Enviado por admin el Dom, 01/26/2014 - 20:10
El musulmán tiene un buen sentido del humor que hace que las personas lo quieran. Él se mezcla y bromea con ellos cuando es apropiado hacerlo, sin sobrepasarse o decir algo perjudicial. Por otra parte, cuando es serio no se sobrepasa siendo áspero. Su humor está dentro de los límites de la tolerancia islámica, y no va más allá de los límites de la verdad. Éste es el ejemplo del Profeta (B y P) y de los Saĥâbah en sus chistes y humor.