado a favor de un heredero".
También se puede perjudicar a una mujer mediante su divorcio. Allah dice: (Y si expresáis la voluntad de divorcio a vuestras esposas y éstas cumplen con el plazo de espera, reconciliaos con ellas en buenos términos o dejadlas de buena forma. No las retengáis para hacerles daño violando así las leyes de Allah, pues quien obre de esta manera será injusto consigo mismo...) (2:231)
Al comienzo del Islam los hombres acostumbraban a divorciar a sus esposas y luego, antes de que el período de espera previo a la ejecución definitiva del divorcio finalizara, revocaban su decisión para luego volverla a divorciar y así sucesivamente. Entonces, las mujeres que eran sometidas a esta situación opresiva no permanecían ni casadas ni tampoco eran divorciadas definitivamente. Por ello el Islam decretó la ilegitimidad de esta costumbre y estableció que si la voluntad de divorcio es manifestada tres veces no hay más posibilidad de reconciliación.
El hombre tiene derecho a tomar nuevamente a su esposa sólo si busca una reconciliación verdadera. Allah dice: (Sus maridos tienen derecho a volver con ellas si desean avenencia...) (2:228)
También se puede perjudicar a una persona en una operación comercial. El Profeta prohibió venderle a quien se encuentra necesitado, para así evitar cualquier tipo de abuso en el precio. Dijo : "Si vendiéndole a tu hermano necesitado lo ayudas, pues hazlo, de lo contrario no lo perjudiques acrecentándole su problema".
2- Causar un perjuicio a una persona pero sin intención de dañarlo, como por ejemplo el caso de una persona que disponiendo legítimamente de sus bienes adopta alguna medida que perjudica a un tercero.
El Islam desaprueba que, aun cuando legítimamente se es dueño de una parcela de tierra, se le impida a las personas beneficiarse de ciertos recursos naturales básicos. El Profeta dijo: "Las personas deben compartir tres cosas..."[3] Y entre ellas mencionó el agua y las pasturas.
Allah no ha prescripto absolutamente nada a las personas que pueda perjudicarlas. Al contrario, todas Sus disposiciones son para que los hombres se beneficien de ellas, tanto en su religión como en sus vidas cotidianas. Por este motivo, y con el fin de no causar ningún daño a Sus siervos, Allah ha otorgado algunas concesiones en ciertas situaciones. Por ejemplo, permitió que la persona enferma no hiciera la ablución ritual previa a la oración con agua, para evitar que su enfermedad se vea agravada por el uso de la misma, prescribiéndole en su lugar una ablución seca con tierra, conocida como taiammum.
Allah dice: (...y si estáis enfermos o de viaje, o alguno de vosotros viene de hacer sus necesidades, o habéis tenido relaciones con vuestras mujeres y no encontráis agua, recurrid a tierra limpia y pasáosla por el rostro y las manos. Allah no quiere imponeros ninguna carga, sólo quiere purificaros y completar Su gracia sobre vosotros para que seáis agradecidos.) (5:6)
También permitió al enfermo y al viajero dejar de ayunar. Allah dice: (Quien estuviere enfermo o de viaje [y no ayunase] deberá reponer posteriormente los días no ayunados y así completar el mes. Allah desea facilitaros las cosas y no dificultárosla...) (2: 185)
Al Bujári y Muslim registraron que el Profeta vio a un hombre que había jurado hacer la peregrinación caminando, y por ello le dijo: "Allah no necesita que una persona se atormente a sí misma caminando esa distancia, súbete pues a tu montura".[4]
Se deduce del hadiz de este capítulo que si una persona endeudada se ve imposibilitada de pagar su deuda, y la única manera de saldarla es vendiendo su única vivienda y sus bienes básicos, no está obligado a hacerlo por el gran daño que ello significa. En este caso, el Islam prescribe otorgarle un nuevo plazo para que salde su deuda y no embargarles sus únicos bienes.
Allah dice: (Y si quien os debe atraviesa una situación estrecha, concededle un nuevo plazo hasta que esté en condición de saldar la deuda. Pero si supierais que es mejor para vosotros condonarle la deuda, hacedlo por caridad que será más beneficioso para vosotros) (2:280)