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EL PASO HACIA EL PARAÍSO: Recomendar El Anuncio De Las Buenas Nuevas Y, La Felicitación Por Los Buenos Acontecimientos

EL PASO HACIA EL PARAÍSO
Dichos De Muhammad El Enviado De Dios
El-Imam Al-Nawawi
CAPÍTULO 85
Recomendar El Anuncio De Las Buenas Nuevas Y, La Felicitación Por Los Buenos Acontecimientos
LIBRO DE LA BUENA EDUCACION Y LAS BUENAS MANERAS  

Dios -alabado sea- dice:
"Anuncia, pues, la buena nueva a Mis siervos que escuchan la Palabra y siguen lo mejor de ella". El Sagrado Corán (39:17-18)

Y dice también -alabado sea-:
"Su Señor les anuncia la buena nueva de Su misericordia y beneplácito, así como de jardines en donde gozarán de felicidad eterna”. El Sagrado Corán (9:21)

Y dice también -alabado sea-:
“Sino alegraos con el Paraíso que se os prometió [como recompensa]". El Sagrado Corán (41:30)

Y dice también -alabado sea-:
"Entonces, le dimos la buena nueva de que tendrá un hijo abnegado". El Sagrado Corán (37:101)

Y dice también -alabado sea-:
"Y, ciertamente, Nuestros mensajeros llevaron la buena nueva a Abraham". El Sagrado Corán (11:69)

Y dice también -alabado sea-:
"Pero su mujer, que estaba presente, se rió. Y le anunciamos la buena nueva del nacimiento de Isaac y, después de Isaac, el de Jacob". El Sagrado Corán (11:71)

Y dice también -alabado sea-:
"Los ángeles le llamaron cuando se encontraba, de pie orando en el aposento; Que Dios te anuncia la buena nueva de Juan". El Sagrado Corán (3:39)

Y dice también -alabado sea-:
"Cuando los ángeles dijeron: ¡Oh María!, Dios te anuncia la buena nueva de una Palabra que procede de Él. Su nombre es el Ungido". El Sagrado Corán (3:45)

384. Abdulah Ibn Abu Aufa (que Dios esté complacido de él) narró que el Enviado de Dios (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) ha anunciado a Jadiya (que Dios esté complacido de ella) la buena nueva de que tendrá, en el Paraíso, una casa hecha de perlas huecas, en donde ella no sentirá ruido alguno o cansancio.

385. Abu Musa Al Ach'arí (que Dios esté complacido de él) narró que, en cierta ocasión, hizo la ablución y salió diciendo: Quisiera estar hoy todo el día en compañía del Enviado de Dios (la paz y las bendiciones de Dios sean con él).
Así que se dirigió hacia la mezquita y preguntó allí por el Profeta (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) y le dijeron que se había marchado por tal dirección.
Dijo: Le seguí los pasos preguntando por él hasta que le vi entrar en el huerto del pago A’ris. Le esperé mientras hizo sus necesidades y su ablución. Entré allí cuando se encontraba sentado en el borde del estanque y se había sumergido sus piernas en el agua. Le saludé y luego regresé hacia la puerta y me dije: Hoy me convertiré en el portero del Enviado de Dios (la paz y las bendiciones de Dios sean con él). Mientras tanto, llegó Abu Bakr (que Dios esté complacido con él) y empujó la puerta, dije: ¿Quién es?.
Respondió: "Abu Bakr".
Dije: ¡Espera un momento!
Fui y se lo dije: ¡Oh Enviado de Dios! Es Abu Bakr pidiendo permiso para entrar.
Dijo: "¡Déjale entrar y anúnciale la buena nueva que estará en el Paraíso!".
Regresé y le dije a Abu Bakr: ¡Entra! Además, el Enviado de Dios te anuncia la buena nueva que estarás en el Paraíso.
Abu Bakr entró y se sentó a la derecha del Profeta (la paz y las bendiciones de Dios sean con él).
Regresé hacia la puerta y me senté, pues había dejado a mi hermano haciendo la ablución y me decía: Si Dios quiere el bien para -su hermano- le hará venir aquí.
En aquellos momentos, una persona movió la puerta. Pregunté: ¿Quién es?.
Respondió: U'mar Ibn Al Jattab.
Dije: ¡Espera un momento!.
Me dirigí hacia el Enviado de Dios (la paz y las bendiciones de Dios sean con él), le saludé y dije: ¡Es U'mar Ibn Al Jattab pidiendo permiso para entrar!.
Dijo: "¡Déjale entrar! y anúnciale la buena nueva que estará en el Paraíso!”.
Regresé hacia U’mar y le dije: El Enviado de Dios (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) te da permiso para entrar y te anuncia la buena nueva de que estarás en el Paraíso".
U'mar entró y se sentó en el borde del estanque a la izquierda del Enviado de Dios (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) y puso también sus piernas en el agua.
Luego regresé hacia la puerta y me senté diciéndome: Si Dios desea el bien para fulanito su hermano le hará venir.
En aquel momento, una persona movió la puerta. Dije: ¿Quién es?. Respondió: ¡U'zman Ibn A'Fan!.
Dije: ¡Espera un momento!.
Me fui hacia el Profeta (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) y se lo dije.
Dijo: ¡Déjale entrar! Y anúnciale la buena nueva de que estará en el Paraíso con una desgracia que sufrirá".
Regresé y le dije: ¡Entra! Y el Enviado de Dios (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) te anuncia la buena nueva de que estarás en el Paraíso con una desgracia que sufrirás.
U'zman entró y encontró que el borde se había llenado, de este modo, se sentó en el otro borde enfrente de ellos.

386. Ibn Chumara narró: Fuimos a visitar a A'mr Ibn Al A'ass (que Dios esté complacido de él) cuando se encontraba a punto de morir. En aquellos momentos, lloró mucho y dirigió su cara hacia la pared. Su hijo exclamó: ¡Oh padre! ¿No te acuerdas que el Enviado de Dios (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) te anunció la buena nueva de tal y tal cosa?.
A'mr nos volvió la mirada y dijo: Lo mejor que hemos preparado es el testimonio de que no hay otra divinidad sino Dios y de que Muhammad es el Enviado de Dios. La verdad es que he pasado por tres distintas situaciones: Me he visto cuando nadie odiaba tanto al Enviado de Dios (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) como yo. Y que nada me gustaba tanto como el de tener la posibilidad de matarle. Si me hubiera muerto en aquella situación habría sido de entre los moradores del Fuego.
Pero, cuando Dios puso el Islam en mi corazón, vine al Profeta (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) y le dije: ¡Dame tu mano derecha para recibir mi testimonio y compromiso contigo!.
Pero cuando extendió su mano derecha, retiré la mía. Entonces me preguntó: "¡Oh A'mr! ¿Qué es lo que te ocurre?".
Dije: ¡Quisiera que se me concediera una condición!
Dijo: "Y ¿qué condición es esa?".
Respondí: ¡Que sea perdonado!
Dijo: "¿No sabías, acaso, que el Islam acaba con todo lo que sea anterior a abrazarlo; y que la Emigración acaba con lo que fue anterior a ella, y que la Peregrinación acaba con lo que fue anterior a ella?.
Así fue como el Enviado de Dios (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) se convirtió en la persona más querida para mí y la más excelsa. Incluso, no podía mirarle detenidamente, por consideración hacia él. Y si me preguntaran su descripción no podría hacerlo, ya que no podía mirarle con detenimiento.
Si me llegara la muerte en esta situación, hubiera tenido esperanzas de ser uno de los moradores del Paraíso.
Luego se me asignaron respon­sabilidades, y no sé si he cumplido bien con ellas.
Cuando me muera, no quiero que ninguna plañidera (mujer que llora en el funeral) siga mi féretro, o que sea acompañado por fuegos. A la hora de enterrarme, esparcid poco a poco la tierra sobre mi cuerpo. Luego aguarda junto a mi tumba el tiempo suficiente para sacrificar un camello y distribuir su carne entre los pobres. De este modo, gozaré de vuestra compañía, al tiempo que revisaré lo que tenga que responder ante los mensajeros de mi Señor".

Selección y Prologo: Prof. Dr. M.M Al-Azami
Traducción de texto: Ahmed M. Safi
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