Enviado por admin el Lun, 11/23/2015 - 13:41
I'mran Ibn Al Hussain (que Dios esté complacido de ambos) narró que, cierto día, llegó un hombre a donde se encontraba el Profeta (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) y le saludó: "La paz sea contigo". El Enviado de Dios (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) le devolvió el saludo y dijo: "¡Diez!".
Aquel hombre se sentó, pero luego llegó otro y saludó: "La paz y la misericordia de Dios sean con vosotros".
El Profeta le devolvió el saludo y dijo: "¡Veinte!”...