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El Casamiento Y El Divorcio En La Legislación Islámica

EL MATRIMONIO (EN LA LEGISLACIÓN ISLÁMICA)

Es el modo elegido por Dios para la humanidad para que se multiplique y conserve su especie hasta el fin del mundo, y constituya la vía natural para unir dos vidas que se aman y se respetan.

El primer matrimonio fue el de Adán y Eva. Dios creó esta primera pareja y la adaptó para que pudiera vivir y engendrar, y fue a partir de su descendencia como empezó el casamiento y la multiplicación de la especie humana.

Dios hizo que la unión del hombre y la mujer, una unión noble y sagrada por la cual se complementan y se cuidan mutuamente, por eso, el Islam aconseja a los musulmanes casarse ya que por el matrimonio se benefician ambos contrayentes además de satisfacerse mutuamente el instinto natural y sosegarse el alma en su lucha interior, apartando a la pareja del camino ilícito.

Dice Dios en su Sagrado Libro:

¡Oh humanos!, ciertamente os creamos de un hombre y de una mujer y hemos hecho de vosotros pueblos y tribus para que os conozcáis. Por cierto que, el más honrado de vosotros ante Dios es el más timorato; porque, Dios es sapientísimo y está bien enterado. (Sura 49, versículo 13)

También dijo:

¡Oh humanos! Temed a vuestro Señor que os creó de un sólo ser, del cual creó a su esposa y, de ambos hizo descender a innumerables hombres y mujeres. Temed a Dios, en nombre del cual os interrogáis y no rompáis los vínculos consanguíneos. Ciertamente, Dios es vuestro veedor. (Sura 4, versículo 1)

El enlace matrimonial es una unión sagrada en la que Dios ha impuesto ciertas condiciones para perfeccionar y honrar la descendencia.

Dice Dios en el Sagrado Corán:

Por cierto que, honramos a los hijos de Adán y les condujimos por la tierra y por el mar. (sura 17, versículo 70)

El sistema establecido en el Islam para el matrimonio, ha sido revelado por Dios; El conoce mejor que nadie la naturaleza y las exigencias de la humanidad.

EL MATRIMONIO ANTES DE LA ERA MUSULMANA

Entre las distintas formas de casamiento que había antes de la legislación islámica podemos citar como más importantes:

a) El casamiento tradicional: conocido actualmente, en todos los países islámicos, teniendo en cuenta las modificaciones islámicas. Dicho enlace se efectúa tras haber pedido el hombre, por medio de su familia, la mano de la mujer, y haber llegado a un acuerdo en lo que respecta a la dote y otras condiciones. Después de esto se celebra el matrimonio.

b) Casamiento en grupo: Consistía en que un grupo de hombres, como máximo diez, tenía relación sexual con una mujer, acercándose uno tras otro a ella. Si quedaba embarazada mandaba llamar al grupo después de haber dado a luz, sin que ninguno se pudiese negar, y ella elegía de entre todos al que suponía padre de su hijo, él tenía que aceptar sin poder rehusar.

c) Casamiento de intercambio: Consistía en que un marido le proponía a otro cambiar sus mujeres, dándole algo a cambio.

d) Casamiento con prostitutas: Esta forma se basaba en que hombres, sin limitación de número entraban a las casas de mujeres que eran prostitutas, las cuales señalaban su puerta con un banderín. Cuando éstas se quedaban embarazadas y daban a luz, reunían a los hombres y llamaba a averiguadores para que decidieran de quien era el hijo, el cual se quedaba con el padre que le habían designado.

En la legislación islámica revelada al profeta Muhammad -la paz y la bendición de Dios sean con él- se prohibieron todas estas formas, excepto la primera que está en vigor en todos los países musulmanes y se sigue aplicando pero modificada de acuerdo con las normas del sistema islámico.

Consta de dos partes fundamentales: la petición y la aceptación «Al-Iyab y Al-Qabul» y una condición: la presencia de testigos. Con estos requisitos se establecen los derechos y deberes matrimoniales.

CARACTERÍSTICAS DEL MATRIMONIO LEGAL

Hoy día podemos ver que hay muchos matrimonios en los que reina la discordia debido a que se encuentran, desde el principio, apartados de la legislación islámica.

El casamiento legal islámico tiene que reunir estas características:

a) Buena elección: Es derecho de cada uno elegir libremente al que vaya a ser compañero de su vida. El Islam aconseja a los musulmanes, que el factor fundamental de su elección sea la conducta moral y religiosa.

El profeta de Dios -la paz y las bendiciones de Dios sean con él- dijo:

«Si os viene (para pedir la mano) alguien del que os gusta su religión (comportamiento religioso) y moral, debéis casarle. Si no lo hacéis será una gran desgracia y corrupción».

También dijo:

«Se busca el matrimonio con una mujer, por cuatro cualidades: por su riqueza, belleza, nobleza y religión. Elige a la que tenga mejor comportamiento moral y religiosa y serás feliz».

Y dijo. «Una esclava negra creyente es mejor .. »

Cuando el hombre ha sabido elegir bien a su compañera, su vida matrimonial estará llena de amor y concordia, en su hogar reinará la paz y felicidad y los hijos, fruto de su matrimonio, traerá la felicidad a los padres. Por eso, la buena elección abarca la buena moral. Cuando una mujer elige a un hombre de moral desviada, será desgraciada con él, del mismo modo que cuando un hombre elige a una mujer de mala conducta, será desdichado con ella y en el hogar reinará la discordia y la infelicidad.

b) Aceptación de buen grado: Es posible que el hombre elija una buena mujer y pida su mano a los familiares, los cuales aceptan gustosos pero sin el consentimiento de ella. Esto está en contra de la legislación islámica, ya que el casamiento tiene que reunir el requisito de la plena aceptación por parte de ambos contrayentes y está absolutamente prohibido obligar a alguno de ellos a realizar dicho matrimonio.

c) Libertad de poner condiciones en el contrato matrimonial: La aprobación en el casamiento debe ser mutua por parte de los contrayentes. Esta aprobación debe incluir todas las condiciones puestas por ambos (dentro del marco islámico). Por ejemplo: la esposa tiene derecho a estipular en el contrato matrimonial, la condición de que su esposo no se case nada más que con ella, durante su matrimonio si sabe que no puede soportar la presencia de otra mujer que comparta su hogar.

d) No limitar el matrimonio a un tiempo determinado: Porque el fin del matrimonio no es el satisfacer las pasiones y disfrutar de la mujer durante un tiempo determinado, ya que Dios lo ha legislado como una unión para toda la vida, pues en caso de que hubieran de divorciarse sería por un asunto casual fuera de la marcha natural del matrimonio.

e) La autoridad de la familia pertenece al hombre: En las tareas de la vida, Dios ha capacitado al hombre así como a la mujer, para que puedan realizar sus funciones cada uno dentro de su campo dando al hombre en los casos normales la autoridad suprema de la familia.

f) Respeto y buen trato mutuo: Es uno de los mandatos del Islam dentro del marco familiar. Todos los asuntos que puedan surgir dentro de la familia deben ser tratados por sus miembros con sinceridad y obediencia entre ellos, basándose siempre en los mandatos de Dios que deben ser norma tanto en la familia como en la vida.

Dios -altísimo sea- dice en el Sagrado Corán:

Más bien, convivir con ellas bondadosamente, pues si las aborrecéis podría ser que despreciárais una cosa a la cual Dios ha dotado de muchas virtudes. (Sura 4, versículo 19).

El profeta de Dios-la paz y las bendiciones sean con él dijo:

"El mejor de entre vosotros, es quien mejor trate y cuide a su mujer''.  (Relatado por Attirmizi).

LA DIGNIDAD DEL MATRIMONIO EN LA LEGISLACIÓN ISLÁMICA

El matrimonio es un deber impuesto a cada musulmán. Es una necesidad social que el hombre realiza para protegerse del instinto sexual y conservar la especie que Dios santificó.

El profeta de Dios dijo:

«¡Oh jóvenes, quien de vosotros tenga medios para casarse, debe casarse. Quien no pueda es mejor que ayune pues esto le servirá de protección».

(Relatado por Al-Bujari y Muslim, entre otros).

A través de estas palabras, el profeta-la paz sea con él hace llamamiento a los jóvenes que tengan medios económicos hacia el matrimonio, ya que el Islam desaprueba la vida monacal.

El profeta de Dios -la paz sea con él- era el más piadoso de todos, sin embargo se casó, luchó por la causa de Dios y enseñó a la gente la religión.

«AL-JITBAH» (Petición de mano)

Es como el prólogo del casamiento. Dios -altísimo - lo legisló para que se efectuara antes del contrato matrimonial y pudieran conocerse los contrayentes.

Debe estar exento de cualquier prohibición divina. Por ejemplo: Que alguno de los dos o ambos tengan en este momento otro compromiso matrimonial con otra persona.

Está prohibido quedarse a solas sin la presencia de un familiar. El novio sólo puede ver la cara y las manos de la novia.

EL CONTRATO MATRIMONIAL

La base fundamental del matrimonio, es la aprobación mutua de ambos contrayentes, siendo necesario manifestar dicha aprobación de cualquier forma. La manifestación de dicha aprobación recibe el nombre de «Al-Iyab y Al-Qabul» en el Islam (la petición y aceptación). Por ejemplo: cuando el padre en representación de la novia dice: te ofrezco a mi hija como esposa», y el novio dice: «Acepto». Esto no implica que la aprobación por parte de ambos es mutua

Es obligación del contrayente cumplir todas las condiciones impuestas en el contrato matrimonial.

Esta ceremonia debe hacerse abiertamente, pues el Islam prohíbe realizarlo de una forma secreta e igualmente debe realizarse ante la presencia de testigos.

El profeta de Dios -la paz sea con él- dijo:

«No es válido el casamiento, si no hay tutor1 y dos testigos». (Relatado por Addarqutni).

En el Islam está prohibido el casarse con aquellas personas con quienes se tienen lazos familiares, vamos a ver quienes son:

1) Mujeres con las que jamás se puede efectuar matrimonio por:

a) parentesco por lazos familiares consanguíneos

b) parentesco por lazos familiares no consanguíneas

c) lazos familiares indirectos (mediante nodriza)

Según podemos ver en el versículo siguiente: 

«Os está vedado casaros con vuestras madres, vuestras hijas, hermanas, vuestras tías paternas o maternas, vuestras nodrizas, vuestras hermanas de leche, vuestras suegras, vuestras hijastras, que están bajo vuestra tutela, «hijas de las mujeres con quien os hayáis casado»: pero si no habéis tenido contacto con ellas, no seréis recriminados, porque las desposéis. También os está vedado el casaros con vuestras nueras, «esposas de vuestros hijos carnales» y uniros en matrimonio con dos hermanas salvo el hecho consumador*; porque Dios es indulgentísimo, misericordoisísimo».  (Sura 4, versículo 23).

* Nota del traductor: Hecho consumado anterior a la legislación islámica del matrimonio,

La madre en cuestión en este vehículo es, la madre, abuela, bisabuela, tatarabuela... tanto materna corno paterna.

En cuanto a las nodrizas sucede lo mismo que en el caso anterior.

2) Mujeres con las que está prohibido cansarse en un tiempo determinado.

a) Casarse al mismo tiempo con dos hermanas.

b) Con la esposa de otro.

e) Con la «mu'addadh» (divorciada o viuda durante el tiempo que le impone el Islam para no contraer matrimonio, que es el de tres menstruaciones).

d) Con su propia esposa después de haberla divorciado tres veces.

e) Con una adúltera que no esté arrepentida. El arrepentimiento del adúltero o de la adúltera, tiene que ser sincero, prometiendo no volver jamás a cometer adulterio y pidiendo perdón.

f) con su propia esposa por la que haya jurado cuatro veces que es adúltera.

Dios -altísimo sea- dice en el Sagrado Corán:

«Pero, quienes acusen de adulterio a sus mujeres, sin más testigos que ellos mismos, jurarán cuatro veces, por Dios, que son veraces; y el quinto juramento será que la maldición de Dios caerá sobre ellos si fueran perjuros.
Y ella se librará del castigo, jurando cuatro veces por Dios, que él es perjuro; y en el quinto juramento ella imprecará la ira de Dios sobre sí misma si él fuera veraz
». (Sura 24, versículo 6-9).

g) Con la idólatra.

Dios -altísimo sea- dice en el Sagrado Corán:

«No os caséis con idólatras mientras no sean creyentes pues una esclava creyente es mejor que una idólatra, aunque ésta os guste.
Tampoco caséis a idólatras asociadores mientras no sean creyentes, un esclavo creyente es mejor que un idólatra aunque éste os guste.
Ellos os incitan al fuego infernal y Dios os invita al Paraíso y al perdón...
» (Sura 2, versículo 221).

h) Con más de cuatro.


CASAMIENTO CON LAS ADEPTAS DEL LIBRO 2

Dios -altísimo sea- dice en el Sagrado Corán:

«Hoy os está permitido todo lo bueno, así como la comida de los adeptos del Libro, lo mismo que la vuestra es lícita para ellos. Os está permitido además, casaros con las castas creyentes, y las castas de quienes recibieron el Libro antes que vosotros3, con tal de que las dotéis, y siempre que seáis castos y, no adúlteros ni buscando amantes en ellas.. Mas quien reniegue la fe, su obra se desmerecerá y se contará en el otro mundo, entre los desventurados». (Sura 5, versículo 5).

El Islam permite casarse al musulmán con las cristianas y judías, y les ordena que las dejen practicar su religión, pero deben al mismo tiempo explicarles el Islam para que sepan las normas básicas en la vida matrimonial. (Sura 5, versículo 5) en relación a la religión de su marido.

El matrimonio ha de celebrarse de acuerdo con la legislación islámica, puesto que la legislación garantizó todos los derechos, tanto de la mujer como del hombre.

CASAMIENTO CON ATEAS

El Islam prohíbe el matrimonio con las ateas porque no tienen religión divina, que es la que nos prohíbe hacer el mal, nos ordena hacer el bien y orienta nuestra vida por el buen camino. Ellas al no tener nada de esto, actúan según sus deseos y pasiones y no respetan los mandatos divinos.



PROHIBICIONES DEL CASAMIENTO DE UNA MUSULMANA CON UNO NO MUSULMÁN

El Islam prohíbe a la musulmana casarse con uno no musulmán ya sea adepto del Libro u otro, porque:

Al no creer el marido en el Islam, su propia convicción religiosa no le obliga a respetar el credo de la mujer, y como consecuencia de ello y siendo el cabeza de familia, podrá obligar a la mujer a una conducta contraria a su creencia islámica o dicho de otra manera, ¿Cómo podría haber paz y tranquilidad en un hogar en el que el cabeza de familia no cree en la religión de su esposa, ni respeta a su Profeta, a pesar de que ella cree en el Libro original de su marido y respeta a todos los profetas?

Dios -altísimo sea- dice en el Sagrado Corán:

«El enviado cree en lo que le fue revelado por Dios y también los creyentes. Todos creen en Dios, en sus ángeles, en sus libros y en sus enviados. «Nosotros no hacemos distingos entre ninguno de sus enviados», y dicen: «¡Escuchamos y obedecemos! ¡Sólo anhelamos tu indulgencia, oh Dios nuestro, y a Ti será el retorno! ».   (Sura 2, versículo 285).


DOTE EN EL MATRIMONIO

El Islam prescribió que el marido diese la dote a su esposa, perteneciendo únicamente a ella, sin tener derecho alguno sobre dicha dote nadie de la familia.

Esto es como símbolo social que conduce al amor y fortalece la amistad.

El profeta de Dios -la paz sea con él- dijo: «Regalaos para que os améis».

Dios -altísimo sea- dice en el Sagrado Corán:

«Dad a las mujeres espontáneamente, sus dotes, y si es voluntad de ellas, concederos una parte, disfrutadlo con buen provecho».4

El Islam no pone límites a la dote y lo deja a la elección de la esposa. Dicha dote puede ser tanto material, como no material. La exageración por parte de la mujer va en contra de la religión ya que hace de esto un obstáculo para el hombre con pocos recursos.

Se puede dar por adelantado o aplazado; o bien dar una parte y aplazar la otra, considerando siempre, esta parte aplazada, como un préstamo de la mujer a su marido.

MANTENIMIENTO DE LA FAMILIA POR EL HOMBRE

El Islam obliga a mantener a la esposa en todas sus necesidades, de comida, vestidos, medicinas, etc., aunque la posición económica de ella fuera desahogada.

En un relato viene que: Muaw¡yah Al-Qushairi preguntó al profeta de Dios -la paz sea con él-:

«¡Oh profeta de Dios! ¿Cuáles son los derechos de nuestras esposas respecto a nosotros? Le contestó: Sustentarla cuando comas, vestirla cuando vistas, no le pegues en la cara, no la insultes y no la abandones, a no ser que sea en tu casa».

Todo esto es obligación del hombre ya que la mujer no tiene el deber de trabajar para el mantenimiento del hogar, pero si la mujer desobedeciera al marido, éste no tiene ninguna obligación de darle a ella estos derechos.

Si el marido fuera tacaño con su esposa, el juez le obliga a mantenerla en todas sus necesidades, considerando los gastos que durante cierto tiempo le hayan faltado como un préstamo de la mujer al marido.


DERECHOS MATRIMONIALES

Si el matrimonio es válido y el contrato matrimonial perfecto, sin que le falte ningún requisito, deben establecerse los derechos y deberes siguientes:

1) Derechos mutuos.

2) Derechos de la esposa.

3) Derechos del esposo.



1) Derechos mutuos

a) La herencia, entre ambos, queda establecida al realizar el contrato, de manera que si muere uno, lo herede el otro.

b) Deben convivir bondadosamente y respetuosamente.

e) Y satisfacerse mutuamente.



2) Derechos de la esposa

Tiene el derecho de:

a) Dote y mantenimiento con justicia. 

b) Ser honrada y bien tratada por su marido. 

c) No debe ser humillada ni insultada por su marido. 

d) El esposo debe satisfacerla sexualmente.


3) Derechos del esposo Tiene el derecho de:

a) Ser obedecido por su esposa dentro de los mandatos de Dios.

b) La esposa debe conservarlos bienes de su marido y no malgastarlos.

c) La esposa no debe hacer cosas que no le gusten a su marido, como permitir a alguien, que al marido no le agrada, entrar en su casa. Hacer algún regalo que el marido no quiere.

d) La esposa debe cumplir con todas sus obligaciones dentro del hogar.



EL DIVORCIO

Hay gente que no ve bien el divorcio, ya que lo consideran como una corrupción para la sociedad humana y por lo tanto de la familia, como parte fundamental de la sociedad.

El divorcio es considerado por muchos como un error en el Islam y en su legislación, mientras que nosotros, los musulmanes vemos nuestra religión como una institución divina que Dios reveló para organizar nuestra vida en la fe, en la sociedad, en la política y en todos los campos.

La humanidad, hoy día, está sufriendo las consecuencias de las leyes y legislaciones humanas sin darse cuenta de que la verdadera felicidad se encuentra dentro del ámbito del Islam, cuyas legislaciones fueron las últimas reveladas por Dios, a la tierra.

¿Porqué miran al divorcio con desprecio, cuando viene como una solución para resolver el problema de la desunión matrimonial, después de todo intento de arreglo? ¿Por qué se extrañan? ¿Prefieren acaso que permanezcan unidos a pesar de las discordia, desavenencias e infelicidad que tengan? ¿O es que lo consideran como un desprecio a la mujer o un insulto a la santidad del matrimonió?.

Ciertamente el Islam se afierra a la unión eterna del matrimonio y prohíbe limitarlo a un tiempo determinado, ya que si así fuera sería como un disfrute temporal-a pesar de que antes de que se revelase completamente la legislación islámica estuviera permitido-.

Debido a la diferencia de caracteres y temperamento de los humanos, a veces se pueden producir en el hogar fuertes discordias, que dan origen a discusiones y disputas sin ninguna solución. De ahí que el Islam, haya establecido el sistema del divorcio que es lo más detestable ante Dios.

El profeta de Dios -la paz y bendición sean con él dijo:

«Lo más detestable, de lo lícito, ante Dios es el divorcio».

Dios legisló el divorcio temporal o permanente según los casos, permitiendo a cada uno buscarse un nuevo compañero en el que pueda encontrar la paz, la felicidad y el amor.

En las naciones que no se permite el divorcio podemos ver, que los problemas que surgen en el matrimonio van minando la sociedad. La pareja antes de casarse estaba de acuerdo en todo, pero una vez casados y después de descubrirse los defectos, surgen los problemas que rompen la vida conyugal. Esto hace que desparezca el amor y la paz, y al no permitírseles el divorcio, en este caso, buscan por caminos ilícitos otro compañero que les dé la felicidad y el amor que no encuentran en su propio hogar. De ahí surge la prostitución y la corrupción, que se van extendiendo por la sociedad, haciendo de ésta un reino de intranquilidad y de enfermedades psíquicas.

SISTEMA DEL DIVORCIO, EN EL ISLAM

El Islam ha puesto varios caminos para cuando la discordia reina en el hogar porque considera el enlace matrimonial como una unión sagrada que no debe deshacerse por cualquier desacuerdo.

Dios nos da a conocer en el Sagrado Corán, la importancia de dicha unión:

...Habiendo recibido ellas una solemne promesa de vosotros»  (Sura 4, versículo 21).

Por eso, en caso de que surgieran desavenencias matrimoniales, el Islam ordenó los siguientes pasos:

a) Recapacitar con sinceridad cada uno en sus problemas, pensando en el futuro de sus hijos porque los dos son responsables del hogar.

El profeta de Dios -la paz y las bendiciones de Dios sean con él- dijo:

«El hombre es pastor de su familia y es responsable de todos sus miembros. La mujer es pastora en la casa de su marido y es responsable de sus miembros».

También dijo:

«Todos los hijos de Adán pueden equivocarse y los mejores equivocados son los arrepentidos».

El Islam pide que ambos cónyuges que se soporten mutuamente y disimulen, ante la gente, la falta de su compañero.

Dios -altísimo sea- -dice el Sagrado Corán:

«...Convivid con ellas bondadosamente; Pues si las aborrecéis podría ser que despreciarais una cosa a la cual Dios ha dotado de muchas virtudes.»  (Sura 4, versículo 19)

Hay muchos matrimonios que hasta después de Pasado mucho tiempo no se conocen lo suficiente, de ahí que el Islam ordene a ambos cónyuges tolerarse recíprocamente y evitar los posibles desacuerdos que pudieran surgir.

Puede que alguien plantee esta pregunta: ¿Por qué no hay un tiempo antes del matrimonio para que la pareja pueda conocerse lo suficiente y en caso de que sus caracteres sean compatibles, efectuar dicho matrimonio y de lo contrario seguir cada uno su camino?

La contestación a esta pregunta es muy fácil: «El ser humano es muy débil ante sus propias pasiones y deseos».

«...Porque el hombre fue creado débil». (Sura 4, versículo 28)

El ejemplo lo tenemos en las sociedades actuales en las que los novios permanecen en este estado durante un tiempo, que a veces pueden ser años, y llegan al punto de quererse y entregarse uno al otro sin reservas, pero a pesar de esto pueden caer en la discordia, rompiendo las relaciones y desapareciendo el amor que anteriormente tenían, quedando de esta forma al descubierto los secretos que se habían confiado.

Por todo esto y otras muchas cosas, el Islam prohíbe terminantemente este tipo de relaciones prematrimoniales y permite solamente que antes del enlace matrimonial la pareja se conozca pero en presencia de algún familiar (máhram)5  y dentro de lo permitido por el Islam; sin poner límite al número de veces que necesitaran verse para poder conocerse.

b) Cuando las discordias y desavenencias llegan al extremo de que los cónyuges no pueden soportarse y tienen que separarse, el Islam pide que intervengan los familiares por Parte de ambos eligiendo cada uno a un representante.

Dios -altísimo sea- nos dice en el Sagrado Corán:

«y si tenéis desacuerdo entre ambos, apelad a un mediador de la familia de él y otro de la de ella. Si ambos desean reconciliarse, Dios les conciliará. Ciertamente Dios es sapientísimo, enterado»  (Sura 4, versículo 35)

Este versículo nos indica que si la intención de cada cónyuge es sincera y limpia, y quiere la conciliación, llegarán a un acuerdo y resolverán su Problema, porque la complacencia y misericordia de Dios está presente.

c) Si después de lo anteriormente dicho, los familiares no han podido reconciliarlos, Porque cada uno persiste encerrado en su idea y siguen sin tolerarse, el Islam permite en este caso, el divorcio en su primera etapa, pero la mujer tiene que permanecer en el hogar durante tres meses «Al-lddah» estándole al marido prohibido acercarse a ella durante este período, pero debe, sin embargo, mantenerla.

Este tiempo es suficiente para que cada uno recapacite en su problema y es una oportunidad para reconciliarse, si lo desean.

En esta primera etapa (primera TALQAH) el marido puede volver a su mujer, sin que sea necesario hacer un nuevo contrato matrimonial, ni testigos, ni dote; basta con que él se lo manifieste a su mujer.

d) Si terminase el tiempo prefijado de «Al-Iddah» y el marido no hubiese vuelto a su mujer, entonces el divorcio se llevará a cabo y en este caso, el Islam, no le permite al marido que vuelva a su mujer, sin antes haber hecho un nuevo contrato matrimonial, con testigos y dote. Si la mujer no quisiera unirse de nuevo a su ex marido, puede hacerlo libremente y puede casarse con otro si lo desea. Si se reconcilian con un nuevo contrato y dote y la discordia empieza de nuevo, el Islam les pide que se soporten y que la familia intervengan para reconciliarlos; pero si persisten una vez más en el divorcio, entonces viene la «segunda Talqah» segunda etapa en la que la mujer permanecerá en el hogar para hacer Al-lddah y el marido ya no puede unirse a ella, sin haber hecho antes un nuevo contrato matrimonial, teniendo ella derecho de aceptarlo o rechazarlo.

e) En caso de que ella aceptara volver a su marido después de haber hecho un nuevo contrato matrimonial y de nuevo entran en discordia y desacuerdo, el Islam aconseja reconciliarse otra vez y que la familia intervenga nuevamente, pero si siguieran persistiendo en la idea del divorcio, este se llevará a cabo «3a. Talqah» después de la cual les está prohibido unirse de nuevo en matrimonio, sin antes haberse casado la mujer con otro y haberse divorciado o quedado viuda de él (del segundo marido). En este caso puede volver al primer marido si lo desea. El Islam no permite jugar con el divorcio ya que la mujer no es un objeto con el que el hombre juega según su deseo. Hemos visto en las etapas anteriores los pasos que da el Islam para beneficiar a los dos y resolver sus problemas, pues se interesa y preocupa por el matrimonio porque Dios desde el principio lo hizo sagrado.

EL DERECHO AL DIVORCIO

El Islam le dio al hombre el derecho de pedir el divorcio, porque el hombre es la cabeza de familia, y el que debe mantenerla y el que paga la dote; entonces el perjuicio material le atañe más directamente, Por eso debe pensarlo mucho antes de llevarlo a cabo por.

a) El dinero que gastó al casarse.

b) La pérdida de tiempo en formar un hogar.

e) Pierde el cariño de la compañera de su vida y además sus hijos se quedarán sin la protección de la madre, porque en el Islam los hijos quedan bajo la protección del padre, pues él tiene obligación de costear su manutención.

En principio el Islam le ha dado el derecho de pedir el divorcio al hombre porque puede controlarse y dominarse mejor y cuando pide el divorcio es porque está desesperado con su mujer. La mujer, sin embargo, es más sensible a descontrolarse que el hombre y si ¡e le diera el derecho de pedir el divorcio lo utilizaría en cualquier momento de ira del día.

Por estos motivos y más cosas, Dios como conoce perfectamente a cada una de sus criaturas, dio este derecho al hombre pero al mismo tiempo le ha dado a la mujer el derecho de poder separarse de su marido en el momento que lo desee; ella posee la llave de esta puerta y puede abrirla cuando quiera, siempre que restituya al marido los gastos materiales que le haya ocasionado durante su matrimonio, como dote, etc.

El Islam también ha dado a la mujer el derecho de pedir el divorcio en los casos siguientes:

a) Si lo pone como condición en su contrato matrimonial.

b) Si el marido no fuera responsable de mantener la familia.

c) Por la ausencia forzosa del marido durante tres años. Por ejemplo si el marido está en la cárcel.

Pero si la ausencia es por deseo del hombre sin consentimiento de la mujer, el tiempo fijado para efectuar el divorcio será según el juicio del juez.

d) Si es maltratada por el marido, o si éste tuviera una enfermedad contagiosa o una enfemedad que repeliese a la mujer. En este caso el divorcio tiene que pedirse por medio del juez.

Por todo lo anteriormente dicho, vemos que Dios ha dado al hombre como a la mujer el derecho del divorcio, según las circunstancias.



¿COMO SE EFECTÚA EL DIVORCIO?

El divorcio debe efectuarse:

a) Con pronunciación clara. Por ejemplo: si el hombre pronuncia claramente palabras que indican el divorcio, como «¡te divorcio!».

b) Por escrito: el marido expresa claramente por escrito el deseo del divorcio.

c) Por mímica: en caso de que el marido no pueda hablar pero indica claramente con gestos y señas que está divorciado. Por ejemplo: si el marido está mudo.

d) Por un intermediario: cuando el marido nombra a otro para que en su lugar pida el divorcio.

Esto nos indica que el divorcio se puede llevar a cabo por medios sencillos, de ahí que el Islam nos ordene tomarlo con la máxima seriedad, utilizándolo en casos extremos y, nos pide que sepamos dominamos en determinados momentos.

El profeta de Dios -la paz sea con él- dijo:

«Dios maldiga a todo «zawaq», y al que se divorcia constantemente»6.

También dijo:

«Hay tres cosas cuya seriedad es máxima y cuya broma tiene también consecuencias muy serias: el casamiento, el divorcio y la reconciliación».

Esto se refiere a:

La petición y aprobación en el contrato matrimonial es una cosa seria; cuando se lleva a cabo el divorcio es una cosa seria y cuando se reconcilian y vuelven a unirse después del divorcio es una cosa seria.

REQUISITOS DEL QUE EFECTÚA EL DIVORCIO

El divorcio debe ser efectuado por un hombre adulto, razonable y libre de toda coacción. No puede pedirlo un demente, el que pierde la razón, un adolescente, ni un coaccionado.

En un relato del profeta de Dios -la paz sea con él- Dios dice:

«La decisión no se acepta de tres: del dormido hasta que despierte; del niño hasta que sea adulto; del demente hasta que razone»,

Hay otro hadiz7 que dice:

«Cada decisión del matrimonio se acepta excepto la que viene de uno que no sea libre de razonar».

Relatado por Attirmizi y Al-Bujari de un relato de Abu Hurairah.

ALGUNOS VERSÍCULOS DEL CORÁN Y HADICES DEL PROFETA SOBRE EL DIVORCIO

Dios dice en el Sagrado Corán:

Pero si él la divorcia8 no le está permitido tomarla nuevamente, hasta que ella se haya casado con otro marido. Pero si se divorcia9, no serán culpados si se reconcilian10; siempre que crean que les es imposible observar las leyes de Dios. Tales son las leyes de Dios. Que él dilucida para los que buscan saber.

Si divorciáis a las mujeres y ellas han cumplido su término prerfijado11, mantenedlas honestamente, emancipadas con benevolencia. No las retengáis por la fuerza, violando sus derechos12; pues, quien tal haga se condenará. No os burléis de las leyes de Dios y acordaos de la merced de Dios para con vosotros, y de cuanto os reveló en el Libro13; la sabiduría, mediante lo cual os exhorta. Temed a Dios y sabed que Dios es omnisapiente.

Si divorciáis a las mujeres y ellas han cumplido su término prefijado, no las impidáis renovar la unión con sus maridos, si ambos se reconcilian voluntariamente, con esto se exhorta a quienes de entre vosotros creen en Dios y en el día del juicio final. Esto es más virtuoso y más puro para vosotros; porque Dios sabe y vosotros ignoráis.  (Sura 2, Versículos 230-232)

i Oh profeta ! Di a los creyentes: «Cuando divorciéis a las mujeres; divorciarlas al término de sus períodos prescritos y contabilizad los períodos, y temed a Dios vuestro Señor, y no las echéis de sus hogares, ni permitáis que salgan de ellos a menos que cometan obscenidad probada. Tales son las leyes de Dios; y quien profane las leyes de Dios, se habrá condenado. Tú ignoras; es posible que Dios, después de ellos, modifique la situación.

Mas cuando hayan cumplido su término prefijado, recogedlas humanitariamente o separaos de ellas decorosamente. En ambos casos hacedlo ante dos testigos equitativos, de entre vosotros, y justificad el testimonio ante Dios. Con lo cual se exhorta a quien cree en Dios y en el día del juicio final. Mas quien tema a Dios El le destinará una salvación.


(Sura 65, versículos 1-2)

HADICES DEL PROFETA.

1) «Lo más detestable, de lo lícito, ante Dios, es el divorcio».

2) «Dios maldiga a todo «zawaq», y al que se divorcie constantemente».

3) «Que ningún creyente aborrezca a ninguna creyente, pues si detesta de ella algún comportamiento, aprobará otro».

(Relatado por Muslim)

4) «Cualquier mujer que pida el divorcio de su marido, sin motivos, jamás llegará a oler el paraíso».

 


EL DIVORCIO SEGÚN OTRAS RELIGIONES

En el Judaísmo

El divorcio está permitido para los judíos sin que haya motivos suficientes a pesar de que está mal visto, sólo tiene derecho de pedirlo el hombre, la mujer no puede hacerlo, bajo ninguna circunstancia, ni a pesar de los motivos que pudiera haber, incluso que su marido fuera adúltero.

Una vez llevado a cabo será para siempre sin que puedan ambos cónyuges volverse a unir de nuevo en matrimonio.

En el Cristianismo

Todas las sectas cristianas prohíben el divorcio

(excepto los protestantes y ortodoxos, en caso de adulterio).

Los católicos se basan en Marcos 10-8, 9:

«Y serán los dos una sola carne; de modo que ya no son dos, sino una sola carne. Así, pues lo que Dios junta, no lo separe el hombre».

La deshonra matrimonial por parte de alguno de los creyentes no es motivo de divorcio, sino de separación, pues, el matrimonio en su parte religiosa es indisoluble.

Sin embargo, los protestantes y ortodoxos permiten el divorcio en algunos casos, tales como en el caso de adulterio, basándose en el texto «El que despidiera a su mujer, dele libelo de repudio. Pero yo os digo: todo el que despide a su mujer -excepto en caso de concubinato- la expone a cometer adulterio; y el que se casa con una repudiada comete adulterio». (Mateo 5, 31-32)

Con todo lo anteriormente dicho, podemos ver que la solución para resolver las discordias y desacuerdos que pudieran surgir en el matrimonio, son distintas en los cristianos, judíos e islámicos.

Los judíos otorgan el derecho absoluto al hombre, para poder divorciar a su mujer en cualquier momento y circunstancias.

Si profundizamos e investigamos imparcialmente todo lo anteriormente dicho, tenemos que sacar la conclusión de que toda legislación, si es divina, tiene que ser justa y perfecta.

En el caso de los judíos, que dan el derecho absoluto al hombre, negándoselo por completo a la mujer, carece de esta justicia, propia de la legislación divina.

Por otro lado, los cristianos, al negarles a ambas partes tal derecho no resuelven los problemas que pueden surgir, y que de hecho surgen, agravando más la situación, y haciendo del hogar -en muchas ocasiones- un reino de discordia y esto tampoco es propio de la legislación divina que es perfecta.

De ahí que encontremos en los países cristianos manifestaciones pidiendo el derecho al divorcio por encontrar en él, las soluciones a los problemas que surgen en las exigencias de su naturaleza humana.

EL PORQUE DEL DIVORCIO EN EL ISLAM

El Islam es una religión realista y práctica, se adapta a lo innato humano y no choca contra él, siendo por eso sus legislaciones válidas para cualquier época y lugar.

Cuando estableció el sistema de divorcio, se basó en las necesidades recíprocas de los cónyuges para salvaguardar la vida matrimonial, haciendo de esta manera la vida humana más feliz. El sistema de divorcio en el Islam se acepta intelectual y lógicamente, además de ser una realidad práctica.

Antes de surgir el Islam en la Península de Arabia, los paganos tenía unas normas de divorcio basadas en el caos. El hombre de entre ellos, podía divorciar y volver a su mujer cuando quería, aunque esto fuera en el tiempo de Iddah.

Después el Islam, legisló normas bien establecidas para el divorcio y cuando estas normas fueron bien cumplidas se distinguió la sociedad musulmana de las demás sociedades con sus fuertes lazos sociales y el perfecto cumplimiento de los mandatos divinos.

En nuestro tiempo actual, vemos a las sociedades cristianas confusas entre los llamamientos de autorizar el divorcio.

En el año 1965, al parlamento italiano se le presentó un proyecto de ley, que solicitaba la autorización del divorcio en Italia; el Papa Pablo VI negó estudiar cualquier proyecto que compete sólo al Vaticano, especialmente si está relacionado con el divorcio.

Sin embargo, los autores del proyecto no han perdido las esperanzas y siguen celebrando reuniones y conferencias declarando que millares de mujeres están separadas de sus maridos por fracaso de la vida matrimonial y que alrededor de medio millón de hombres viven con otras mujeres sin ser sus esposas, además de que trescientos mil niños ¡legítimos nacen como consecuencia de estas relaciones.

Ahora bien, el Islam ha consagrado la vida matrimonial, no hizo de ella una relación efímera, pero al mismo tiempo no la dejó como una cadena perpetua que sólo la muerte puede romper, ya que obligar a los cónyuges a continuar una vida matrimonial infernal, es contraria a los derechos y a las libertades públicas que las leyes reclaman, además de chocar directamente con la legislación divina.

El divorcio en el Islam es una solución y prevención y no una sentencia o sanción, pues Dios lo ha autorizado para evitar los perjuicios de los cónyuges cuando la vida entre ellos llega a ser imposible.

Las sociedades musulmanas,  hoy día no enfrentan problemas ante esta cuestión, a pesar que las leyes vigentes en aquellos países no son islámicas.

Los tribunales especializados dan veredictos a los pocos casos que se presentan para el divorcio, sin que esto produzca problemas y crisis igual que ocurre en otros países, Ahora bien, cuando la legislación del Islam se cumpla en la vida de los musulmanes de hoy día, muchos de los problemas matrimoniales que salen a la superficie en los países del mundo islámico desaparecerán, aunque actualmente no llegan a más de 1/50 de los problemas que enfrenta el Occidente.

Es verdad que el Islam ha autorizado el divorcio, pero al mismo tiempo ha desanimado a sus seguidores para que no acudan a él.

«Un beduino vino a consultar a Umar lbn Al-jattaab acerca del divorcio de su mujer, y Umar le dijo:

-No lo hagas.

El beduino le contestó:

-No la amo.

Umar le dijo:

-¡Desgraciado! ¿Es que tú crees que los hogares no se forman más que de amor? ¿Dónde está, pues, la protección y la custodia?

Todo esto quiere decir que cuando el amor no es la estructura fundamental de un hogar, otras cosas pueden conservarlo y continuarlo, como la protección y custodias recíprocas en los derechos y deberes y el temor de que sea el hombre la causa de destruir un hogar y deshacer una vida.

A pesar de que el Islam ha obstaculizado el camino al divorcio, queda éste como un derecho reservado para los dos cónyuges de manera que ninguna otra persona puede intervenir para ejecutarlo o autorizarlo sin el consentimiento expreso de la pareja o de uno de ellos.

Ante todo, el Islam se ha preocupado por la mujer y el mismo profeta dijo en su último sermón durante la peregrinación de despedida, aconsejando a sus compañeros:

« ... Os recomiendo tratar bien a las mujeres ... »

Finalmente el divorcio, como última alternativa ante los problemas que sufre un hogar y que se complican día tras día, es mejor que hacer continuar a una familia desunida que puede ser fuente de corrupción para toda la sociedad.


(1) Tutor de la novia ya que el hombre puede casarse sin necesidad de tutor.
(2) Cristianas y Judías.
(3) Cristianas y Judías.
(4) Según Mugatil: Era costumbre que el hombre se casara con la mujer sin darle dote, diciéndole... «Te heredo y me heredas». Ella le contesta: «Sí». Revelóse esta aleya para establecer que la dote es un derecho de la mujer.
(5) Al cual le está prohibido casarse con ella.
(6) El que se casa pensando de antemano, ocultamente, que va a separarse en un tiempo determinado o el que divorcia a su mujer sin motivos para disfrutar casándose con otra.
(7) Dichos del profeta.
(8) Después de haber divorciado dos veces. 
(9) Del segundo marido. 
(10) Con el primer marido.
(11) Tres menstruaciones en el primer divorcio.
(12) Según el relato de Ibn Abbas y Muyahid, cuando un hombre divorciaba a su mujer y veía que se acercaba el limite prefijado (tres reglas) volvía de nuevo a ella. no con la intención de arreglarse, sino para hacerle sufrir y para que perdiera la ocasión de casarse con otro, alargándose de esta manera el término prefijado. Esta aleya prohíbe esto.
(13) El S agrado Corán.

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