Lailatul Qadr (La Noche Del Decreto): Pérdida De La Fecha Exacta De Lailatul Qadr
Hadith Número Cinco 'Ubádah Ibn Sámit (radialláhu 'anhu) dijo: "En cierta ocasión, Rasúlulláh (sallalláhu 'aleihi wa sallam) vino para informarnos sobre la fecha exacta de Lailatul Qadr, en ese momento se produjo una discusión entre dos musulmanes, entonces él (sallalláhu 'aleihi wa sallam) dijo: "Vine para informaron acerca de la noche del Qadr, pero debido a la discusión de dos personas, se ha perdido la fecha exacta. Quizás esto sea mejor para ustedes, así pues, buscadla en la novena, séptima y quinta noche". Comentario Tres puntos importantes son relatados en este hadith. Primero, se menciona una discusión que dio como resultado que el conocimiento de Lailatul Qadr fuera negado para nosotros. Las discusiones siempre causan la pérdida de bendiciones. Es un mal tan grande, que por su causa se perdió para siempre la fecha exacta de Lailatul Qadr y, no sólo esto, sino que además, es una forma de privarse uno mismo de las bendiciones. Una vez Rasúlulláh (sallalláhu 'aleihi wa sallam) preguntó a sus compañeros: "¿Queréis acaso que os informe acerca de una acción que es mejor que la oración, el ayuno y la caridad?" Los compañeros respondieron: "Ciertamente queremos". Rasúlulláh (sallalláhu ‘aleihi wa sallam) dijo: "Mantener buenas y pacíficas relaciones entre ustedes es lo más virtuoso, pues ciertamente, las discusiones entre ustedes eliminan la fe". Esto quiere decir que tal como la navaja rasura el pelo de la cabeza, así mismo las discusiones entre nosotros arrancan la fe. De hecho, esta es una enfermedad entre nosotros. Aún aquellos entre nosotros que parecen ser excepcionalmente religiosos y ocupados en dhikr (el recuerdo de Alláh), son víctimas de las discusiones y disputas. Lo primero que debemos hacer es poner atención y meditar sobre las palabras de Rasúlulláh (sallalláhu 'aleihi wa sallam) y luego revisar nuestro comportamiento en el que el orgullo nos aparta de la reconciliación. En el primer capítulo de este libro (donde hablamos acerca de las etiquetas del ayuno) leímos que Rasúlulláh (sallalláhu 'aleihi wa sallam) dijo: "Insultar a un musulmán es la más despreciable y baja de las acciones". A menudo, llegamos a tal extremo que, al discutir con otro musulmán, no nos preocupamos de que se trate de un hermano musulmán, o de evitar los insultos. En tales casos no se consideran en nada las órdenes de Alláh Ta'álá y Su Mensajero (sallalláhu ‘aleihi wa sallam). Dice el Corán: “Y obedeced a Alláh y a Su Mensajero y no disputéis entre vosotros, porque si lo hiciérais, os acobardaríais y perderíais vuestro ímpetu”. (Surah Al Anfál [8], áyah 46) Ahora corresponde a aquellos que siempre quieren destruir el honor y la dignidad de los demás, que se detengan a pensar en cuanto daño se han hecho a sí mismos. Deberían pensar ¿Cuántas veces han cometido estos actos deleznables, rebajándose a sí mismos frente a los ojos de Alláh Ta'álá y de quienes les rodean? La persona que rompe relaciones con sus hermanos por más de tres días y muere en este estado, irá directamente al infierno. Rasúlulláh (sallalláhu 'aleihi wa sallam) dijo que cada lunes y jueves las acciones de los siervos son llevadas hacia Alláh Ta'álá, entonces por Su infinita misericordia (por sus buenas obras) se les concede el perdón, excepto a los idólatras. Sin embargo, respecto de dos personas entre las que hay una disputa y han roto sus relaciones se dirá: "Dejen sus acciones a un lado hasta que se reconcilien." Otro hadith afirma que cuando las acciones son presentadas ante Alláh Ta'álá, cada lunes y jueves, así el arrepentimiento es aceptado y el perdón es concedido a quienes lo piden. Sin embargo, aquellos que tienen una disputa, se quedarán como estaban. Y aún otro hadith nos enseña que, en Lailatul Bará-ah (la noche del quince de Sha'bán), la misericordia de Alláh Ta'álá llega a todas las criaturas de Alláh Ta'álá y se concede el perdón a todos excepto a dos clases de personas, un káfir y uno que tenía malos pensamientos contra los demás. En otro hadith leemos: "Hay tres clases de personas cuya oración no se eleva ni un palmo sobre sus cabezas", una de ellas es quien discute con los demás. En los párrafos anteriores me he desviado del punto que estamos tratando, no porque tuviese la intención de mencionar estos ahádith acerca de las discusiones, sino que para notar lo poco que consideramos estos grandes males. Tanto es así, que aquellos a quienes consideramos rectos y piadosos caen en ellos. A Alláh Ta'álá dirijo mi súplica y de Él únicamente pedimos refugio, Ámin. Por otra parte, entender que esas peleas, el usar palabras hirientes y romper relaciones con los demás, sólo se puede considerar como un crimen y un mal dentro del Islám. Está permitido romper relaciones con alguien debido a su mala conducta. Ibn 'Umar (radialláhu 'anhuma) cuenta que en cierta ocasión él citó un dicho de Rasúlulláh (sallalláhu `aleihi wa sallam) sobre el cual su hijo dijo algo que exteriormente parecía objetarlo, por ello Ibn Umar (radialláhu 'anhuma) nunca más le habló a ese hijo por el resto de su vida. Existen numerosos acontecimientos de este tipo en la vida de los sahábah (radialláhu 'anhum). A menudo rompemos relaciones con la gente alegando que es por una causa del Din. Alláh Ta'álá Quien lo sabe todo, Lo ve todo y sólo Él conoce la verdad de las cosas, y solamente Él sabe qué relaciones fueron rotas verdaderamente por la causa de Su Din, y cuáles por causa de nuestro orgullo, honor y dignidad. El segundo punto hacia el cual dirige nuestra atención el hadith que hemos estado revisando, se refiere a que el hombre debe sentirse satisfecho y aceptar las órdenes de Alláh Ta`álá en todos los asuntos. Por ejemplo, aunque parece que el haber perdido el conocimiento acerca de la fecha exacta en que caería Lailatul Qadr es una gran pérdida de bendición, debemos aceptarlo pues proviene de Alláh Ta'álá. Rasúlulláh (sallalláhu `aleihi wa sallam) dijo: "Es mejor para nosotros que sea de este modo", debemos meditar acerca de ello, pues Alláh Ta'álá es siempre Misericordioso con todos Sus siervos. Aunque alguien haya sido alcanzado por una gran calamidad debido a sus malas acciones, necesita solamente acudir a su Creador, reconocer su debilidad y esta misma calamidad será causa de un gran bien para él. Nada es imposible para Alláh Ta'álá. Nuestros 'ulamá han mencionado varias ventajas de ignorar la fecha exacta de Lailatul Qadr. Primero, si supiéramos el momento verdadero en que cae la noche del Qadr, habría muchos que no hubiesen servido a Alláh Ta`álá en todo el año, o en otras noches, sino que, habrían esperado que llegase esa noche para cumplir con sus `ibádát. En lugar de ello, uno debe levantarse para realizar `ibádah durante un número mayor de noches con la esperanza de que alguna de ellas lo sea (lo que significa haber dedicado más noches para la adoración de Alláh Ta'álá y haber obtenido más recompensa). Segundo, entre nosotros hay quienes no parecieran ser capaces de evitar el mal. Que peligroso sería para ellos que, a pesar de saber con certeza que tal noche es Lailatul Qadr, aún así, siguieran cometiendo pecados en ella. Una vez Rasúlulláh (sallalláhu 'aleihi wa sallam) entró a la mezquita y encontró a uno de sus compañeros durmiendo en un costado. Entonces le dijo a 'Ali (radialláhu 'anhu) "Despiértalo y que haga wudfz", 'Al¡ (radialláhu 'anhu) lo hizo y después preguntó a Rasúlulláh (sallalláhu `aleihi wa sallam) "¡Oh Mensajero de Alláh! Tú siempre eres el primero en dirigirse hacia una buena obra, ¿Por qué no despertaste tú mismo a este hombre?" Rasúlulláh (sallalláhu `aleihi wa sallam) respondió: "Temí que este hombre pudiese rehusarse y rehusar mis órdenes es kufr. Si hubiese rechazado tus órdenes no habría sido kufr". Del mismo modo Alláh Ta'álá en su Infinita Misericordia no quiso que supiésemos acerca de la caída exacta de Lailatul Qadr para que no haya alguien que, aún sabiéndolo, continuase pecando y cometiendo el mal. Tercero, hay quienes encuentran posible dedicar una, dos o tres noches de 'ibádah, aún cuando no exista certeza de si encontraremos en alguna de ellas la noche del Qadr. Ahora bien, si no sabemos cuál es de hecho Lailatul Qadr, y la dejamos pasar sin realizar en ella ningún acto de 'ibádah, el resultado sería que al final, no habríamos dedicado ninguna noche a realizar 'ibádah en todo el mes de Ramadán. Cuarto, cada noche utilizada para hacer 'ibádah en busca de Lailatul Qadr será una noche recompensada. Quinto, hemos leído que Alláh Ta`álá habla con orgullo frente a los ángeles acerca de Sus siervos que se esfuerzan en realizar 'ibádah durante el mes de Ramadán, por lo mismo, mientras más noches son dedicadas a las 'ibádát, surgen más motivos para enorgullecerse. A pesar de ignorar cuando es la noche del Qadr, y aunque tienen sólo una idea aproximada del momento en que llegará, aún así, hay personas que se esfuerzan al máximo en adorar a Alláh Ta'álá noche tras noche. Si pensamos que tal es su entrega y sacrificio sin saber cuál será la noche exacta, cómo sería entonces si lo supieran. De seguro hay ventajas en ello. A menudo Alláh Ta'álá mantiene en secreto ciertas cosas que solo Él conoce debido a las grandes bendiciones que conllevan. Por ejemplo está "Al Ismul A'dham" (El Gran Nombre de Alláh Ta'álá, que si Lo invocamos con Él, Él responderá). O como aquel momento del Yumu`ah cuando la súplica es respondida y que no es conocido con exactitud. Así también hay varios ejemplos de este tipo. Es posible que por causa de una discusión se haya perdido el conocimiento de la fecha precisa de Lailatul Qadr. Sin embargo, por causa de otros beneficios la noche exacta no haya sido revelada. El tercer punto hacia el que dirigiremos nuestra atención, es aquel que dice que Lailatul Qadr debiera ser vista en la novena, séptima o quinta noche. Leyendo esto junto con otros ahádith, entendemos que se refiere a las últimas diez de Ramadán. Pero ¿Cuáles son estas noches? Si comenzamos desde el veinte, entonces estas tres noches son las del veinticinco, veintisiete y veintinueve. Si por otro lado comenzamos a contar desde el veintinueve, entonces, estas noches serán las del veintiuno, veintitrés y veinticinco. Y en al caso de que Ramadán dure treinta días, entonces serán las noches del veintidós, veinticuatro y veintiséis. Podemos darnos cuenta de la gran incertidumbre que hay acerca de la fecha precisa de Lailatul Qadr. Entre los sabios existen aproximadamente cincuenta opiniones diferentes, por esta razón, ellos han dicho que Lailatul Qadr no ocurre en la misma noche cada año, si en un año cayó en determinada fecha, el próximo será en otra la noche del Qadr. A veces Rasúlulláh (sallalláhu 'aleihi wa sallam) ordenaba a sus compañeros que buscasen la noche del Qadr entre un determinado número de noches, mientras que otras veces, solía ubicarla en cierta noche. Abú Hurairah (radialláhu 'anhu) transmite que una vez durante una conversación con sus compañeros se mencionó Lailatul Qadr. Rasúlulláh (sallalláhu 'aleihi wa sallam) preguntó: "¿Qué fecha es hoy?" Ellos le respondieron que era veintidós de Ramadán, el Profeta (sallalláhu 'aleihi wa sallam) dijo: "Busquen Lailatul Qadr en la noche que sigue a este día". (O sea, en esta noche)". Abú Dharr (radialláhu 'anhu) narra que en cierta ocasión preguntó a Rasúlulláh (sallalláhu 'aleihi wa sallam) si Lailatul Qadr duraría sólo mientras el Profeta Muhammad (sallalláhu 'aleihi wa sallam) estuviese vivo, o si continuaría después de él. Rasúlulláh (sallalláhu 'aleihi wa sallam) respondió: "Continuará hasta el Día del Qiyámah", entonces Abú Dhar (radialláhu 'anhu) preguntó: ¿En qué parte de Ramadán se encuentra? El Profeta (sallalláhu 'aleihi wa sallam) respondió: "Búscala entre los diez primeros y en los diez últimos días", luego el Profeta (sallalláhu 'aleihi wa sallam) se tuvo que ocupar de otros asuntos, entonces esperó hasta que hubiera otra oportunidad y le preguntó: ¿En qué parte de esas diez está Lailatul Qadr? Entonces Rasúlulláh (sallalláhu 'aleihi wa sallam) se enojó conmigo como nunca antes ni después lo había estado y dijo: "Si Alláh hubiese querido que fuese conocido ¿No lo habría informado acaso? Búscala entre las últimas siete noches y no preguntes más". En otro hadith, Rasúlulláh (sallalláhu ‘aleihi wa sallam) informó a sus compañeros que Lailatul Qadr era la noche del veintitrés. Ibn 'Abbás (radialláhu 'anhuma) narró: "En cierta ocasión mientras dormía, alguien me dijo en el sueño: "Levántate esta es Lailatul Qadr", así que me levanté y me fui de prisa donde Rasúlulláh (sallalláhu 'aleihi wa sallam) y lo encontré en oración. Fue esta la noche del veintitrés". De acuerdo a otras narraciones, Lailatul Qadr es el veinticuatro, 'Abdullaáh Ibn Mas`úd (radialláhu 'anhu) dijo: "Cualquiera que dedique todas las noches del año a hacer 'ibádah encontrará Lailatul Qadr" (En otras palabras, la noche bendita se mueve durante el año y no solamente se encuentra en Ramadán). Se narra de Ubay Ibn Ka'b (radialláhu 'anhu), que dijo, Ibn Mas'úd (radialláhu 'anhu) se oponía a que la gente se contentara con una noche y juró diciendo que era el veintisiete de Ramadán. Esta es la opinión también de otros sahábah y tábi in. La búsqueda de Ubayy lbn Ka'b en que, como Ibn Mas`úd, tiene la opinión de que quien hace ibádah durante todo el año podrá encontrarla. De acuerdo a una narración de Ad-Durrul Manthúr, se sabe que Ibn Mas`úd (radialláhu 'anhu) narra esto de Rasúlulláh (sallalláhu `aleihi wa sallam). Entre los A-immah, la opinión bien conocida del Imám Abú Hanifah (rahmatulláhi 'aleihi) es que Lailatul Qadr se mueve a través del año, mientras que otra opinión, es que se mueve a través de Ramadán. Sus famosos discípulos y seguidores, el Imám Muhammad (rahmatulláhi 'aleihi) e Imám Abú Yúsuf (rahmatulláhi 'aleihi), tienen la opinión de que esta noche se encuentra en una fecha desconocida del Bendito Mes. El Imám Sháfi'i sostiene que ocurre probablemente el veintiuno. El Imám Ahmad (rahmatulláhi 'aleihi) y el Imám Málik (rahmatulláhi 'aleihi) sostienen que se encuentra en las últimas diez noches de Ramadán, cambiando de año en año. No obstante la gran mayoría de los 'ulamá tienen la esperanza de que la noche del Qadr llegue el veintisiete sin cambiar de un año a otro. Ibn A1 `Arabi (rahmatulláhi 'aleihi) dijo: "En mi opinión, la opinión de que Lailatul Qadr viene en varias noches del año es la más correcta, pues yo la he visto dos veces durante el mes de Sha'bán el quince y el diecinueve, y la he visto dos veces entre las diez noches en medio de Ramadán la del trece y la del dieciocho. Y además la he visto en las noches impares de los últimos diez días de Ramadán. Por ello, estoy seguro, que puede caer en cualquiera de las noches del año, pero especialmente en Ramadán.". Sháh Waliyulláh (rahmatulláhi 'aleihi) de Delhi creía que Lailatul Qadr ocurría dos veces cada año: (a) Una es aquella en la cual las órdenes de Alláh Ta'álá fueron reveladas (a los ángeles). Esta es también la noche en que el Sagrado Corán fue hecho descender desde Al Lauhul Mahfúdh a los cielos. Esta noche no viene en Ramadán solamente sino que se mueve a través del año. Sin embargo, la noche en que fue revelado el Corán ocurrió en Ramadán y preferentemente cae en Ramadán. (b) La segunda Lailatul Qadr es una de gran valor espiritual, cuando bajan los ángeles en gran número y los shayátin son alejados y es un momento en que las súplicas y adoraciones son aceptadas. Esta viene sólo en Ramadán durante las noches impares de los últimos diez días de este Bendito Mes (Esta opinión es la más aceptada por mi padre, que falleció (rahmatulláhi 'aleihi). De cualquier modo, si hay dos Lailatul Qadr o sólo una, aún así no cambia el hecho de que debe ser buscada de acuerdo a nuestro valor y capacidad. Si no se puede a través del año, entonces en Ramadán completo, si esto todavía es difícil, entonces durante los últimos diez días, y si esto aún es difícil, entonces en las noches impares de los diez últimos días. Si ya se han desperdiciado estas oportunidades, entonces no se debe dejar por ningún motivo que la noche del veintisiete se vaya sin provecho. Si en este caso, por una Bendición de Alláh Ta'álá y por tu buena fortuna esta es la noche del Qadr, entonces todos los placeres de la vida mundana en comparación con ella serán insignificantes. Finalmente, aunque uno falle en encontrar esta noche, al menos toda la recompensa por las `ibádát serán recibidas. En todo el año la oración del magrib y de 'ishá deben realizarse en yamá`ah, pero en Lailatul Qadr la recompensa por ambas oraciones es mayor. Es una gran bendición de Alláh Ta'álá el que cuando alguien se esfuerza en los asuntos religiosos y no puede lograr el éxito en alguno de ellos, aún así es recompensado por el esfuerzo. No obstante, hay quienes no dejan una sola piedra sin mover en servicio del Din. Por el contrario, en los asuntos mundanos, cuando no se obtiene lo que se busca, incluso los esfuerzos se contabilizan como pérdidas, en este último caso hay numerosas personas que gastan su tiempo y se esfuerzan por obtener cosas mundanas que son infructuosas y sin valor y no obtienen ni siquiera una ventaja que les sirva de consuelo. "¿QUÉ COMPARACIÓN EXISTE |