Se encuentra usted aquí

EL PASO HACIA EL PARAÍSO: El Mérito Del Ascetismo, La Austeridad Y La Pobreza

EL PASO HACIA EL PARAÍSO
Dichos De Muhammad El Enviado De Dios
El-Imam Al-Nawawi
CAPÍTULO 51
El Mérito Del Ascetismo, La Austeridad Y La Pobreza

Dios -alabado sea- dice:
"Por cierto que la vida mundanal es como el agua que hacemos descender del cielo con la que se irrigan los cultivos de la tierra, de los cuales se alimentan los hombres y los animales. Cuando los frutos maduran, la tierra, se embellece, y piensan los hombres que pueden disponer de ella, entonces arrasamos los cultivos de noche o de día devastando la tierra como si no hubiera sido cultivada. Así aclaramos los signos para quienes reflexionan.". El Sagrado Corán (10:24)

Y, Dios -alabado sea- dice:
“Exponles el ejemplo de la vida mundanal, y diles que es como el agua que enviamos del cielo, que irriga la vegetación, luego ésta se seca y los vientos la dispersan. Allah tiene poder sobre todas las cosas. Los bienes y los hijos son parte de los encantos de la vida mundanal, [que éstos no os hagan olvidar de lo que Allah ha ordenado. Utilizad bien vuestras riquezas y educad correctamente a vuestros hijos,] pues las obras que a Allah Le complacen son las que perduran y tienen gran recompensa.”. El Sagrado Corán (18: 45-46)

Y, Dios -alabado sea- dice:
"Sabed que la vida mundanal es juego, diversión, encanto, ostentación y rivalidad en riqueza e hijos. Se semeja a una lluvia cuyas plantas que hace brotar alegran a los sembradores, pero luego se secan y las ves amarillentas; y finalmente se convierten en heno. En la otra vida recibirán un castigo severo o el perdón de Allah y su complacencia. La vida mundanal no es más que un disfrute ilusorio.". El Sagrado Corán (57:20)

Y, dice -alabado sea-:
"Fue arraigada en el corazón de los hombres la inclinación por los placeres: las mujeres, los hijos, la acumulación de riquezas en oro y plata, los caballos de raza, los rebaños y los campos de cultivo. Ese es el goce de la vida mundanal, pero Allah les tiene reservado algo más bello.". El Sagrado Corán (3:14)

Y, Dios -alabado sea- dice:
"¡Oh, hombres! Por cierto que la promesa de Allah es verdadera [seréis resucitados y juzgados]. Que no os alucine la vida mundanal [y sus placeres], y que el Seductor no os engañe respecto a Allah [haciéndoos cometer pecados]. ”. El Sagrado Corán (35:5)

Y, dice -alabado sea-:
"La codicia os distraerá [y os apartará de Allah]. Hasta que [muráis y] conozcáis [la oscuridad] de la tumba [por un tiempo].Ya sabréis. Ya veréis [el resultado de vuestras obras]. Y por cierto que si hubierais creído firmemente en lo que os aguarda [no os hubiera distraído la codicia]. [Pero no creísteis] Y veréis el fuego del Infierno.". El Sagrado Corán (102:1-6)

Y Dios -alabado sea- dice:
"Esta vida mundanal transitoria no es más que distracción y diversión, y la verdadera vida [y eterna] está en el Paraíso. ¡Si supieran!". El Sagrado Corán (29:64)

271. Al Mustaured ibn Chadad (que Dios esté complacido de él) narró que el Enviado de Dios (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) dijo: "La vida presente es, en relación con la vida futura, como si uno sumergiera su dedo en el mar. ¡Que mire! ¿¡Cuánto sacará!?".

272. Yaber (que Dios esté complacido de él) narró que el Enviado de Dios (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) pasó, en cierta ocasión, por el mercado rodeado de la gente, y vio allí un cabrito muerto cuyas orejas eran pequeñas. Lo cogió de una oreja y preguntó: "¿A quién le gustaría comprarlo por un solo dirham?".
Dijeron: No lo queremos para nada. ¿Y, qué haríamos con ello?.
Dijo: "¿Os gustaría que fuese vuestro?”.
Respondieron: ¡Por Dios! Aunque estuviera vivo, hubiera sido rechazado; pues tiene las orejas pequeñas y, además, ¡está muerto!
Dijo: "¡Por Dios! La vida de este mundo tiene menos valor para Dios que este cabrito para vosotros".

273. Abu Dhar (que Dios esté complacido de él) narró: En cierta ocasión estaba paseando con el Profeta (la paz y las bendiciones de Dios sean con él). Teníamos el monte Uhod a la vista.
Me dijo: "¡Oh Abu Dhar!"
Respondí: "Oh Enviado de Dios ¡Estoy a tu disposición!"
Dijo: "No me hace feliz que yo tenga lo que es Uhod en oro; pero si lo tuviera no me gustaría que pasaran más de tres días para distribuirlo todo, sin quedarme ni con un solo diñar de ello, salvo algo que guardaría para alguna deuda. Lo distribuiría todo entre los siervos de Dios; así, así y así (mientras señalaba con la mano hacia la derecha, la izquierda y hacia atrás).
Luego, siguió andando y me dijo: "Los que más tienen serán los menos recompensados en el Día del Juicio salvo aquellos que distribuyen sus fortunas; así, así y así (mientras señalaba con la mano hacia la derecha, la izquierda y hacia atrás). Pero, son realmente pocos".
Un poco más tarde, me dijo: "No abandones este sitio hasta que vuelva". Entonces se, marchó en la oscuridad de la noche hasta que le perdí la vista.
Al poco rato, oí una fuerte voz y tuve miedo de que alguien hubiera salido al paso del Profeta (la paz y las bendiciones de Dios sean con él). Quise alcanzarle pero recordé lo que me había dicho (No abandones este sitio hasta que vuelva). De modo que permanecí en mi sitio hasta que regresó.
Entonces le dije: "¡Oh Enviado de Dios, oí una voz y tuve miedo ..." y le conté cuanto me había sucedido.
El, me preguntó: ¿Lo has oído?
Dije: ¡Sí!
Dijo: "Era el Arcángel Gabriel que vino a verme y decirme: "Quien quiera que muera, sin haber asociado nada ni nadie a Dios, entrará en el Paraíso" y le pregunté: ¿Incluso si hubiera cometido fornicación o robo?. Y, él me respondió: "¡sí! aunque hubiera cometido fornicación o robo".

274. Abu Huraira (que Dios esté complacido de él) narró que el Enviado de Dios (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) dijo: "Si tuviera lo que es el monte Uhod en oro, me complacería distribuirlo todo antes de que pasaran tres noches, salvo algo de ello que guardaría para alguna deuda".

275. Abu Huraira (que Dios esté complacido de él) narró: “He visto a setenta hombres de entre la gente de Al Suffa y, ninguno tenía túnica. Sólo tenían un camisón que, para cubrirse, lo ataban a sus cuellos. De este modo, a unos les alcanzaba hasta la mitad de las piernas y a otros hasta los tobillos. Por ello, tenían que agarrarlas con la mano, pues temían que sus partes pudendas fueran descubiertas".

276. Al Nu'man Ibn Bachir (que Dios esté complacido de ambos) narró que U'mar Ibn Al-Jattab (que Dios esté complacido de él) habló acerca de la inclinación de la gente por el excesivo bienestar y, dijo: "Vi al Enviado de Dios (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) revolviéndose, de tanta hambre, durante el día entero; pues no tenía nada con que alimentarse, ni siquiera con malos dátiles".

277. A’icha (que Dios esté complacido de ella) narró: Cuando murió el Profeta (la paz y las bendiciones de Dios sean con él), no tenía en mi casa nada que una criatura pudiera comer, salvo un poco de maíz. Comí de ello durante bastante tiempo, y cuando quise medir lo que quedaba, se había terminado.

278. Abdulah Ibn Mas'ud (que Dios esté complacido de él) narró que el Enviado de Dios (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) dijo: "No busquéis tanto la adquisición de propiedades, pues os harán que amáis tan sólo a la vida”.

279. Ka'b Ibn Malek (que Dios esté complacido de él) narró que el Enviado de Dios (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) dijo: "Dos lobos hambrientos que persiguieran un rebaño de ovejas, no les harían más daño que el cansancio por la codicia del ser humano a su religión, cuando busca la riqueza y la posición honorable".

280. Ibn Abbas y U'mran Ibn Al Hussain (que Dios esté complacido de ambos) narraron que el Profeta (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) dijo: "Cuando miré al Paraíso, encontré que la mayoría de sus moradores eran de entre los pobres; Y, cuando miré al Fuego, encontré que la mayoría de sus moradores eran de entre las mujeres".

Selección y Prologo: Prof. Dr. M.M Al-Azami
Traducción de texto: Ahmed M. Safi
Categoria: 

Se encuentra usted aquí