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MUHAMMAD EL PROFETA: Los Primeros Musulmanes

El camino de Dios, aunque largo, siempre es seguro. 
 
Muhammad, la paz sea con él, conocedor de los kuraichitas y del corazón humano, sabía que su empresa apostólica no resultaría fácil; pero tenía absoluta fe en que la palabra de Dios fructificaría abundantemente. 
 
Una mañana, cuando el Profeta y su esposa están entregados a la oración, les sorprende Alí, que nada sabía de las prácticas religiosas de sus primos y protectores. Se maravilla Alí de lo que ven sus ojos y escuchan sus oídos. Esas posiciones de cuerpo tan sorprendentes y esas palabras tan vehementes, extrañas y poéticas, le llevan a preguntar con impaciencia: 
 
"¿ Qué estáis haciendo?" 
 
Le responde Muhammad, la paz sea con él: "Estamos rezando". 
 
"Y ¿a quién rezáis?" 
 
Le contesta Jadiya: "Al Dios único". 
 
"Pero a los dioses se les reza en la Kaaba", dice Alí. 
 
"Cualquier lugar limpio es bueno para orar a Dios, si tú has cumplido la ablución y tienes la voluntad de alabar y dirigirte a Dios", explica el Profeta. 
 
"Alí no sale de su asombro. Cada contestación es nueva y desconocida para él. Sus primos le narran las revelaciones; la aparición del ángel y la nueva condición de Muhammad, ahora Profeta de Dios. 
 
El Profeta inicia su apostolado con Alí y le recita algunas suras. Después le invita a que sea musulmán (sumiso a Dios). 
 
"Alí, confuso, ante situación tan extraordinaria y sorprendente contesta: . 
 
"Espera hasta que consulte con mi padre". 
 
"Alí pasa un día y una noche meditando lo conversado con sus primos. 
 
Las escenas de esa mañana se repiten en su mente una y otra vez. 
 
Recuerda las suras. Es un lenguaje nuevo, profundo y hermoso, que derrumba las tradiciones de sus antepasados y trae nuevas esperanzas. 
 
Durante horas "Alí se debate en un mundo de contradicciones. El mensaje de esa doctrina, nueva para él, le seduce. El que sus primos, tan nobles, sinceros y prudentes, la hayan adoptado y se la recomienden, es muy significativo. 
 
"Alí ha tomado una decisión y se la comunica a Muhammad, la paz sea con él: 
 
"Estoy dispuesto a ser musulmán; adorar y obedecer al Dios Único, sin necesidad de consultar con mi padre; pues si me creó Dios sin consultar a mi padre, yo no necesito consultar a mi padre para adorar a Dios". 
 
Y fue "Alí ibn Abü Talib la tercera persona que adoptó el Islam. 
 
Zaid ben Haritah, manumitido y adoptado por . el Profeta que, cuando su padre vino a La Meca a pagar su rescate se negó a volver con su familia, en virtud del buen trato recibido y de las virtudes morales de Muhammad, la paz sea con él, tiene fe y siente gran cariño por su padre adoptivo. 
 
Zaid ha conversado con "Alí. Enterado por éste de su conversión al Islam, no tarda Zaid, que por ser sirio de nacimiento había escuchado de los cristianos nestorianos de Damasco la conveniencia de adorar sólo a Dios, en aceptar y cumplir los preceptos islámicos. 
 
Habla con el Profeta y le comunica sus deseos y su firme voluntad de ser un buen musulmán. 
 
La alegría de Muhammad, la paz sea con él, y de Jadiya, es inmensa. 
 
El camino del Señor tiene un nuevo viajero: el cuarto individuo musulmán. 
 
Abü Bakr ibn Abí Quhafa At Taimi es un rico comerciante de La Meca. Aunque comerciante de profesión, sus virtudes de hombre generoso, justo y hospitalario, le apartaban un mucho de esa conducta egoísta y antihumana de la mayoría de los mercaderes de La Meca. 
 
Era un íntimo amigo de Muhammad, la paz sea con él; conocía la rectitud, sinceridad, nobleza e hidalguía de su amigo, por lo que cuando el Profeta le narró la visión en la cueva; las suras reveladas y la misión que le había confiado el ángel, Abü Bakr le dijo: 
 
"Muhammad, mi buen amigo, yo creo tus palabras. Tengo voluntad de creer en Dios Único y te considero profeta y apóstol de Dios en la tierra". 
 
Con Abü Bakr el número de musulmanes asciende a cinco, aunque en poco tiempo dos nuevas conversiones aumentarán la cifra. 
 
"Aicha, la hija de Abü Bakr, acaba de nacer pocas semanas después del ingreso de su padre en el Islam. Por voluntad paterna toma esa religión. Es la más joven de la comunidad y la primera en nacer musulmana. 
 
También la joven Fátima -la menor de las hijas del Profeta- ha mostrado deseos de ser musulmana. El Islam cuenta ya con siete creyentes. 
 
Es Abu Bakr un hombre activo, popular y muy influyente entre los kuraichitas. Tres años más joven que Muhammad, la paz sea con él. Se caracteriza por su buen sentido, ponderación y voluntad; cuando toma una decisión es para toda su vida. El Islam ha calado muy hondo en su corazón y así lo manifiesta a sus amigos y allegados, algunos de los cuales, tras conversar con el Profeta, ingresan en la comunidad musulmana. Entre ellos figuran: 
 
Uzmán ibn 'Afán, Abdel Rahman ibn Auf, Talha ibn Ubaid Al-Lah, Saad ibn Abí Waqas, Al Zubair ibn Al 'Awam, Abu Ubaida ibn Al Yarrah, etc. 
 
Durante esa primera época las oraciones y otros cultos, se realizaban en privado en la casa del Profeta o de Abü Bakr o en una cueva cerca de La Meca. Y continuaron así durante cierto tiempo. 

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