EL PASO HACIA EL PARAÍSO: Exponer El Juicio Sobre Las Personas En Base A Sus Conductas Aparentes Y Confiar Sus Intenciones Al Juicio De Dios

Dios -alabado sea- dice:
"Más, si se arrepienten, cumplen con la oración y pagan el Zakat, ¡dejadlos en paz y libertad!". El Sagrado Corán (9:5)

239. Ibn U’mar (que Dios esté complacido de ambos) narró que el Enviado de Dios (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) dijo: "Dios me ordenó luchar contra los idólatras hasta que ofrezcan su testimonio de que no hay otra divinidad excepto Dios Único y que Muhammad es el Enviado de Dios; que cumplan con las oraciones y paguen el Zakat. Si cumplen con ello, habrán salvaguardado sus vidas y sus bienes de mí, salvo en los casos establecidos por el derecho islámico; Y, Dios les hará rendir cuentas".

240. Al Miqdad Ibn Al Asuad (que Dios esté complacido de él) narró que había preguntado al Enviado de Dios (la paz y las bendiciones de Dios sean con él): ¿Qué te parece el caso en que, luchando con un idólatra, él me diera un golpe con su espada que cortara un brazo y luego se marchara a refugiarse de mi tras un árbol, diciendo: ¡Me someto a Dios!. Podría matarle después de pronunciar estas palabras?. Respondió: "¡NO! Pero yo insistí: ¡Oh Enviado de Dios! Incluso ¿si él me hubiera cortado el brazo y luego pronunciara su testimonio de fe?. Dijo: ¡No le matarás! pues si lo hicieras, él hubiera ocupado el lugar de musulmán que tú tenías antes de que le mataras y, tú habrías ocupado el lugar de idólatra que él tenía antes de que pronunciara su testimonio de fe".

241. Usama Ibn Zaid (que Dios esté complacido de ambos) narró: "El Profeta (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) me envió junto a una patrulla contra los Huraqa de la tribu Yuhaina. De madrugada, atacamos aquella gente cerca de sus aguas. Durante el ataque, uno de los Ansar y yo perseguimos a un enemigo. Pero, una vez que estuvo al alcance de nuestras armas, aquel hombre dijo: ¡Doy testimonio de que no hay más divinidad salvo Dios!. En aquellos momentos, el ansar se retiró y yo clavé mi lanza en aquel hombre que habíamos perseguido muriéndose en el acto".
De regreso a Medina, el Profeta (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) fue informado de cuanto ocurrió. Por ello, me llamó: "¡Usama! ¿Es cierto que has matado aquel hombre después de que pronunciara el testimonio de que no hay otra divinidad excepto Dios?. Respondí: "¡Oh Enviado de Dios! ¡Tan sólo lo pronunció para salvarse!. Pero él insistió una y otra vez: ¿cómo es que le matas después de pronunciar el testimonio de fe?". Tal era su reproche que deseaba no haber abrazado el Islam antes de aquel día.

242. Yundob Ibn Abdulah (que Dios esté complacido de él) narró que el Enviado de Dios (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) dispuso una expedición en contra de una tribu de idólatras. En el combate, un idólatra mató a varios musulmanes y, por ello, un hombre musulmán -se habló de Usama Ibn Zaid- quiso sorprenderle. Pero, cuando levantó la espada para matarle, aquel hombre dijo: "Doy testimonio de que no hay otra divinidad salvo Dios". Aún así, le mató.
Un hombre informó al Enviado de Dios (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) de cuanto ocurrió con la expedición, así como del incidente con aquel hombre. El Profeta llamó al citado musulmán y le preguntó: ¿Por qué le has matado?. El hombre respondió: '¡Oh Enviado de Dios! Aquel hombre causó graves pérdidas a los musulmanes, y ha matado a fulanito, fulanito y fulanito (mencionando sus nombres). Yo le ataqué, y al ver la espada dijo: "No hay otra divinidad salvo Dios".
Dijo: ¿¡Le has matado!?
Respondió: ¡Sí!
Dijo: Y ¿Qué harás con "no hay otra divinidad salvo Dios" en el Día del Juicio!?.
Respondí: ¡Oh Enviado de Dios! ¡Pide perdón por mí!.
Pero el Profeta insistió una y otra vez: y ¡Qué harás con "No hay otra divinidad salvo Dios" en el Día del Juicio.