Enviado por admin el Vie, 12/18/2015 - 17:37
Dios -alabado sea- dice:
"¡Oh vosotros, los que creéis y tenéis fe! Cuando os dispongáis para la Oración, lavaos la cara y los brazos hasta los codos; pasad la mano por la cabeza y lavaos los pies hasta los tobillos. Y si os encontréis en estado de impureza ritual, purificaos con el baño. Y si estéis enfermos o de viaje, o viene uno de hacer sus necesidades o habéis tenido contacto con mujeres y no encontréis agua, entonces recurrid a la arena limpia y frotaos con ella las caras y las manos. Dios no desea poneros en dificultades, sino purificaros y completar Su gracia sobre vosotros. Quizás, así seáis agradecidos". El Sagrado Corán (5:6)