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La Verdadera Musulmana Coteja Sus Costumbres Y Hábitos Con Los Parámetros Islámicos

La musulmana que posee un criterio en las normas del Islâm no acepta toda tradición o costumbre ampliamente aceptada por los demás. Porque puede haber costumbres provenientes de antiguas o modernas tradiciones de la yâhiliiah que van en contra del Islâm. Estas tradiciones son inaceptables para la musulmana aunque todo el mundo las aceptará unánimemente.

   La mujer musulmana no decora su casa con estatuas o pinturas (de objetos animados), ni mantiene a un perro en su hogar a menos que sea un perro guardián, ya que el Profeta prohibió todo esto. Los Hadîces sahîh sobre este tema son muy enfáticos en cuanto a su prohibición y no hay espacio para el engaño o las excusas:

Ibn 'Umar relató que el Profeta dijo:

"Aquellos que hacen estas imágenes serán castigados el Día de la Resurrección, y les será dicho: 'Dad vida a lo que habéis creado'".[1]

'Âishah, que Allâh esté complacido con ella, dijo:

"El Mensajero de Allâh volvió de un viaje, y yo había cubierto una pequeña ventana con una cortina que tenía figuras. Cuando el Mensajero de Allâh la vio, su rostro cambió de color (por el disgusto) y dijo: ''¡Âishah! Los que serán más severamente castigados por Allâh  el Día de la Resurrección serán los que imitan Su creación'. Así que cortamos la cortina e hicimos de ella uno o dos almohadones".[2]

Ibn 'Abbâs  dijo.

"Escuché decir al Mensajero de Allâh : 'Todo hacedor de imágenes estará en el Fuego; por cada imagen que haya hecho en vida, se le insuflará vida y se le castigará en el Infierno." Ibn Abbâs añadió: "Por ello, si tienes que hacerlo, haz pinturas de árboles y de objetos inanimados".[3]

   Abû Talhah dijo que el Mensajero de Allâh comentó lo siguiente:

"Los ángeles no entran a una casa en la cual exista un perro o una imagen".[4]Âishah, que Allâh esté complacido con ella, dijo:

"Yibril 22 había prometido visitar al Profeta a una hora determinada. Al llegar ese momento Yibril  no apareció. El Profeta sostenía un bastón en su mano, que arrojó a un lado diciendo: 'Allâh no falta a Su promesa, y tampoco desmiente a Sus Mensajeros'. Luego, al volver su mirada vio a un cachorro debajo de su cama. Él preguntó: '¿Cuándo  entró este perro?'. Yo dije, '¡Por Allâh! No me di ni cuenta de ello'. Luego, ordenó que se lo llevaran y fue sacado. Entonces se presentó Yibril, y el Mensajero de Allâh dijo: 'Tú me prometiste venir, así que estuve esperándote pero no venías'.  Él respondió: 'Me lo impidió el perro que estaba en tu casa porque nosotros no entramos en casas donde se encuentra un perro o una imagen". [5]

   Existen muchos Hadîces que prohiben las imágenes y estatuas porque existe una sabiduría manifiesta detrás de esta prohibición, especialmente, hoy en día cuando los hipócritas, psicópatas y los poseídos por la codicia y la ambición alientan a los tiranos en su opresión.  Uno de sus métodos favoritos es erigir estatuas para ellos, tanto durante sus vidas como después de sus muertes, convirtiéndose así en dioses y semidioses sentados sobre tronos de gloria que fustigan las espaldas de los oprimidos.

   El Islâm trajo la doctrina del tauhîd, y destruyó a los ídolos del shirk y de la yâhiliiah hace quince siglos. No permitirá que estas imágenes talladas regresen a las vidas de los hombres y mujeres musulmanes, ya sea para conmemorar un  líder, honrar a un artista, o glorificar a un científico, poeta o escritor. La sociedad islámica es una sociedad monoteísta donde la glorificación, santificación, y veneración son solamente para Allâh . Por ende, no hay lugar para estas estatuas e imágenes en la sociedad islámica.

   Así como tener un perro es una preocupación, no hay nada de malo en tener un perro para cacería o con fines de pastoreo, como en el Hadîz de Ibn 'Umar , quien dijo:

"Escuché decir al Mensajero de Allâh : ‘Quien tenga un perro, a menos que sea para caza o para pastorear el ganado, su recompensa disminuirá en dos qirâts todos los días’".  [6]

    Mantener perros en la casa, mimándolos, manufacturando comida y champú especial para ellos, estableciendo "salones de belleza" para ellos y todas las demás cosas en las cuales la gente de Europa Occidental y de los Estados Unidos gasta millones y millones de dólares anualmente.... nada de esto tiene que ver con el Islâm y sus costumbres tolerantes. El estado psicológico de las sociedades materialistas  y el hastío de la vida que llevan los ha conducido hasta estos extremos en el cuidado de sus perros para compensar la falta de amor humano en su vida social. Por el contrario, la vida social del Islâm está llena de emociones humanas. Por eso, los musulmanes, no tienen necesidad de ir hasta tan absurdos extremos. [7]

   La musulmana que entiende las enseñanzas del Islâm tampoco come o bebe de recipientes de oro o plata aunque sea adinerada o disfrute de una vida lujosa, porque hacer esto es un acto harâm según el Islâm. Podemos encontrar esta prohibición en un cierto número de Hadîces sahîh.

   Umm Salâmah, que Allâh esté complacido con ella, relató que el Profeta dijo:

"Quien beba de un recipiente de plata, será como si estuviera atizando el Fuego del Infierno en sus entrañas".[8]

Según un relato recopilado por Muslim, el Profeta dijo:

"Quien coma o beba de recipientes de oro o plata" - (de acuerdo a otro relato: Quien beba de un recipiente de oro o plata) - será como si estuviera arrojando fuego del infierno a su estómago." [9]

   La musulmana cautelosa, no importa donde viva, examina cada costumbre seguida en su sociedad y la juzga de acuerdo a las normas, valores, y principios del Islâm. Lo que sea compatible con el Islâm, lo acepta pero lo que contradiga al Islâm debe rechazarlo en el instante, ya sea una costumbre relativa a la fiesta de compromiso y el matrimonio, o a la familia, o a la vida social en su conjunto. Lo que realmente importará no es cuán ampliamente difundida esté entre la gente (esa costumbre) sino que sea una costumbre compatible con el Islâm.


[1]  (Bujâri y Muslim), Ver Riyâd al Salihîn, 741, Kitâb al umur al munhi 'anha, bâb tahrîm al suwâr.
[2]  (Bujâri y Muslim), Ver Riyâd al Salihîn, 742, Kitâb al umur al munhi 'anha, bâb tahrîm al suwâr.
[3]  Idem.
[4]  Idem.
[5]  Sahîh Muslim, 14/81, Kitâb al libâs wa'l zinah, bâb tahrîm taswîr al hayawân.
[6]  (Bujâri y Muslim), Ver Riyâd al Salihîn, 744, Kitâb al umur al munhî 'anhâ, bâb tahrîm ittikhâdh al kalb illa li sayd aw mashiyah.
[7]  Ver la discución de esta desviación en las pág. anteriores (cáp. 9, Amor por la causa de Allâh)
[8]  (Bujâri y Muslim), Ver Riyâd al Salihîn, 788, Kitâb al umur al munhî 'anha, bâb tahrîm isti'mâl inâ' al dhahab wa'l fuddah.
[9]  Sahîh Muslim, 14/ 29-30, Kitâb al libâs wa'l zinah, bâb tahrîm isti'mâl awânî al dhahab wa'l fuddah.
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