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El Verdadero Musulmán, Su Madre Está Primero, Luego Su Padre

Para evitar cualquier desequilibrio, como tratar bien a uno de ellos a expensas del otro, las enseñanzas islámicas nos indican como tratarlos individualmente. Así, nosotros hemos visto, cuando un hombre vino a dar su juramento de fidelidad y a comprometerse con el Yihâd el Profeta (B y P) le preguntó si ambos padres estaban vivos. Esto indica que el musulmán está obligado a tratar respetuosamente a ambos por igual. También a Asmâ' le fue ordenado vincularse y ayudar a su madre incrédula. 

Un hombre vino al Profeta (B y P) y le preguntó: ¡Oh, Mensajero de Allah! ¿Quién es la persona que más se merece mi compañía? Él respondió: "Tu madre". El hombre preguntó: ¿Luego quién? El Profeta (B y P) respondió: "Tu madre". El hombre preguntó: ¿Luego quién? El Profeta (B y P) dijo: "Tu madre". Y el hombre preguntó nuevamente: ¿Y luego quién? Y el Profeta (B y P) dijo: "Luego tu padre".[1] 

Este Ĥadîz confirma que el Profeta (B y P) dio preferencia al trato amable a la madre por encima del padre, y los Saĥâbah le recordaban a los musulmanes esto después de la muerte del Profeta (B y P). Ibn ‘Abbâs (R), el gran sabio de nuestra Ummah, consideraba tratar a la madre con amabilidad como la mejor acción que uno puede realizar para acercarse a Allah. Cierto día vino un hombre y le dijo: Le pedí a una mujer que se case conmigo y se negó, pero otro hombre le pidió lo mismo y aceptó, entonces sentí celos y la maté. ¿Mi arrepentimiento será aceptado? Ibn ‘Abbâs le preguntó: ¿Tu madre está con vida? Él dijo: No. Entonces le dijo: Arrepiéntete ante Allah y haz todo lo mejor que puedas de buenas acciones para acercarte a Él. ‘Atâ' Ibn Iasâr que narró este informe de Ibn ‘Abbâs, dijo: Le pregunté a Ibn ‘Abbâs: ¿Por qué le había preguntado si su madre vivía? Él me respondió: Porque yo no conozco otra acción que acerque a las personas más a Allah que tratar con amabilidad y respeto a la madre.[2] 

El Imâm Al Bujâri empieza su libro Al Adab Al Mufrad con un capítulo titulado ‘El trato amable y respetuoso hacia los padres’ (Birr Al Uâlidain), en el cual ubica el trato amable y respetuoso hacia la madre antes del trato amable y respetuoso hacia el padre, de acuerdo con las enseñanzas del Profeta (B y P). 

El Corán evoca los sentimientos de amor y respeto en el corazón del hijo, y lo estimula a que trate a sus padres con cortesía. Ubica a la madre primero debido al embarazo y al amamantamiento, y a los dolores y molestias que ella sufre durante estas dos etapas. Esto es descripto en el Sagrado Corán de una manera sutil y compasiva. 

{Le hemos ordenado al hombre ser benevolente con sus padres. Su madre le lleva [en el vientre] soportando molestia tras molestia, y su destete es a los dos años. Sed agradecidos conmigo y con vuestros padres; y sabed que ante Mí compareceréis.} [31:14] 

¡Qué enseñanza tan suprema! ¡Qué consejo tan compasivo! {Sed agradecidos conmigo y con vuestros padres...} Agradecerle a los padres todo lo que ellos han hecho por sus hijos se ubica inmediatamente después de agradecerle a Allah, y es una de las acciones más virtuosas. ¡Qué elevado rango que esta religión le otorgó a los padres! 

Pasa el tiempo y el hijo se enriquece, y su esposa y sus hijos lo distraen de ocuparse de sus padres. Se olvida todo lo que su padre gastó en él, y no colabora con su padre, ganándose así el enojo de Allah. Pero el verdadero musulmán está a salvo de esto, porque él es constantemente consciente de las enseñanzas sabias del Islam, y responde a las palabras del Profeta (B y P): "Tú y tus riquezas pertenecen a tu padre".[3] 

El verdadero musulmán se aferra a estas enseñanzas del Profeta (B y P), y su corazón está lleno de amor, respeto y bondad hacia sus padres. Así, él está protegido de cometer el pecado de desobediencia, y es verdaderamente como el Profeta del Islam quiso que fuera: Que él y sus riquezas pertenezcan a su padre.


[1] Transmitido por Al Bujâri y Muslim
[2] Trasmitido por Al Bujâri en Al Adab Al Mufrad
[3] Transmitido por el Imâm Aĥmad, Abû Daûd e Ibn Mâyah con un Isnâd Ĥasan. El texto completo del Ĥadîz es: Un hombre le dijo al Profeta (B y P): ¡Oh, Mensajero de Allah! Yo tengo bienes e hijos, y mi padre quiere tomar todos mis bienes. El Profeta (B y P) le dijo: "Tú y tus riquezas pertenecen a tu padre. Vuestros hijos son vuestra mejor ganancia, así que tomad de lo que ganen vuestros hijos". Según la narración del Imâm Aĥmad él (B y P) dijo: "Tómalo y disfrútalo". El Imâm Al Jattâbi agregó: ‘Y mi padre quiere tomar todos mis bienes’ significa que él quiso tomarlo todos y no dejarle nada. Parece que la razón por la cual el hombre hizo la pregunta era que tenía que gastar tanto en su padre que la cantidad requerida consumiría toda su riqueza, inclusive sus ahorros. El Profeta (B y P) no le dio permiso para que no colabore con su padre, sino que le dijo: "Tú y tus riquezas pertenecen a tu padre". Lo que significa que si su padre hubiese necesitado toda su riqueza, hubiera tenido el derecho a tomarla como si fuera de él. Y de ello se deduce que si él no hubiese tenido riqueza, pero sí un ingreso, tendría que haber trabajado para ganar dinero y colaborar con él.
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