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La Recompensa al Leer el Corán

La Recompensa al leer el Corán

Es sabido, por todos los musulmanes, que el libro de Dios tiene el bien para todos. Es el pensamiento iluminado que alumbra la vida del musulmán; es nuestra guía hacia el bien. Por eso, la lectura del Corán es recompensable por Dios. El Profeta (S.A.W.) dijo, en un hadiz narrado por Abi Imama (que Dios esté complacido con él); "Que lean el Corán, porque éste viene en el Día del Juicio Final como intermediario de quienes lo han leído" (Transmitido por Muslin). El Profeta (S.A.W.) también entusiasmó a todos los musulmanes a aprender el Corán y a enseñarlo a los demás. En otro hadiz, narrado por Uzmán Bin Affan, el Profeta (S.A.W.) dijo: "El mejor de ustedes es quien aprende el Corán y lo enseña" (Transmitido por Al Bujari). También el Corán es uno de los motivos que pone al creyente en un lugar privilegiado. El Profeta (S.A.W.) dijo: "Dios alza por este libro gente y baja por este libro a otros" (Transmitido por Muslim). Es la tranquilidad en sí; cada creyente lo siente según su grado de cercanía o lejanía del Corán.

El Profeta (S.A.W.) nos aclara la recompensa de quien lee el Corán: por cada letra, una recompensa, y la recompensa Dios la multiplica por diez. El Profeta (S.A.W.), en un hadiz narrado por Bin Massoud, dijo: "Quien lee una letra del libro de Dios, tendrá recompensa. Y una recompensa, Dios la multiplica por diez. No digo Alif Lam, Mim, una letra, sino Alif una, Lam otra, y Mim también." (Transmitido por AtTermizi).

El Profeta (S.A.W.) nos dio una imagen que al musulmán no le gusta, cuando dijo en un hadiz narrado por Ibn Abbas: "Quien no tiene en su corazón algo del Corán, es como una casa abandonada y en ruinas".

El musulmán puede leer la parte que prefiera del Corán. El Profeta (S.A.W.) dijo que Al-Fatiha es de las mejores suras en el Corán, y me atrevo a decir que es la mejor de todas, ya que contiene la Unicidad de Dios, y el reconocimiento de todos los musulmanes de Su poder y Su gloria; además, pide a Dios la guía al cambio recto, que es el resumen de todas nuestras plegarias.

En un hadiz narrado por Abi Said Hafa'a Bin Al-Ma'ali, éste dice: "El Profeta (S.A.W.) me dijo: "Te voy a enseñar la más magnífica sura del Corán antes de que salgas de la mezquita", y tomó mi mano y cuando estábamos por salir le dije:

"Oh, Profeta de Dios, tú me has dicho que me ibas a enseñar la magnífica sura en el Corán"; y él me respondió: "Alabado sea Dios, Señor del Universo, son los siete versículo y el magnífico Corán que Dios me ha dudo ". "

El musulmán, cuando lee el Corán, siente la magnitud de su Creador, y se le derraman las lágrimas. Por eso, el Profeta (S.A.W.) le gustaba que leyeran el Corán en voz alta para poder escucharlo. En un hadiz por Ibn Massoud, se dice: "El Profeta (S.A.W.) me dijo:"Léeme el Corán". Le dije: "Oh, Profeta de Dios, ¿Quieres que lo lea si Dios lo ha revelado a ti?" Respondió: "Me gusta escucharlo de otros". Entonces, empecé a leerle el capítulo Las Mujeres (versículo 41), hasta que llegué al versículo que dice "Qué será de ellos cuando presentemos un testigo de cada nación y te designemos, ¡Oh, Apóstol!, ¿testigo contra ellos?" Me dijo: "Basta". Di vuelta a mirarlo, y me encontré con sus lágrimas corriendo por sus mejillas."

Es importante recalcar el trato respetuoso que se debe al Corán. Por ejemplo, no debe dejarse sobre el suelo, ni poner cosas sobre él, ni tocarlo si se ha tenido relaciones sexuales y no se ha hecho la purificación ni puede ser tocado por una mujer menstruando. Si se tiene una hoja suelta del Corán, ésta no se puede botar hay que quemarla o arrojarla en agua corriente.

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