I'tikáf (Retiro En La Mezquita):
El significado de i'tikáf es el de retirarse en la mezquita con la intención expresa de hacerlo. De acuerdo a la escuela hanafi, hay tres tipos distintos de i'tikáf. 1. I'tikáf Wáyib (obligatorio) Esta es obligatoria, cuando la persona le da ella misma este carácter. Por ejemplo, si una persona hace un voto a Alláh Tá álá para que Él le conceda algún deseo y se compromete a hacer i'tikáf durante cierto número de días. Desde el momento en que su deseo es concedido, este i'tikáf se convierte en una obligación para él. Una persona podría realizar un voto incondicional de realizar i'tikáf wáyib por un cierto número de días, desde el momento en que pronuncia este voto ese i'tikáf se vuelve wáyib para él. 2. I'tikáf Sunnah Esta era una práctica frecuente de Rasúlulláh (sallalláhu 'aleihi wa sallam) y significa recluirse o retirarse en la mezquita para los últimos diez días de Ramadán. 3. I'tikáf Nafl (voluntario) No hay un tiempo o duración específicos para hacerla. Una persona puede hacer la intención por cualquier número de días en cualquier momento del año, incluso por toda la vida. El Imám Abú Hanifah (rahmatulláhi 'aleihi) afirmaba sin embargo que este i'tikáf debía durar, al menos, por un día completo. El Imám Muhammad (rahmatulláhi 'aleihi) sostenía que no hay un límite máximo o mínimo de tiempo. La fatwá (veredicto) al respecto señala, que si alguien entra en una mezquita, que haga la niyah (intención) de hacer i'tikáf por el período que estará en la mezquita, de esta manera, mientras se encuentre dentro de la mezquita en actos de 'ibádát, también recibirá la recompensa por haber hecho i'tikáf. En vista de lo anterior, es aconsejable que cada uno al entrar en la mezquita para unirse a la congregación, haga la intención de hacer i'tikáf. En este caso, mientras se encuentre en saláh, dhikr, escuchando lecciones o el sermón, además recibe recompensa por i'tikáf. Siempre observé que mi padre, ya fallecido, solía hacer niyah de i'tikáf al entrar a la mezquita con el pie derecho. Ocasionalmente, para enseñar a los demás pronunciaba su intención en voz audible. Objetivo y ventajas de i'tikáf La recompensa por i'tikáf es muy grande. Rasúlulláh (sallalláhu 'aleihi wa sallam) realizaba con frecuencia i'tikáf. El ejemplo de quien reside en la mezquita en i'tikáf, es como el de una persona que se dirige hacia algún lugar y permanece allí hasta recibir lo que buscaba. "QUE MI ALIENTO LLEGUE A TUS PIES, "TÚ ERES AQUEL CUYAS PUERTAS DE MISERICORDIA Cuando alguien golpea a nuestra puerta y rehúsa marcharse hasta que se le entregue lo que pide, estoy seguro que incluso el de corazón más duro de entre nosotros, accederá a darle lo que está requiriendo. Cuánto más Misericordioso es Alláh Tá álá, que concede incluso sin que se le pida. Si uno se aleja de las cosas mundanas y va hacia las puertas de Alláh Ta’álá, ¿Qué duda podría tener de que sus ruegos serán aceptados? Y, cuando Alláh Ta'álá concede su favor a una persona ¿Podría alguien acaso describir el éxtasis y el enriquecimiento que producen estos tesoros? ¿Cómo podría alguien siquiera describir lo que no ha obtenido? ¿Puede un niño describir la adultez? “LA ROSA QUE LE HE DADO A MI CORAZÓN, 'Allámah Ibn Al Qaiyim (rahmatulláhi 'aleihi), al explicar el significado de i'tikáf, escribe que el verdadero objetivo de i'tikáf es desviar el corazón de todo, excepto Alláh Ta'álá y permanecer unido con Él solamente, llegando a formar una conexión espiritual con el Creador. Todo lo mundano es apartado para ganar la atención de Alláh Ta'álá. Todos los pensamientos, deseos, amor y devoción se concentran sólo en Él. Por ello, se alcanza Su amor, un amor y amistad que será la única compañía en la soledad de la tumba. Cuando se posee esto, quién podría imaginar el éxtasis que experimentará en la tumba. "MI CORAZÓN BUSCA SU OPORTUNIDAD En el "Maráqil Faláh" (libro de jurisprudencia), el autor escribe que el i'tikáf, cuando se hace correctamente y con sinceridad, es una de las obras más virtuosas. No se podrían enumerar las grandes ventajas y beneficios que hay en ello. Lo que sucede, es que el corazón es alejado de todo excepto de Alláh Ta'álá, mientras toda nuestra vida es colocada en la entrada de Su puerta. "EL PESAMIENTO Uno permanece en 'ibádah incluso durmiendo, haciendo un esfuerzo para aproximarse a Él. Alláh Ta'álá dice: "...y quien se acerque a Mí un palmo, Me acercaré a él un brazo, y quien se acerque a Mí un brazo, Me acercaré a él dos brazos; y quien venga a Mí caminando, Iré a él corriendo". En i'tikáf, uno va hacia la casa de Alláh Ta’álá y el Más Honorable de los anfitriones, siempre honrará a quienes Le visitan. En i'tikáf se está dentro de la fortaleza de Alláh Ta'álá, donde ningún enemigo le puede atacar. Sobre esta ibádah se narran numerosas otras virtudes. Donde realizar I'tikáf El mejor de los lugares para i'tikáf en el caso de los hombres, es la mezquita del Haram en Makkah, luego la mezquita del Profeta Muhammad (sallalláhu 'aleihi wa sallam), (Masyidun-Nabawi en Al Madinah) y después Baitul Muqaddas, luego, la mezquita de nuestra localidad y, finalmente, pero no menos importante, la mezquita de nuestro barrio. El Imám Abú Hanifah (rahmatulláhi aleihi) dijo que debía de ser una mezquita donde se realizaran las cinco oraciones diarias, mientras que los Imám Abú Yúsuf (rahmatulláhi 'aleihi) y el Imám Muhammad (rahmatulláhi 'aleihi) están de acuerdo en que cualquier mezquita que esté en conformidad con la shari'ah sirve para hacer i'tikáf, aunque no se realice el saláh con regularidad en ellas. Para las mujeres, el i'tikáf debe realizarse en el hogar. Si no hay una mezquita en la casa, entonces debe hacerse en una habitación que se preparará para ello. El i'tikáf es, de hecho, más simple para las mujeres. En la habitación destinada para la oración, ella se retirará, Las labores domésticas, han de ser realizadas por las hijas o la servidumbre, mientras que la mujer en i'tikáf recibirá su recompensa espiritual por ello. Es bastante desafortunado que a pesar de las facilidades, nuestras mujeres se priven de las bendiciones de i'tikáf. |