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EL PASO HACIA EL PARAÍSO: Los Buenos Modales En Las Reuniones

EL PASO HACIA EL PARAÍSO
Dichos De Muhammad El Enviado De Dios
El-Imam Al-Nawawi
CAPÍTULO 113
Los Buenos Modales En Las Reuniones

451. Yaber Ibn Sámura (que Dios esté complacido de ambos) narró: Cuando íbamos a visitar el Enviado de Dios (la paz y las bendiciones de Dios sean con él), cada uno se sentaba, sucesivamente, en el último asiento vacante.

452. Salman, el persa, (que Dios esté complacido de él) narró que el Enviado de Dios (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) dijo: "Cuando un hombre se baña los viernes, y se purifica lo máximo que puede, se perfuma y luego se dirige hacia la mezquita, en donde se sienta sin separar entre otros dos, y realiza las oraciones que Dios ha prescrito hacer y, luego, escucha con atención lo que habla el Imam; Dios le perdonará las faltas que había cometido desde el viernes anterior".

453. A'mr Ibn Chu'aib transmitió lo que relató su padre, y éste lo que narró su propio padre (que Dios esté complacido con él) que el Enviado de Dios (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) dijo: "No es lícito para un hombre el insertarse entre otros dos, que están sentados juntos, salvo que sea con el permiso de estos".

454. Huzaifa Ibn Al Yaman (que Dios esté complacido de él) narró que el Enviado de Dios (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) ha maldecido a quien se sienta en el centro de un círculo de hombres reunidos.

455. Ibn U'mar (que Dios esté complacido de ambos) narró: Casi siempre que el Enviado de Dios (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) se levantaba de una reunión, imploraba a Dios con estas súplicas: "¡Dios mío! Concédenos el temor de Ti, para que sea una barrera entre Tu desobediencia y nosotros; y otórganos el obedecerte, con lo cual alcanzaremos Tu paraíso, así como la certeza en la fe, con la cual las calamidades de la vida serán más llevaderas para nosotros.
¡Dios mío! Permítenos disfrutar de nuestros oídos, nuestras vistas y nuestras fuerzas, siempre que nos dejes vivir y que nos acompañen hasta el fin de nuestros días. Y, haz que nuestra venganza sea en contra de quien nos oprime y concédenos el respaldo en contra de quien nos declara su enemistad. ¡No dejes que suframos desgracia en nuestra religión y no permitas que la vida mundana sea nuestro máximo anhelo o que sea el centro de nuestra preocupación!. ¡Dios mío! No nos asignes a alguien con autoridad, que no sea benévolo con nosotros!".

456. Abu Huraira (que Dios esté complacido de él) narró que el Enviado de Dios (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) dijo: "Cuando un grupo de hombres se reúna, sin rememorar a Dios -alabado sea- y sin pedirle Su bendición sobre el Profeta durante dicha reunión, ello supondrá una falta ante Dios. Como consecuencia, si El desea, les castigará o les perdonará".

Selección y Prologo: Prof. Dr. M.M Al-Azami
Traducción de texto: Ahmed M. Safi
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