9.- Abstenerse de lo dudoso por temor a caer en lo ilícito.
9.- Abstenerse de lo dudoso por temor a caer en lo ilícito.
Allah es tan misericordioso con la gente que no les dejó ninguna duda sobre lo lícito y lo ilícito. Allah aclaró bien lo que es lícito y explicó en detalle lo que es ilícito. Allah dijo: "Que razón tenéis para no comer de aquello sobre lo que se ha mencionado el nombre de Allah, habiéndolos Él detallado lo ilícito - salvo en caso de extrema necesidad-? Muchos sin conocimiento extravían a otros con sus pasiones. Tu Señor conoce mejor que nadie a quienes violan la ley." (6:119)
Lo que es claramente lícito se hace sin remordimiento. Lo que es claramente ilícito pues no se puede hacer en situaciones normales.
Existe una zona intermedia entre lo que claramente lícito y lo que es claramente ilícito. Son los asuntos dudosos en los que algunas personas llegan a confundir lo permitido con lo vedado. A veces sucede que las evidencias se confunden o la aplicación del texto a la situación se hace confusa.
El temor a Allah hace necesario que el musulmán evite estos asuntos dudosos. Esto es para evitar que estos asuntos lleven a la persona a cometer lo que es explícitamente vedado. Es un caso de cerrar las puertas a lo perjudicial como dijimos antes. También es un ejemplo de educación de largo alcance que denota mucha sabiduría sobre la vida y el ser humano.
El origen de este principio está en las palabras del mensajero de Allah: "Lo lícito es evidente y lo ilícito es evidente. Entre ambos hay ciertos asuntos que son confusos para mucha gente que no los sabe. Dicen: ¿Serán lícitos o ilícitos? Quien evita estos asuntos, para mantener pura su religión y su honor, estará a salvo. Quien cae en uno de estos asuntos es muy probable que esté cometiendo algo ilícito. Es como el que hace pastar a su ganado cerca de los pastos reservados para el rey; es muy probable que su ganado acabe pastando en ellos. Todo soberano tiene pastos reservados. Los pastos reservados de Allah son sus prohibiciones"[1]
[1] Lo recopilaron: Al Bujari, Muslim y otros del relato de A´hummán bin Bashir