Los Sistemas de Gobierno en el Islam Parte # 1
Ciertamente el retroceso de la humanidad en esta época, que dicen que es de progreso, es debido a las verdades extrañas cuyos portadores necesitan mil pruebas para confirmarlas (con todo eso sus palabras no están aceptadas) y también es debido al hecho de ocultar la verdad, el cual es la base del juicio de parte de la gente los cuales se atribuyen la posesión de la ciencia y la civilización, poseyendo el poder y la potestad en el destino de los pueblos.
Aunque la humanidad ha progresado, materialmente, subiendo a la luna y controlando la energía nuclear; detrás de todo esto procura el dominio, la tiranía y la humillación; por ello se ha retrocedido a peor situación de la que predominaba en la época de la ignorancia primitiva donde se aplicaba la ley de la selva.
Creyó tanto la gente en la fuerza, hasta el punto de considerarla civilización en sí, pero si esa fuerza se utilizará para disuadir al tirano a fin de que no cometa injusticias ni agresiones y proteja la justicia defendiendo a sus portadores para alejar de ellos la opresión y la humillación sería correcto, pero esto no es así, ya que esa fuerza se está utilizando para humillar a los desheredados, dominar a los pueblos retrasados explotando sus recursos naturales y a sus pobres gentes para así incrementar la opulencia de los estados poderosos y su prosperidad; y también se utiliza esa fuerza, para extender su influencia sobre el mundo sometiendo la voluntad de los individuos y grupos.
Así pues, vemos que el mundo está como un rehén en manos de los poderosos y codiciosos, que no se detienen en ningún límite; además son los fabricadores de material bélico y diseñadores de los medios de invasión del espacio a fin de aplastar a los moradores de la tierra sentenciándoles con la muerte y la ruina.
Esta política es característica de las grandes potencias, las cuales controlan el destino del mundo; éstas pusieron la ONU bajo su tutela autoautorizándose el derecho del veto contra cualquier resolución distinta a las de sus diferentes intereses; obstaculizando el camino de la humanidad hacia la comprensión y hermandad y lo que se llama la convivencia pacífica que es la base del progreso y del florecimiento.
Entonces, ¿cómo es que alardean con los principios de igualdad, libertad, del sistema democrático o socialista, la justicia social y la hermandad humana entre los hombres? La humanidad está sufriendo por ellos tormentos continuos, miedo, terror e inquietud, todo lo cual se ha convertido en sello de la época, y en su destino prescrito del cual nadie se puede salvar, a menos que se sumerjan las sociedades de estos mismos estados junto con sus jóvenes ambiciosos los cuales se encuentran sumergidos en focos de diversiones negativas, corrupciones, indiferencia, drogas y estupefacientes de todo tipo, los cuales utilizan bien para anular el pensamiento del hombre haciéndolo inconsciente (para no pensar en el futuro oscuro) o bien para acabar con su vida tajantemente.
La realidad y práctica lamentable de estos sistemas de gobierno, los cuales someten a las naciones y pueblos en la actualidad, es que no instalan la balanza de justicia ni planifican para la felicidad de la sociedad, pese a que digan que son populares y demócratas. Emanando su poder de los ciudadanos a los que gobiernan, utilizan este poder en solidar los partidos que gobiernan en su nombre y en aplicar sus programas políticos, que muchas veces contraviene a los deseos de la mayoría que no están bajo la bandera (eslogan) del partido en el poder, esto es igualmente en los países que tienen un único partido y en los que tienen múltiples partidos, ya que los otros partidos tienen otros programas distintos y también está el resto de los ciudadanos libres que no aceptan los programas ni de estos ni de aquellos; pero la última palabra siempre la tienen los gobiernos de la mayoría de los estados presentes; de esto se deduce que ellos incumplieron el contrato social con ellos mismos (gobierno) y sus pueblos, según dicta la teoría del gobierno democrático; el cual, está basado en atender los intereses de individuos y grupos manteniendo su libertad a fin de no caer víctimas de los codiciosos e intenciosos, y evitando que se les conduzca como los animales a las batallas y guerras de las que no sacarán beneficio ni intereses.
De todo esto lo que más duele a los musulmanes y especialmente a sus ulemas, es que la mayoría de los pueblos del Islam fabriquen estos sistemas de gobierno, sustituyéndolos en el lugar del sistema de gobierna islámico; esto lo hacen seducidos por la gran propaganda que de ellos se hace, y por lo que dictaminaron algunos intelectuales y dirigentes fascinados por la vida occidental; los cuales tomaron postura y conductas para acoplar oriente con occidente, desviando a las masas islámicas, sobre todo, las generaciones venideras, de la acera de la religión pura, o de la religiosidad total; como ocurre en la mayoría de estos estados civilizados (según ellos) que se tomó el principio del laicismo y se separó la religión del estado.
Sin duda alguna lo que sufren los pueblos islámicos de dispersión, separación y no rectitud de sus asuntos en un camino real basado en el despertar, la libertad y soberanía, es consecuencia de esa imitación ciega, de la orden impuesta a ellos por parte de sus dirigentes y gobernadores, cuyos corazones están llenos de fe en los extranjeros y en las escuelas importadas desde fuera, las cuales aceptaron y adoptaron sin pensar en lo que conviene a sus pueblos. Todo esto nos llevó a la dispersión en las filas de la nación perdiéndose la credibilidad en los dirigentes, incrementándose así la distancia entre los pueblos y sus dirigentes día tras día; convirtiéndose en gobiernos extraños por no decir extranjeros. Entonces si se le impone un gobierno aun pueblo occidental-cristiano como Italia regido por la ley francesa (que también es un pueblo occidental-cristiano y que además tiene el mismo nivel socio- económico que Italia) se cometería una injusticia con el pueblo italiano, ya que se les carga con cosas que les enajenan; entonces, ¿qué será con aquellos pueblos islámicos que son orientales, de religión diferente a los que imitan y nivel socio-económico menor que aquéllos?
Esto sin considerar el valer del sistema islámico, el cual es más cercano a sus almas, les proporciona más tranquilidad y les garantiza aferrarse más a sus gobernadores, los cuales responden con fe y doctrina a la hora de defender sus bienes y sus principios si para ello fueran llamados.
En cuanto a apreciar el sistema de gobierno islámico y sus valores (los cuales superan todos los valores de los demás) nos es imprescindible entrar en el fondo del tema. El estado islámico es el que debe aplicarlo caracterizado por su humanidad, para dilucidarnos que nosotros no nos menospreciamos a nosotros mismas, negando nuestra historia y todo lo que ella conlleva; tampoco negamos nuestras características particulares ya que privaríamos a otros de este bien generoso que el Islam agració al mundo, especialmente en la experiencia de gobierno que puede acabar con todo lo que perturbe a la gente de opresión y oscuridad: no mintió quien dijo que el Islam está tapado por los musulmanes.
La primera característica que mencionaremos de este estado, es que es el Representante de los Profetas de Dios y sus Apóstoles que nos alejaron de la desviación y revivieron las conciencias muertas dando la Buena Nueva con la felicidad eterna; todo lo que hay en el mundo de bondad es vestigio de este mensaje y un pequeño arroyo de su inundación; el denominarlo representante es una señal de contenido de delegación de los Profetas, ya que no son los auténticos gobernadores por el hecho de ponerlos siempre en el lugar del delegado, el cual no puede actuar sin el visto bueno de aquel que le delega; además es una delegación del Apóstol de Dios, el autor de la legislación y no es delegación de Dios, como puede confundirse, pues la representación de Dios en la tierra es para Profetas y Apóstoles, como dijo Dios Altísimo Ser: "¡Oh, David! por cierto que te hemos designado Representante en la tierra; juzga al hombre con equidad"[1]. En cuanto que son Representantes del Profeta, también lo son por delegación, este es el caso de Abu Baker, Omar y el resto de los Califas Perfectos, a los cuales los mismos Compañeros del Profeta denominaron Representantes del Profeta.
En este sentido se niega cada vínculo con la teocracia o lo denominado derecho divino en el poder. Abu Baker, primer Califa del Islam, dijo después de su elección: "¡Oh, gentes! me ha sido puesto sobre vosotros y no soy el mejor de vosotros; si lo hago bien apoyadme y si lo hago mal enderezadme"[2]. Lo que vino en la legislación de alentar a la obediencia y no disputar para sacar la autoridad a nadie, es para garantizar la estabilidad de la vida y la seguridad, donde no progresan los pueblos ni florecen sino bajo, su sombra. La obediencia no consiste en que el Califa es inmune de cometer errores y que su poder emana de Dios (Glorioso y Magestuoso sea), ya que por esto, no hay por qué obedecerle en todas las cosas.
Esta idea no tiene nada que ver con la legislación de Dios; los escritores que atacaron el califato otomano a principios de este siglo con la intención de derribarlo descalificándolo con esta acusación, no eran en realidad más que repetidores de las calumnias e infamias de los extranjeros sobre el Estado del Islam, con esto atribuyeron a los Califas musulmanes adjetivos peyorativos y cuentos más bien aplicables a los reyes occidentales, emperadores y Papas; pues el Rey de Francia, Luis XIV dijo: "Soy el Estado" y anteriormente otro Rey de Francia, Carlos I decía: "Yo soy Rey por voluntad de Dios"; también el Papa Gregorio VII decía: "Yo soy Papa y Emperador"[3]; en cambio los títulos de los Califas indican la humildad y la sumisión, por ejemplo "El Socorrido por Dios" y otro "El que se Encomienda a Dios" está es la diferencia con los otros que por el contrario confunden eso con "el poderoso por Dios" y otro "el gobernador por la voluntad de Dios", lo cual nos da indicio doctrinario que niega cada poder y autoridad sobre el hombre sino por la voluntad y poder de Dios, esto en cuanto al primer título (poderoso por Dios); en cuanto al segundo significa que la voluntad de Dios es su religión y su legislación, porque quería decir gobernar por lo que manda Dios no por lo que El imponga. Por eso aquellos extranjeros que describen el Califato Islámico con la denominación de que es teocrático, son aquellos donde acierta el refrán árabe que dice así: "Me arrojó su mal y se marchó".
Si está confirmado que el Califato es representación de los Apóstoles, ya no hace falta aclarar lo que hace y deshace pues pretende el bien común para la humanidad en general, y lo que es beneficioso para ellos mismos, convirtiendo los objetivos del Mensaje Divino (que los trajo el Apóstol) de palabras en hechos, dándole forma a todo lo que llegue nuevo según el Mensaje. La meta de este mensaje es lo que indicó la aleya Sagrada, la cual dice: "Y no te enviamos ¡Oh, Apóstol! sino como clemencia para la humanidad"[4]. ¿Qué quiere la humanidad más que eso? y ¿Qué meta hay más allá de ésta?
Por hablar en general de estos temas, es preciso detallar algunas cosas sobre todo para aquellos que no creen en los mensajes, especialmente en el último que está representado por el califato. Pasamos a la segunda característica del Estado Islámico en la cual se materializa su humanidad de una forma palpable; esta característica se basa en el juicio de la legislación, la cual trajo el Apóstol del seno de Dios (Glorificado y Magestuoso sea) para curar los males de la humanidad, disipando de ella la ultajanza a que fue sometida durante muchos siglos, guiándola desde el principio por el camino recto para ganar las felicidades de las dos vidas, pero hablar de este tema se nos haría muy largo, ya que es hablar de la naturaleza de la legislación del Islam, de sus características y sus metas, lo cual constituye un tema muy amplio que un estudio breve como este no puede abarcar; luego, vamos a limitarnos a lo imprescindible resaltando la parte humana del Sistema de gobierno en el Islam.
Presentamos unas palabras a título de introducción sobre este sistema, exponiendo las condiciones que ha de reunir la persona que lo va a encargar, es decir, el Califa; él gobernará según este sistema, por su distinción a los demás sistemas de gobierno; sobre todo a aquellos que fascinan la mente de muchos de nosotros.
Este sistema emanado del Corán y de las Sunnas (dicho, hechos y aprobaciones del Profeta) los cuales forman su constitución, su ley del cielo y sus metas; las cuales no tienen más finalidad que alejar las causas de la corrupción y atraer lo beneficioso, predominando las virtudes sobre la sociedad y también la posibilidad de obtener una vida digna para todos los conciudadanos a los cuales denomina rebaño y al encargado de sus asuntos pastor, basándose en el cuidado, preocupación y mantenimiento; como dijo el Apóstol de Dios (la Paz y las Bendiciones de Dios sean con El) en el Hadiz autentificado: "Todos sois pastores, y cada uno responsable de su rebaño; pues el Imán es pastor y es responsable de su rebaño"[5]. El encargado de la nación es el Califa, el cual se ocupa de todos los asuntos del gobierno; el califa es elegido por la nación voluntariamente, esta elección se basa en que reúna sabiduría, religión, política, valentía, honestidad y longanimidad, junto a todo esto le es obligado consultar los asuntos con los expertos y con su gobierno; como dijo Dios (Altísimo sea) a su profeta (la Paz y Bendiciones de Dios sean con El): "Acepta sus consejos en Tu empresa"[6] y refiriéndose el mismo Dios a los musulmanes también dijo: "Entre ellos resuelven sus asuntos en concilios"[7] . El concilio en el Islam, es consultar a aquellos que son expertos en los asuntos políticos, bélicos, sociales y económicos; estos expertos están caracterizados por su fe, honradez, religión y sinceridad; aunque fuese minoría, porque entre la gente uno de ellos, equivale a mil, y mil de ellos a veces nada, ya que la mayoría cuantitativa aquí está compensada por la mayoría cualitativa que es mucho mejor que la primera, sobre todo después de saber como competía la gente para alcanzar el poder o el concilio, intentando incrementar los votos comprándolos y compitiendo con los auténticos intelectuales honestos y sinceros; en esta mayoría artificial, el legislador del Islam negó el cargo a cualquiera que fuese de esa manera. En el Hadiz viene: "¡Por Dios! nosotros negamos el poder a aquel que lo había pedido y a todo el que se empeñó en tenerlo"[8].
En el Islam no se ata la mano del gobernador como en el sistema democrático, donde le privan de toda su influencia, convirtiéndolo en uno no responsable de la política del estado; en el sistema islámico es todo lo contrario, pues el gobernador es primer responsable según la legislación del Islam tal como fue expresado en el Hadiz anterior; por el contrario, en los sistemas democráticos dicen: el rey reina pero no gobierna e igualmente sucede con otros jefes de estado (todo esto son vestigios de la etapa de adoración de ídolos); entonces, si no gobierna ¿por qué merece esta figura los tratos de majestuosidad y grandeza? y ¿con qué derecho le atribuyen grandes sumas de dinero para él y su familia de los presupuestos del estado? La legislación del Islam que vino para acabar con los ídolos de piedra, no consintiendo instalar sobre la cabeza de su estado un ídolo humano que no tiene oficio ni beneficio, mientras es saludado desde lejos y saludándoles las gentes como si fueran cosa sagrada.
Como es evidente, estos dos principios básicos, el de asegurar a los merecedores el concilio y el de asegurar la responsabilidad al jefe de estado, proporcionan el bien común a toda la gente, al igual que el esfuerzo para aconsejar a la nación de que no lleguen al poderlos codiciosos y oportunistas por los que la humanidad sufre las calamidades.
Quizás el más grande de todos los aspectos humanos de los estados islámicos sea el no considerar las distinciones raciales, de color, religiosas y sectarias entre los humanos basándose en los juicios que dictamina la legislación del Islam; para los países que estaban sometidos al Islam tenían todas las puertas abiertas para todos ya fueran blancos, negros, cristianos, judíos, de cualquier fisonomía y raza; ayudándose unos a otros para el bien de todos y construyendo esa gran civilización elevada que aún el mundo tiene bajo su sombra. comparemos esto con lo que tiene el estado más grande de la civilización occidental, el cual alardea de lo que considera sagrado, es decir, de libertad, igualdad y hermandad; en realidad lo que hacen es todo lo contrario, es decir, rechazan esos principios amparándose en la superioridad de la raza, incluso los blancos llegan a matar a los negros persiguiéndoles como si fueran animales, en el mejor de los casos los tratan como repudiados aislándolos en sociedades, clubes y colegios; no admiten que se casen unos con otros y si algunos de los negros (o de color) pasa de los límites preestablecidos para ellos, se expondrá junto con los de su familia a la mayor violencia y a los medios más crueles de opresión; esta es pues, la oportunidad para opresión y violencia contra los hombre de color por parte de los miembros de seguridad y también supone una oportunidad para los jueces, los cuales expedirán sentencias inicuas.
¿Dónde está todo esto en la ley del estado islámico?, el estado islámico disolvió todas las discriminaciones entre los humanos; no concede merced a nadie si no es por piedad a Dios, es decir, sólo hay que detenerse en los mandamientos y prohibiciones de Dios; reviviendo así las conciencias para convertirse en un ejemplo de rectitud y justicia; como dijo Dios Altísimo Sea: "¡Oh, humanos! ciertamente os creamos de un hombre y una mujer y os dividimos en naciones y tribus para que os reconozcáis; por cierto que el más honrado de vosotros ante Dios es el más timorato"[9]. Insistió el Profeta en este sentido diciendo: "No hay primacía del árabe sobre el no árabe, ni al rojo sobre el negro si no es por piedad a Dios"[10].
¿A qué distancia está el estado islámico de esa postura civilizada (según ellos) donde exterminan los súbditos con la única culpa de ser de color? el estado del Islam abrigó al blanco, negro, rojo, amarillo, al judío, cristiano, sabeo, razas y sectas; donde les fueron garantizadas sus libertades públicas y protegidas sus iglesias, sinagogas y templos; autorizándoles a cada uno de ellos regirse por sus legislaciones particulares en sus asuntos personales; el Islam les abrió las puertas en toda su extensión para los tratamientos financieros y comerciales, llegando así a enriquecerse y a adquirir todo tipo de bienes; permitiéndoles incluso trabajar como funcionarios del estado, mandando algunos de ellos como embajadores y mensajeros a países extranjeros, mostrando así maravillosos ejemplos en la convivencia pacífica de hecho y no de palabras solamente como los que alardean hoy día. ¡Qué ignominia e infamia para la civilización de cohetes y satélites! humillada y maldita por esta discriminación racial, la cual desprecia al hombre tratándole con la mayor barbaridad sólo por no disfrutar de piel blanca, y porque su color no es el mismo que el del señor occidental venido de Europa; esto incluso llegó a convertirse en lema de algunos de sus estados en el continente africano; sometiendo a sus pobres gentes bajo el visto y nido de los grandes estados del mundo y de la ONU (Organización de Naciones Unidas) la cual no puede mover nada en ese asunto por su sumisión y sujeción a las grandes potencias, es como si hubiera querido decir: "yo no fui quien mande eso ni me produce daño".
Vamos a comparar esto con el Islam, el cual ascendió el prestigio de Bilal, esclavo etíope y por la postura maravillosa que tomó el segundo Califa frente al hijo de Amr Ben Al As (el gobernador de Egipto) quien pegó a un copto. El Califa hizo llamar al padre y al hijo a la Medina cuando fue denunciado por el copto y ordenó a este que castigara por igual al hijo del gobernador al mismo tiempo que le decía al padre estas palabras ya famosas: "¿Desde cuando esclavizáis a la gente cuando sus madres les parieron libres?”[11] Además el califa dijo antes de morir: "si estuviera vivo Salem (esclavo de Abu Hudaifa) le habría encargado el califato"[12] y el Profeta (La Paz y las Bendiciones de Dios sean con El) dirigió estas palabras a Abudar cuando injurió a un hombre llamándole hijo de negra: "¿Le injuriarías por su madre? tú eres un hombre con restos de ignorancia"[13], pues considero el menospreciar a la gente por causa de su color, como característica de la ignorancia y antónimo de la humanidad... Los ejemplos son muchos, y no queremos alargarnos; y pensamos que no hay punto de comparación en ese tema entre el estado islámico y los otros estados. Debemos abstenemos de esta comparación y reflexionar en las repercusiones que este fenómeno tiene sobre la legislación islámica analizando solamente dos cuestiones que en ellas se refleja en particular la orientación humana a nivel internacional.