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EL PASO HACIA EL PARAÍSO: Reafirmación Del Deber De Pagar El Zakat: Descripción De Su Mérito

EL PASO HACIA EL PARAÍSO
Dichos De Muhammad El Enviado De Dios
El-Imam Al-Nawawi
CAPÍTULO 184
Reafirmación Del Deber De Pagar El Zakat: Descripción De Su Mérito

EL LIBRO DE LAS VIRTUDES

Dios - alabado sea - dice:
"¡Cumplid la oración y ofreced el Zakat!". El Sagrado Corán (2:43)

Y dice también - alabado sea -:
"Y se les había ordenado [en sus legislaciones] que adoraran a Dios con sinceridad, fuesen monoteístas, realizaran la oración y pagaran el Zakât, pues ésa es la verdadera religión.". El Sagrado Corán (98:5)

Y dice también - alabado sea -:
"Toma de sus bienes una limosna que les purifique y les haga más abnegados". El Sagrado Corán (9:103)

653. Abdula Ibn 'Umar (que Dios esté complacido de ambos) narró que el Profeta (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) dijo: "El Islam se asienta sobre cinco pilares. El primero de todos es dar testimonio de que no existe otra divinidad salvo Dios, y que Muhammad (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) es el Enviado de Dios; el segundo es practicar las oraciones; el tercero es pagar el impuesto social (zakat); el cuarto es peregrinar a la Casa de Dios (en La Meca); y el quinto observar el Ayuno de Ramadán".

654. Talha Ibn Ubaidula (que Dios esté complacido de él) narró: "Un hombre de Náyed, con el pelo desaliñado, se presentó ante el Profeta (que la paz y las bendiciones de Dios sean con él). Escuchábamos su voz, pero no podíamos seguirle. Cuando se aproximó al Profeta (que la paz y las bendiciones de Dios sean con él) nos enteramos de que estaba haciendo preguntas sobre el Islam. Al responderle, el Profeta (que la paz y las bendiciones de Dios sean con él) le dijo: 'Hay cinco oraciones obligatorias (Salat) durante el día y la noche'. A continuación el hombre preguntó: 'Durante el día, ¿hay más oraciones que ésas?'. El Profeta (que la paz y las bendiciones de Dios sean con él) respondió: 'No, a excepción de tus oraciones voluntarias'. El Profeta (que la paz y las bendiciones de Dios sean con él) añadió: 'Luego está el ayuno del mes de Ramadán'. El hombre inquirió: '¿Hay algo además de eso?'. El Profeta (que la paz y las bendiciones de Dios sean con él) repuso: 'No, a excepción de los ayunos voluntarios'. Continuando su narración, Talha dijo: Seguidamente, el Profeta (que la paz y las bendiciones de Dios sean con él) le mencionó el Zakat, y el hombre volvió a preguntar si tenía que pagar algo más (como contribución obligatoria). El Profeta (que la paz y las bendiciones de Dios sean con él) dijo: 'No, a excepción de la contribución voluntaria'. Entonces el hombre se volvió y dijo: 'Dios es mi testigo de que no añadiré ni quitará nada a esto'. Sobre sus palabras, el Profeta (que la paz y las bendiciones de Dios sean con él) observó: 'Si dice la verdad, habrá triunfado'.

655. Ibn Abbas (que Dios esté complacido de ambos) narró que el Profeta (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) nombró a Mu'az gobernador de Yemen, y le dijo: "¡Invítales a prestar testimonio de que no existe más divinidad salvo Dios, y que yo soy Su Enviado. Cuando hayan aceptado esto, informales que Dios ha prescrito para ellos cinco oraciones (Salat) de día y de noche. Cuando hayan aceptado esto, diles que Dios ha hecho obligatorio que paguen el Zakat (el impuesto social), que será cobrado a los ricos de entre ellos, y distribuido entre sus pobres".

656. Ibn 'Umar (que Dios esté complacido de ambos) narró que el Profeta (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) dijo: "Se me ha ordenado (por Dios) que debo continuar mi lucha con la gente hasta que den testimonio de que no existe otra divinidad digna de adoración salvo Dios, y que Muhammad (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) es Su Enviado; y que practiquen la oración y paguen el Zakat (el impuesto social). Cuando lo hayan hecho, ellos y sus propiedades quedarán asegurados contra mí, siempre que cumplan sus obligaciones bajo el Islam y su responsabilidad será ante Dios'.

657. Abu Huraira (que Dios esté complacido de él) narró: "Cuando el Profeta (que la paz y las bendiciones de Dios sean con él) falleció y Abu Bakr (que Dios esté complacido de él) se convirtió en Califa, algunos árabes se volvieron herejes, por lo que Abu Bakr (que Dios esté complacido de él) resolvió combatirlos. 'Umar (que Dios esté complacido de él) le dijo: '¿Cómo es que lucharás contra ellos, cuando el Profeta (que la paz y las bendiciones de Dios sean con él) ha dicho: «He ordenado luchar contra ellos hasta que declaren que no hay otra divinidad salvo Dios. Quien afirme esto habrá asegurado su vida y su propiedad ante mí, salvo en la medida de sus obligaciones, y deberá rendir cuentas ante Dios (por su fe)»'. Abu Bakr (que Dios esté complacido de él) dijo: '¡Por Dios! No dudaré en luchar contra quien discrimine entre la Salat (oración) y el Zakat (el impuesto social). El Zakat es el derecho (de Dios) sobre la riqueza de una persona. ¡Por Dios! Si me niegan el pago, aunque sea un trozo de brida de camello que pagaban durante los días del Profeta (que la paz y las bendiciones de Dios sean con él), lucharé contra ellos hasta que sea restablecido este pago".
‘Umar (que Dios esté complacido de él) dijo entonces: Después de esto, me dí cuenta que Dios había dejado bastante claro a Abu Bakr (que Dios esté complacido de él) la cuestión de combatir contra los renegados por la recuperación del Zakat, y pude apreciar que Abu Bakr (que Dios esté complacido de él) tenía razón'”.

658. Abu 'Aiub (que Dios esté complacido de él) narró que un hombre pidió al Profeta (que la paz y las bendiciones de Dios sean con él): "Te ruego que me digas cuál es la acción que me dará derecho a entrar al Paraíso", él (que la paz y las bendiciones de Dios sean con él) respondió: "Adora a Dios, no asocies nada ni nadie con El, cumple (observa) el Salat y trata bien a tus parientes de sangre".

659. Abu Huraira (que Dios esté complacido de él) narró que el Profeta (que la paz y las bendiciones de Dios sean con él) dijo: "Una persona rica que posee oro y plata, pero que no paga el Zakat que debe por los mismos, (debe saber que) su oro y su plata serán fundidos en el Día del Juicio, y que se convertirán en láminas que se calentarán en el fuego del Infierno, y con ellas será marcado en sus costados, su frente y su espalda. Cuando estas láminas se enfríen, volverán a ser calentadas nuevamente en el horno del Infierno, y seguirá siendo marcado durante todo el día, cuya duración será igual a cincuenta mil años, y así hasta que se dicte sentencia para todas las personas, y se les mostrará su camino hacia el Infierno o hacia el Paraíso".
Los Compañeros preguntaron: "¡Oh, Enviado de Dios! ¿Y qué ocurrirá con los propietarios de camellos?", él (que la paz y las bendiciones de Dios sean con él) dijo: "De la misma manera, el propietario de camellos que no pague el Zakat correspondiente por ellos, y además por la leche de las camellas que - en el día en que éstas reciben agua - debe ser donada, si no lo hace, esa persona será lanzada sobre una ancha y plana llanura, que el Día del Juicio será hollada por los camellos. Los camellos serán muy fuertes y gordos, y ninguno de ellos - ni siquiera las crías - estará ausente. Le pisarán bajo sus patas, y le desgarrarán con sus dientes. Cuando el último de ellos haya terminado de pasar, el primero volverá a comenzar el proceso una vez más, y así durante todo el día, cuya duración será de cincuenta mil años, hasta que todos los hombres hayan sido juzgados y se les haya enviado al Paraíso o al Infierno (según corresponda)".
Entonces se le preguntó: "¡Oh, Enviado de Dios! ¿Y los dueños de vacas y cabras?", él (que la paz y las bendiciones de Dios sean con él) repuso: De igual manera, una persona que sea propietaria de vacas y cabras y que no pague el Zakat que debe por estos animales, en el Día del Juicio será lanzada sobre una llanura ancha y plana, donde estarán presentes todos estos animales, y ninguno de ellos carecerá de cuernos, que serán erguidos y bien afilados. Le desgarrarán con sus cuernos y le pisotearán con sus pezuñas, y cuando haya terminado el último, comenzará de nuevo el primero, y así todo el día, cuya duración será igual a cincuenta mil años, al cabo de los cuales todas las personas habrán sido juzgadas y se les habrá indicado si morarán en el Paraíso o en el Infierno (según la naturaleza de su caso)". A continuación preguntaron al Profeta (que la paz y las bendiciones de Dios sean con él): "¡Oh, Enviado de Dios! ¿Y qué ocurrirá con los propietarios de caballos?", él (que la paz y las bendiciones de Dios sean con él) explicó: "Los caballos se dividen en tres categorías: los que serán una carga para su dueño, los que le servirán de protección y los que harán a su amo digno de recompensa. En cuanto a los que son una carga para su dueño, se trata de aquéllos que son criados para ser exhibidos, o por soberbia, o para agredir a los musulmanes. Serán la causa de tormento para su propietario. Los que protegen a su amo son aquéllos que éste cría para servir a la causa de Dios, y no olvida lo que a Dios debe por sus pescuezos y lomos; por ello, son su protección.
Los que hacen a su amo digno de recompensa son los caballos criados en prados y jardines (en pastos verdes y frescos) para ser utilizados por los musulmanes para la causa de Dios. Por cada paja y hoja de forraje que coman de estos prados, se apuntará una virtud para su propietario, y cuando expulsen sus excrementos y su orina, todos estos actos se apuntarán en igual número de virtudes para él. Por cada trozo de brida que sea utilizado (y se rompa) al montarlos, y por cada montecillo del que salten, y por cada sonido de las patas o marcas del casco del animal, se registrará en su haber igual número de virtudes. Y cuando su amo los lleve al agua y beban, tanto si su dueño pretende que lo hagan como si no, cada trago de agua se contará como una virtud a su favor".
Seguidamente la gente preguntó al Profeta (que la paz y las bendiciones de Dios sean con él): "¡Oh, Enviado de Dios! ¿Y qué hay de los asnos?" él (que la paz y las bendiciones de Dios sean con él) respondió: "Nada se me ha revelado respecto a ellos, pero existe un versículo exhaustivo y singular (digno de consideración sobre el particular): "Quien haya hecho el peso de un átomo de bien, lo verá. Y quien haya hecho el peso de un átomo de mal, lo verá" (99: 7-8).

Selección y Prologo: Prof. Dr. M.M Al-Azami
Traducción de texto: Ahmed M. Safi
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