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Nosotros y la Muerte (Tercera Parte)

LOS MORADORES DE LA GLORIA Y SUS CIRCUNSTANCIAS

Se reúnen los moradores con sus hermanos y familiares. Palabra de Dios:

« "Entrad jubilosos en el paraíso juntamente con vuestras esposas...Ellos con sus esposas estarán en gratas umbrías, acodados sobre los sofás... En cuanto a los creyentes y sus proles que les sigan en la fe, les reuniremos con sus familiares... ''».

Se reúnen entre ellos con pureza y amor.

Palabra de Dios:

« "Y arrancaremos todo rencor de sus corazones "», y odio. Se disponen para ellos lechos y almadraques; sobre ellos serán sus reuniones.

Palabra de Dios:

«"Recostados sobre lechos ordenados''»

Se sientan sobre ellos.

Palabra de Dios:

«''Serán como hermanos, descansando sobre almadraques, contemplándose frente afrente"».

Sus almadraques tendrán forros muy valiosos a los que Dios denominó brocados y a su alrededor habrá dos jardines cuyos frutos estarán a su alcance.
Serán servidos por jóvenes criados.

Palabra de Dios:

«''Y les servirán mancebos que serán hermosos como si fueran perlas en sus conchas... Allí seguros pedirán de toda fruta... Se les servirá en un cáliz un néctar, cristalino y delicioso para quienes lo beban, que no les ofuscará ni les embriagará"».

La comida se les servirá

Palabra de Dios:

«"Con bandejas y copas de oro''»

En cuanto a las bebidas les servirán:

Palabra de Dios:

«''Vasos aguamaniles y copas rebosantes de néctares de manantiales"».

Les traerán cuanto deseen de comida.

Palabra de Dios:

«"Y también les servirán las frutas de su predilección y la carne de las aves que les apetezcan... Pasearán entre los lotos inermes y plátanos con frutas alineadas, en densa sombra y frutas abundantes e inagotables que jamás serán prohibidas y donde reclinados sobre sofás... En donde no sentirán el calor solar ni el frío lunar... Y las flores del jardín les cubrirán; cuyos frutos estarán al alcance de sus manos... Reconocerás en sus rostros el esplendor de la bienaventuranza''»

Y sus caras;

Palabra de Dios: «''En este día estarán risueñas''»

Se dirigirán a los rincones de la gloria que quieran y comenzarán a conversar entre si.

Palabra de Dios: « "Su saludo es paz"».

No hablarán sino el bien.

Palabra de Dios: «"Y empezarán a hablar entre sí Dirán:

Por cierto que en el mundo fuimos timoratos entre nuestras familias. Pero Dios nos agració y nos preservó de la pena del Simún
"».

Esto será el fruto de la imploración y la petición de indulgencia.

Palabra de Dios:

«"Porque antes le invocábamos; porque es beneficentísimo, Misericordiosísimo"».

Cuando hablan recuerdan en sus conversaciones los días de la vida mundanal, las circunstancias de sus moradores, lo que eran y donde han llegado en la vida ulterior.

Palabra de Dios:

« "Uno de ellos dirá: Por cierto que tenía un compañero en la tierra, que decía: ¿Eres realmente de los que creen en la resurrección?¿ Cuando muramos y seamos reducidos a polvo y huesos, en verdad, seremos juzgados?

Dijo: (el creyente en la gloria, a sus hermanos)

Palabra de Dios:

«"Dirá: ¿Queréis observar?

A los moradores del fuego, para que los vean en él. Esto indica que podrán asomarse hacia ellos.

Palabra de Dios:

«''Y mirará y le verá en medio del infierno''»

Y le dijo: (esto y lo que viene después indica que los moradores de la gloria y los del fuego dialogan):

Palabra de Dios:

«Les dirá: "¡Por Dios que estuviste apunto de seducirme!" Y si no fuera por la gracia de mi Señor, me encontraría con los réprobos"».

Dios les recompensará con las doncellas celestiales y los desposará con ellas.

Palabra de Dios.

«"Y les desposaremos con doncellas como perlas en sus conchas"».

Fueron una creación especial y son.

Palabra de Dios:

«"Y las hicimos vírgenes, amantes y coetáneas, de casta mirada (por su feminidad). Que jamás antes de ellos las tocó hombre ni genio"».

Los moradores de la gloria.

Palabra de Dios:

«''Donde su invocación será: ¡Glorificado seas, oh Dios! Allí su saludo será la palabra ¡ Paz ! y el cabo de su invocación será "Loor a Dios Soberano del universo!''».

Diciendo.

Palabra de Dios:

«''Alabado sea Dios que nos encaminó hasta aquí. Jamás habríamos podido iluminarnos si Dios no nos hubiese encaminado. ¡Sin duda que los apóstoles de nuestro Señor nos habían presentado la verdad!" Entonces serán convocados: "He aquí el paraíso en recompensa de lo que hicisteis!''... Donde la fatiga no les agobiará y del cual jamás serán echados... Donde no sufrirán la muerte excepto la primera... Y los ángeles los entrarán por todas las puertas"».

Les saludan y felicitan diciendo.

Palabra de Dios:

«"La paz sea con vosotros por lo que perseverasteis y al final ¡Que felicidad en la morada... Tiene lo que desean los egos y lo que agrada al oído... Por cierto que ésta es la bienaventuranza. ¡ Qué trabajen los aspirantes para lograrla "».

¡Oh Dios mío! Por tu misericordia que todo lo abarca y tu perdón e indulgencia -Tú eres el Perdonador y el Indulgentísimo, sálvanos del tormento del fuego y franquéanos la gloria en paz.

EL INFIERNO

 

Lo que viene a la mente es que el fuego infernal es como el que conocemos en esta vida. Pero, la realidad es que aquél es más abrasador y por eso no puede comparársele en magnitud, pese a la semejanza en su género.

Quien repara en la descripción que hace el Corán del infierno, ve que es de otro género, pues si fuera como el fuego de esta vida, todo lo quemaría y lo dejaría calcinado.

A pesar de que el infierno tiene árboles, agua y sombra, todo está dispuesto para atormentar, no para disfrutar.

El fuego de esta vida quema a quien entra en él, lo mata y descansa de su dolor. Sin embargo el del infierno -nos refugiamos en Dios de él- es un dolor permanente para sus moradores.

Palabra de Dios:

«''No se les condenará a que mueran ni se les aliviará nada de su castigo"».

No quema la piel para hacerla desaparecer, sino para madurarla y una vez madura, Dios la regenera otra vez para continuar el tormento.

Sus moradores viven, piensan, recuerdan y discuten. En el infierno hay árboles, pero son infernales.

Palabra de Dios:

«"En verdad es un árbol que crece en el fondo del infierno, sus vástagos fructíferos parecen cabezas de diablos''».

También hay comida y sus moradores comen, pero son comensales del fruto de este árbol maldito.

Palabra de Dios:

«''Que los réprobos comerán y con ellos hartarán sus vientres y luego se les hará beber un mejunje de agua hirviendo"».

En el infierno hay bebidas; aguas purulentas que bebe el incrédulo. 

Palabra de Dios: «''Que sorberá, mas no podrá tragarla''»

Cuando comen del árbol infernal, después, beberán del agua hirviente que describió el Corán. Por la intensidad de su sed, beberán de ella como los camellos perdidos y sedientos; después se verterá sobre sus cabezas.

Palabra de Dios: «''Con que será derretido cuanto hay en sus entrañas y en su piel''»

En el infierno hay vestimentas, pero son de fuego.

Palabra de Dios: « "Para los incrédulos se confeccionaron prendas de fuego''».

En el infierno hay sombras, pero de fuego. 

Palabra de Dios:

«"Tendrán por encima y por debajo de ellos capas de fuego. La sombra de negra humareda: Ni fresca, ni grata "».

Este es el final para quienes prefirieron esta vida y su prosperidad, perseveraron en su incredulidad y desmintieron el día del juicio.

Palabra de Dios:

« "Porque antes de esto fueron concupiscentes y persistieron en su mortal pecado. Y decían: ¿Acaso cuando muramos y seamos reducidos a polvo y huesos, seremos resucitados... ?

En cuanto a los desventurados, serán precipitados en el fuego infernal donde exhalarán suspiros y estertores. Allí se albergarán perpetuamente, mientras subsistan los cielos y la tierra, a menos que tu Señor disponga otra cosa; porque tu Señor ejecuta lo que le place
''».

LA ENTRADA AL INFIERNO

Una vez concluido el juicio se cumple la promesa del tormento para los incrédulos y serán conducidos a tropel al infierno.

El mismo infierno se enoja por su incredulidad, su reiteración en ella y por su alejamiento de los mensajeros de su Señor. Los guardianes del infierno no acaban de asombrarse de sus locuras y terquedades. Vuelven a preguntarles

Palabra de Dios:

«"Ya punto de estallar de rabia, cada vez que un grupo sea precipitado en él, sus guardianes les preguntarán: ¡Acaso no os habían llegado amonestadores!

No tienen más remedio que rendirse y reconocerlo.

Palabra de Dios:

«"Dirán: ¡Sí! Por cierto que nos llegaron amonestadores, pero, les despedimos diciéndoles: "¡Dios no ha revelado nada...!''»

Los ángeles les dirán:

Palabra de Dios:

«"Estáis en un craso error...

Reconocerán que fueron sordos, no escuchaban, y que habían anulado su razón, no pensaban. Si hubieran escuchado lo que le predicaban y hubieran reflexionado sobre ellos mismos y sobre el universo que les rodeaba, hubieran llegado a Dios y creído en El, habrían seguido a sus mensajeros y no habrían acabado en el infierno.

Palabra de Dios:

«" Y dirán entonces: "Si hubiéramos escuchado y meditado, no estaríamos entre los condenados al tártaro.''

Reconocerán su culpa: ''Mal aventurados sean los condenados al tártaro''
».

EL INFIERNO ES CÁRCEL

El infierno:

Palabra de Dios:

«"Tiene siete Puertas"».

Por ella se distribuirán sus moradores.

Palabra de Dios:

«"Cada Puerta está destinada a una parte de ellos" ».

Están cerradas con cerrojos como pilares.

Palabra de Dios:

«"Por cierto que él será cerrado sobre ellos con columnas extendidas"».

Se encuentran arrojados en él, en lugares estrechos y atados unos contra otros.

Dios dispuso para ellos:

Palabra, de Dios:

«''Cadenas, grilletes Y fuego ardiente"».

INTENTOS DE HUIR

Dios concedió al hombre la longevidad en esta vida. Le dio la razón con la que elegir lo que quisiera y la voluntad para ejecutar lo que eligiera. Una parte de la gente eligió la conducta del camino del infierno y obraron lo que conducía a él. Cuándo lo alcanzaron intentaron huir, prometiendo creer y reformarse si vuelven a la vida mundanal. Creían que era como los exámenes de esa vida, en los que quien. suspende una convocatoria se enmienda en otra. No sabían que cuando uno sale de esta vida no volverá jamás a ella ni que quien entra al fuego no saldrá de él. Esto se identifica con la Palabra de Dios, altísimo sea:

«"No obstante, les habíamos Presentado un Libro que les dilucidamos sabiamente, y es guía y misericordia para los creyentes.

¿Esperan acaso algo más que su consumación?


El día que ésta llegue, quienes lo hayan desdeñado dirán: "¡Sin duda que los apóstoles de nuestro Señor nos habían presentado la verdad!''

¿Por ventura obtendremos intercesores que aboguen en favor nuestro? ¿O bien, seremos retornados para comportamos distintamente a como lo hicimos? ... Y ves a los inicuos cuando ven los tormentos diciendo: hay algún camino para volver...

Y ellos clamando en él. ¡Oh Dios nuestro! Sácanos de aquí y haremos todo el bien que no supimos hacer"».

Y será la respuesta decisiva:

Palabra de Dios:

«"¿Acaso no os prolongamos la vida para que quien quisiera reflexionar pudiese hacerlo, y no os llegó el amonestador? Sufrid pues, porque los inicuos no tienen socorredor alguno"».

Luego se refugiarán en los guardianes del infierno como lo hace el encarcelado en los guardianes de la cárcel. Creerán que ellos les podrán ayudar o les alejarán el perjuicio, diciéndoles:


Palabra de Dios:

«"Y los réprobos dirán a los guardianes del infierno: "¡Invocada vuestro Señor para que nos alivie un día del suplicio!"

Les dirán: "¿Acaso no os presentaron nuestros apóstoles las evidencias? "Dirán:"¡Sí!'' Le dirán: ''Rogad pues! ¡Aunque el ruego de los incrédulos será en vano!"»

Cuando desesperen, se dirigirán a Malek, que es el jefe de los guardianes del infierno.

Palabra de Dios:

«" Y clamaron: ¡Oh Malek! que nos destruya  tu Señor"».

Pero su respuesta será decisiva y determinante.

Palabra de Dios:

«"Dijo: Permaneceréis"».

Pensarán en redimirse con dinero, como hacían en la vida mundanal; pero, más vale que renuncien a ello.

Palabra de Dios:

«"Si los inicuos poseyeran todo cuanto existe en la tierra y otro tanto más lo darían para eximirse del horrible tormento en el día del juicio final. ¡Y se les aparecerá de Dios, lo que jamás esperaban!

¡Y se los aparecerán las maldades que hayan cometido; y los envolverá aquello de lo que se burlaban"».

Pero, no les servirán de nada estos intentos y quedarán en el infierno.

Palabra de Dios:

«" Y serán fustigados con mazas de hierro. Cada vez que quieran salir de él, por angustia, serán vueltos allí''».

Y se les dirá:

Palabra de Dios:

«"Sufrid el tormento del fuego"».

SUS CONVERSACIONES Y DISCREPANCIAS

Los moradores de la gloria son hermanos, recostados en lechos frente a frente. Se habrá extinguido el rencor de sus corazones y en sus conversaciones hablarán el bien y no cabrán en ellas las murmuraciones, mentiras y pecados.

En cambio, los moradores del infierno estarán inmersos en disputas.

Palabra de Dios:

«"Cada vez que ingrese una generación abominará de su hermana, hasta que todas estén reunidas en el fuego; entonces, los sectarios dirán a sus secuaces: "¡Oh Señor nuestro! ¡He aquí a quienes nos desviaron! ¡Duplícales el castigo infernal!". El les dirá: "El doble será para todos pero, vosotros lo ignoráis''.

Los secuaces dirán a los sectario: "¡No os debemos ningún favor! ¡Sufrid pues, el castigo por lo que habéis cometido ...''

" He aquí un tropel que entrará con vosotros¡ ¡Enhoramala a ellos Porque entrarán en el fuego!

Les dirán: ''Tampoco habrá enhorabuena para vosotros por habernos inducido a ello! ¡Y qué pésima morada!" Y dirán: "¡Oh Señor nuestro! ¡A quienes nos indujeron a ello duplícales el castigo en el fuego infernal!'' Y Por qué no vemos aquí a aquellos hombres que contábamos entre la plebe, a quienes solíamos escarnecer?" ¡Por cierto que es real la disputa de los réprobos ... ! Los incrédulos dirán. ''¡Qh Señor nuestro! ¡Muéstranos a los genios y hombres que nos extraviaron; los pondremos bajo nuestras plantas para que se cuenten entre los más viles!''
»

DIÁLOGOS ENTRE LOS MORADORES DE LA GLORIA Y EL INFIERNO

Ya podíamos deducir, por lo expuesto anteriormente, que los moradores de la gloria pueden ver a los del fuego. El Corán dice que unos y otros hablan y conversan.

Palabra de Dios:

«"Y los dilectos del paraíso gritarán a los réprobos: "¡ Hemos verificado, que era verdad cuanto nuestro Señor nos había Prometido!" ¿Por ventura, comprobasteis que era verdad cuanto vuestro Señor os había prometido?
Dirán: ''¡Sí! Un pregonero entonces clamará entre ellos: ''¡Que la maldición de Dios caiga sobre los inicuos... Los réprobos clamarán a los bienaventurados: ''Verted sobre nosotros un poco de agua o algo de lo que Dios os agració". Les dirá: ''por cierto que Dios se lo vedó a los incrédulos, que tomaron su religión por diversión y juguete y los sedujo la vida mundanal ''»


EL PURGATORIO

Lo que se desprende de estas aleyas es que el purgatorio es un lugar entre la gloria y el infierno.

Permanecerán en él, un tiempo determinado, aquellos cuyas obras buenas no alcanzaron para entrar en la gloria ni llegaron sus malas obras para introducirles en el fuego.

Verán desde él la gloria, ansiando entrar en ella, y hablarán con sus moradores. Verán, también, el fuego, del que se refugiarán en Dios, y hablarán con sus moradores.

Entre ellos, (es decir, entre los moradores de la gloria y del fuego) hay una cancela

Palabra de Dios:

«" Y sobre el purgatorio se situarán hombres que reconocerán a cada cual por su fisonomía y convocarán a los bienaventurados: "Qué la paz sea con vosotros!''

Pero aunque lo anhelen no entrarán aún en él. Mas cuando sus miradas se vuelvan hacia los réprobos dirán: "¡Oh Señor nuestro! ¡No nos juntes con los inicuos!

Verán en el infierno a gentes que conocían en la tierra. Eran los altivos y orgullosos por sus tesoros, por sus seguidores y por las masas que les apoyaban, a causa de lo cual se volvían más arrogantes y enaltecidos. Les llamarán y les dirán:

Palabra de Dios:

«"¿De qué os sirvieron vuestros tesoros y vuestra altivez"?».

Verán entonces que no les sirvieron de nada para alejar su tormento, ni mucho ni poco, y que lo han dejado todo tras de sí y lo han abandonado a sus espaldas. Porque no baja con el muerto ni amigo ni compañero, aliado o intimo, soldado o ayudante.

A todos los deja atrás y se aleja de ellos; bajará a la tumba solo, y solo también resucitará de la tumba y comparecerá al juicio.

Esta es una realidad cotidiana en la vida mundanal, pero se cegaron los ojos para verla y la razón para captarla.

¡Oh Dios! Abre nuestros ojos para que veamos las realidades que conducen a ti e ilumina nuestras mentes para ver el camino que lleva hacia ti y aléjanos de las seducciones manifiestas y ocultas. Agrácianos con tu complacencia y la gloria; aléjanos de tu ira y del fuego; ¡Oh Absolvedor Indulgentísimo!

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