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La Necesidad De La Humanidad De Conocer A Los Profetas Y Sus Mensajes

En la antigüedad los hombres negaban a los Profetas y Mensajeros, objetaban sus conocimientos y los rechazaban, así también hoy en el siglo veinte a pesar de que la humanidad ha alcanzado la cima del progreso, navega en las profundidades del mar, viaja a lugares remotos en el espacio, ha hecho estallar el átomo, y ha descubierto importantes secretos del universo, a pesar de todo esto, es cuando más rechazan y discuten acerca de la veracidad de los Profetas y sus enseñanzas. La relación de la humanidad en la actualidad con los Mensajeros y sus enseñanzas se asemeja a la de los asnos cuando divisan al león y huyen despavoridos, dice Allah: (¿Por qué se apartaron del Corán? Como si fueran cebras espantadas. Que huyen de un león.) (74:49-51)

La humanidad rechaza, en la actualidad más que en el pasado, reconocer las enseñanzas de los Mensajeros, está abstraída de sus conocimientos y se niega a seguir a hombres que vivieron en épocas anteriores, dice Allah: (Los Mensajeros se presentaban ante ellos con las evidencias, pero decían: ¿Acaso un mortal [igual que nosotros] nos ha de guiar? Y así se negaron a creer, y se apartaron [de la Verdad]. Pero Allah no necesita de ellos, ciertamente Él es Opulento, Loable.) (64:6)

En la actualidad demonios humanos susurran en las mentes de las personas exhortándolos a rebelarse contra Allah y Su legislación, y a rechazar a Sus Mensajeros, con el falso argumento de que seguir la ley de Allah significa bloquear el razonamiento humano y detener el progreso y congelar el curso de la civilización. Los países, hoy, han impuesto sistemas legislativos que contradicen las enseñanzas de los Mensajeros, aún más, algunos países ubican al ateísmo como principio constitucional, también llamado sistema laico, muchos estados que gobiernan a los musulmanes siguen este programa, y el común de la gente acepta que se ponga en su constitución un artículo que afirme: “La religión del país es el Islam”, pero luego anulan dicho artículo con estatutos que gobiernan a las sociedades creyentes.

¿Es correcto decir que la humanidad en la actualidad ha alcanzado tal nivel intelectual que puede prescindir de los Mensajeros y sus enseñanzas, o que la humanidad está en condiciones de manejarse por sí sola lejos de los Mensajes Proféticos?

Es suficiente como respuesta observar la situación de los países que llamamos civilizaciones avanzadas como Estados Unidos, Inglaterra, Francia, Rusia y China, y sabremos las dificultades y desgracias que atraviesan. No podemos negar el gran progreso económico, pero desde el aspecto beneficioso y educativo que plantearon los Mensajeros están en una pendiente abismal. Nadie puede negar las preocupaciones y trastornos psicológicos que han contaminado en la actualidad al mundo civilizado. En este mundo civilizado se ha perdido el sentido de la humanidad, los jóvenes se han tornado rebeldes a los valores y principios morales, a las instituciones y leyes, rechazan la forma de vida que llevan y comienzan a seguir a todo agitador sea de oriente u occidente, que los incita a través de filosofías, al camino derviche u otras formas que suponen les darán felicidad. El mundo occidental se ha transformado en un mundo desgastado por grandes delitos, y son conducidos por los constantes desvíos, llegando los escándalos a estremecer las bases de los grandes países, y no cabe duda que lo que no se ve es aún peor. Aquellos que se denominan en la actualidad como mundo civilizado son los mismos que destruyen sus hogares con sus propias manos, y su propia civilización los está aniquilando, dicha civilización segrega un veneno que va destruyendo al individuo y divide la sociedad. Aquello que denominamos en la actualidad como mundo civilizado se asemeja a un ave soberbia que pretende volar con una sola ala.

Por cierto que necesitamos de los Mensajeros y de sus enseñanzas para el bien de nuestros corazones, para iluminar nuestras almas y orientar nuestras mentes.

Necesitamos de los Mensajeros para comprender nuestra función en la vida, para entender cuál es la relación entre nuestra vida y el Creador de la vida.

Necesitamos de los Mensajeros para no desviarnos y caer en un oscuro pantano.

Palabras valiosas de Ibn Al Qaiim

Dijo Ibn Al Qaiim, explicando la necesidad del ser humano de las enseñanzas proféticas:

“Puedes comprender la imperiosa necesidad de seres humanos por conocer a los Profetas, sus enseñanzas y obedecer sus ordenes, puesto que no existe otro camino para alcanzar la felicidad en esta vida ni en la otra sino a través del camino que trazaron los Mensajeros, como tampoco es posible saber qué es lo bueno y lo nocivo de manera puntual sino a través de sus enseñanzas, y no se puede alcanzar de ninguna manera la complacencia de Allah sino a través de ellos. Lo bueno de las obras y de las palabras, de la moral y el carácter no se pueden saber sino a través de lo que ellos enseñaron, pues son la balanza preponderante por la cual se miden las obras y la moral. Siguiéndolos se puede distinguir a los desviados, por lo que la necesidad de los Mensajeros es mayor que la necesidad que tiene el cuerpo por su espíritu, del ojo por la visión, del espíritu por la vida. La necesidad del siervo por los Mensajeros está muy por encima de cualquier otra necesidad. Si la felicidad del siervo en ambas vidas está relacionada con el Profeta Muhammad , todo aquel que desee alcanzar el éxito y la felicidad debe conocer su historia y su misión para salir de la ignorancia e ingresar en las filas de sus seguidores. Y la gracia está en las manos de Allah que la concede a quien Le place, pues Allah es el Poseedor del favor inmenso[1]”.

El Sheîj Ibn Taimîiah explica la necesidad de los Profetas y sus  Mensajes

Con respecto a este tema explica el Sheîj al Islam Ibn Taimîiah Allah sea misericordioso con él: “El Mensaje es una necesidad inevitable de los seres humanos, la necesidad que tienen por él está por encima de todas sus otras necesidades. El Mensaje es el espíritu del universo, su luz y su vida. ¿Qué otro sentido tendría el universo si no existiera el espíritu, la vida y la luz?

El Universo estaría en tinieblas salvo que surgiera el sol del Mensaje. Igual es la situación del siervo mientras no se ilumine su corazón con el sol del Mensaje debido a que su espíritu estará en tinieblas y se contaría entre los muertos, dice Allah: (¿Acaso quien estaba muerto [de corazón, perdido en la incredulidad] y le dimos vida [guiándole], y le proporcionamos una luz con la cual transita entre la gente es igual a aquel que se encuentra entre tinieblas y no puede salir de ellas? Les hemos hecho creer que sus obras eran buenas [y no pueden darse cuenta de su error].) (6:122), esta es la descripción del creyente que anteriormente se encontraba muerto en las tinieblas de la ignorancia, luego Allah  le dio vida con el espíritu del Mensaje y la luz de la fe, le concedió una luz con la que transita su sendero; en cuanto al incrédulo, tiene su corazón muerto, sumergido en las tinieblas”.

Explicando la misericordia de Allah  dijo: “Allah llamó a Su Mensaje espíritu, y si falta el espíritu es imposible la vida, dice Allah, enaltecido Sea: (Te hemos revelado el Corán por Nuestro designio; tú no conocías los Libros [revelados anteriormente] ni la fe [en los preceptos divinos], pero hicimos que él fuera una luz con la que guiamos a quienes queremos de entre Nuestros siervos, y tú [¡Oh, Muhammad!] en verdad, guías al sendero recto.) (42:52). Aquí se mencionan dos cosas básicas: el espíritu y la luz; el espíritu significa la vida y la luz es la luz”.

“Allah ejemplifica la revelación que es vida y luz para los corazones como el agua que hace descender del cielo y es vida para la tierra; y como el fuego por el cual se consigue la luz, dice: (Envía el agua del cielo, que corre por los valles acorde a la capacidad de los mismos, y en su torrente acarrea espuma en su superficie, igual que la espuma que sale de la fundición para fabricar las alhajas o los utensilios. Con ello Allah os expone un ejemplo para que sepáis diferenciar la verdad y lo falso: en cuanto a la espuma se desvanece rápidamente, y aquello que beneficia a los hombres permanece en la tierra [sin desvanecerse]; así es como Allah os propone los ejemplos.) (13:17)”.

Dice el Sheîj al Islam, que Allah sea misericordioso con él, tras la aleya mencionada: “Asemeja Allah al conocimiento con el agua que Él envía del cielo, porque a través de él se vivifica el corazón, al igual que el agua vivifica al cuerpo. Y asemeja a los corazones a los valles debido a que ellos son lugares donde se establece el conocimiento como los valles conservan el agua; existen corazones que atesoran mucho conocimiento y valles en los que se acumula el agua en abundancia, también hay corazones que pueden alcanzar poco conocimiento y valles que pueden almacenar poca agua, nos informa el Altísimo que en la superficie del agua de las crecientes flota la espuma entremezclada con el agua, y que la espuma desaparece  convertida en deshecho, en cambio lo que beneficia a los hombres permanece en la tierra. Igualmente los corazones se entremezclan con las pasiones y las dudas, pero luego éstas finalmente desaparecen permaneciendo la fe y el Corán, que es lo que realmente benefician a la persona; dice Allah: (Y aquello que funden en el fuego para obtener adornos, o utensilios surge una espuma similar, así ejemplifica Allah la verdad y lo falso.) (13:17), este es otro ejemplo acerca del fuego, el primero referente a la vida y el segundo a la luz.  Estos dos ejemplos están mencionados en la Sura de la vaca cuando dice: (Su situación se asemeja a la de quienes encendieron fuego, mas cuando hubo alumbrado a su alrededor Allah les quitó su luz dejándoles en tinieblas sin poder ver. Son sordos, mudos y ciegos, y no volverán al buen camino. O a la de quienes al ser azotados por una lluvia torrencial cargada de tinieblas, truenos y relámpagos, ponen sus dedos en sus oídos al caer los rayos por temor a la muerte. Y Allah rodea a los incrédulos.) (2:17-19)

“En cuanto al incrédulo está sumergido en las tinieblas de la incredulidad y la idolatría sin vida, si bien su vida es como la de un animal, él está exento de toda elevación espiritual que produce la fe con la cual el siervo alcanza la felicidad y el éxito en esta vida y la otra. Allah, glorificado Sea, dispuso que los Mensajeros fuesen los intermediarios entre Él y Sus siervos para hacerles saber qué es lo que los beneficia y qué los perjudica, y para perfeccionar sus vidas y costumbres; fueron todos enviados para exhortar a creer en Allah y hacerles conocer el camino que verdaderamente los conduce hacia Él, y explicarles su situación luego de haberlo alcanzado”.

“El primer principio comprende la afirmación de los sublimes atributos, de la unicidad y del destino, Su justicia con sus allegados y sus enemigos, o sea las historias que Allah  narra a Sus siervos y los ejemplos que les expone.

El segundo principio comprende una explicación detallada de las leyes, las órdenes, las prohibiciones y lo permisible; explica qué es lo que Allah ama y qué es lo que Le disgusta.

Y el tercer principio comprende la fe en el Día del Juicio Final, en el Paraíso, en el Fuego, en la recompensa y el castigo.

“Sobre estos tres principios se basa la creación y todos los asuntos, la felicidad y el éxito se remiten a ellos, y no existe la posibilidad de conocerlos sino a través de los Mensajeros; porque la razón no es suficiente por sí sola para apreciarlos detalladamente y conocer su realidad con precisión, si bien el intelecto puede apreciar la necesidad de ellos en forma superficial; al igual que el enfermo comprende la necesidad de un médico pero no puede apreciar detalladamente la enfermedad ni el efecto que le produce el medicamento”[2].


[1] Zâd al Ma'âd (1/15).
[2] Este párrafo está tomado de Maymû‘ah al Fatâua del Sheij al Islam 9/93,96.
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